José Manuel Villegas Pérez es un catalán con raíces andaluzas que lleva una vida medio en paralelo con Albert Rivera. El secretario el partido naranja anunció ayer su cese en Ciudadanos. Lo que pocas personas conocen es que él es de los responsables de que dieran el salto al ámbito nacional. También uno de los que propuso la extraña idea de la creación de las listas por orden alfabético. Gracias a esta decisión, y a la negativa a ser el presidente del partido central de la persona que le correspondía, ha estado estos años Albert Rivera como cabeza de todos ellos. No obstante, su papel ha sido igual o más importante que el del presidente, pero en las sombras.
Villegas ha sido un hombre discreto en lo que a su vida privada respecta hasta que después de las primeras Elecciones Generales de este año salió a la luz su separación con la madre de sus hijos. Con Begoña de Miquel llevaba 30 años de matrimonio y había asistido a algunos eventos políticos. Al igual que sucedió con Rivera, quien también anunció su separación con Beatriz Tajuelo. Sin embargo, la ruptura de ambos políticos con sus respectivas parejas sucedió en noviembre de 2018. Lo mantuvieron oculto para que no afectase a las elecciones.
Rivera depositó toda su confianza en Villegas durante el tiempo que ha estado como presidente de Ciudadanos. Tras el bajón en las elecciones, el que haya dimitido también no coge a nadie por sorpresa. Sin embargo, es poco lo que se sabe de su vida antes de la política. Además, a día de hoy tampoco deja demasiadas pistas a los que quieren sacar algo nuevo a la luz a no ser que sean fotos robadas con la mujer por la que su matrimonio terminó, Susana León.
VILLEGAS AL DESCUBIERTO
FAMILIA Y RAÍCES
José Manuel Villegas nació en Barcelona, en el barrio de Nou Barris, pero es de sangre andaluza. Su padre emigró de pequeño al norte sin olvidar ni dejar que sus dos hijos, José Manuel y Mari Trini olvidasen de dónde proviene su familia. Los carpinteros, como los conocían en Dalias, pueblo de donde procede la familia del político y donde cada año van en cuanto pueden, los conocen bien.
Es un apasionado del deporte pese a que haga algún tiempo que su apretada agenda no le permite realizarlo todo lo que quisiese. En su juventud, Villegas ha realizado cuatro maratones y ha perdido la cuenta de las medias maratones que ha recorrido. Cuando no va a pie o corre conduce un Chevrolet Captiva.
En el tema de la lectura, su padre es el culpable de que le apasione, a pesar de que este no pudo estudiar ya que con diez años estaba viviendo en Cataluña y era antes de la Guerra Civil. Por lo que los profesores escaseaban y ya a los catorce años estaba trabajando, al igual que muchos niños en sus mismas circunstancias. El político reconoce que su punto flaco es ir a husmear los libros de la gran biblioteca que este posee en Almería.
Como curiosidad, y para poder conocerlo un poco más, en alguna entrevista ha confesado que sus últimas lecturas han sido El último encuentro, de Sandor Marai y Sangre, sudor y paz de Lorenzo Silva.
Los que lo conocen lo consideran de carácter tranquilo y demasiado serio, en algunos momentos que huye de los flashes cada vez que puede.
De su juventud no existen demasiados datos más que estuvo como militante en las Juventudes Socialistas. También ha reconocido que está donde está gracias al empuje y el apoyo de su padre. Este fue delegado del sindicato de UGT en la empresa en la que trabajó durante 36 años, la Pegaso de Barcelona. Gracias a la cual pudo mandar a sus dos hijos a la universidad.
BEGOÑA DE MIQUEL
La política cambió de forma radical la vida de Villegas y de su familia. Cuando comenzó como político se trasladó con toda su familia de Barcelona a Madrid, al igual que hicieron sus abuelos años antes a Barcelona.
El año pasado revelaba en una entrevista que, del poco tiempo del que disponía de vacaciones, sacaría un hueco para hacer una escapada romántica junto a su esposa, Begoña de Miquel, por Galicia. Ha estado casado treinta años con la catalana e hija de un conocido y prestigioso abogado barcelonés, Juli de Miquel, quien habrá asesorado a su hija tras la ruptura.
El matrimonio estaba casado en separación de bienes y tienen a nombre de ambos tanto las propiedades como los préstamos pedidos para pagarlas. Estas constan que son un piso en Barcelona y una hipoteca. Cuando Villegas tomó la decisión de separarse, se mudó del domicilio en el que vivía con Begoña y los dos hijos mayores de edad de la pareja. Se cree que Begoña volvió de nuevo a Barcelona después de la separación. Se desconoce lo que el hijo y la hija de Villegas han hecho tras la separación de sus padres, lo que sí se sabe es que uno de ellos sigue los pasos de su progenitor y es un as en el atletismo.
Esto sucedió al poco de que Rivera concluyese también su relación con Beatriz Tajuelo. En ambos casos, se especula que sendas rupturas fueron debidas a terceras personas con las que comenzaron poco antes de que finalizase el 2018. En el caso de Albert, supuestamente fue Malú y en el Villegas, su compañera de trabajo, Susana León.
SUSANA LEÓN
León trabajaba como jefa de prensa de UPyD. Cuando el partido de Ciudadanos comenzó a subir escaños y requirió de alguien que tuviese una mayor experiencia con los medios políticos y con los medios de Comunicación, Susana aceptó el cambio de partido y se convirtió en la jefa de prensa de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados.
Villegas comenzó a conocer a Susana León y terminó dejando su matrimonio por esta nueva relación. Desde que la historia salió a la luz, los medios han conseguido contadas imágenes de ambos en el día a día de su vida privada.
