Cantabria contabiliza 332 casos activos

El número de casos de COVID-19 activos en Cantabria se elevan a 332, tras registrarse en el último día y medio 56 nuevos positivos –2 de ellos en dos residencias que ya tenían algunos– y los hospitalizados crecen hasta los 18, dos más que ayer: uno lactante de solo unos meses que, sin embargo, «se encuentra bien» y una persona de 97 años.

De ello ha informado este domingo el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), en declaraciones realizadas a los medios de comunicación tras asistir al acto del Día de Cantabria en Cabezón de la Sal, que este año ha sido en formato reducido –tanto de programa como de asistentes– precisamente por el COVID-19.

El consejero ha informado que, a lo largo del día de ayer, se contabilizaron 32 nuevos positivos y este domingo, con datos hasta las 10.30 horas, ya hay 24, lo que eleva a 56 los nuevos casos en día y medio.

Del total de 332 casos activos, 314 están en cuarentena domiciliaria y 18 hospitalizados, teniendo como nuevos ingresos al bebé y a la persona mayor.

RESIDENCIAS

En cuanto a las residencias, tras los dos nuevos positivos, hay 8 casos activos que se reparten en dos centro de la región. Ayer, Sanidad informó de un caso en otro centro, si bien Salud Pública ha dejado de contabilizarlo ya que era una mujer que, aunque había sido usuaria de una residencia, llevaba «meses» fuera de ella.

Sanidad sigue sin revelar el nombre de las residencias, algo que Rodríguez ha justificado explicando que la autoridad sanitaria «no puede señalar públicamente ni a las personas ni a las instituciones donde hay casos positivos». «Son esas instituciones las que deben comunicarlo a sus usuarios y, en su caso, hacerlo público a los medios de comunicación», ha añadido.

MUCHOS JÓVENES ENTRE LOS NUEVOS POSITIVOS

El consejero ha llamado la atención de que, entre los nuevos positivos, que se están detectando hay muchas personas jóvenes y también algunos niños.

Como ejemplo, ha indicado que, de los 32 que se registraron ayer, había varios veinteaños y también había otros que estaban en la treientena o en la cuarentena. Además, ha explicado que entre los positivos había también un menor de 14 años.

«Los jóvenes tienen que tener presente que la epidemia no distingue de edades y que ellos pueden ser vectores para transmitírselo a otras personas», ha afirmado el consejero, que ha vuelto a hacer un llamamiento a esta población a que respete las medidas sanitarias, no solo el uso de mascarilla sino también el distanciamiento social.

El consejero ha sido cuestionado acerca del caso del restaurante El Cantábrico de Comillas, donde se registraron varios casos positivos entre sus trabajadores pero, por ahora, ninguno entre sus clientes.

Por su parte, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, también se ha referido a la evolución del COVID-19 en Cantabria y ha señalado en que, pese al incremento de contagiados y de ingresados –y el registro de algún nuevo fallecimiento, como el de hace unos días tras 50 días sin ellos– la situación, a su juicio, «no es comparable» a la que había en los primeros meses de la pandemia sino «mejor que antes».

En ese sentido, Revilla ha señalado que en marzo o abril hubo centenares de personas ingresadas –llegó a haber más de 400 personas hospitalizadas en algunos momentos de finales de marzo, según datos del Servicio Cántabro de Salud– y, además, entonces no había medios de protección frente al COVID, ni para los ciudadanos ni para los sanitarios, y en algunas autonomías, no en Cantabria, había falta de camas.

«Sin embargo hoy pues esa capacidad la tenemos ahora prácticamente intacta», ha señalado Revilla, que ha resaltado que la mayoría de los casos que se producen ahora son «leves» y no requieren hospitalización (ahora hay 18 ingresados, ninguno en la UCI, según los últimos datos de la Consejería de Sanidad).

El presidente ha señalado que, durante la pandemia, Cantabria ha aprendido a dotarse de medios suficientes para poder dar respuesta a un incremento de infectados o a la aparición de rebrotes y está «mejor» que al principio.

En este sentido, Revilla ha opinado que, aunque las cifras que arroja la pandemia puedan resultar «alarmantes» y «preocupantes», hay que «habituarse» a ello hasta que aparezca una vacuna.

Y que Revilla ha insistido en que no se va a volver –ni a su juicio se puede– volver a un confinamiento y parar de nuevo la economía después de que ha costado «múchísimo» abrir. «Es irreversible», ha defendido.

Por ello, ha insistido en que, hasta que aparezca la vacuna, «el único antiviral conocido» es el «respeto» a las medidas de seguridad, como el uso obligatorio de la mascarilla, la distancia social o evitar prácticas de riesgo como botellones.

En este sentido, Revilla, al igual que el consejero, ha hecho un llamamiento a la población en general y, sobre todo, a los jóvenes, a los que ha recordado que no son inmunes al virus y que éste, aunque les afecte de forma menos grave a ellos, tiene un componente de transmisión muy grande y podrían contagiar a abuelos y padres.

Por ello, les ha pedido a los jóvenes, que en su opinión «poco a poco se van concienciando», «solidaridad».