El exconcursante de Supervivientes 2020, José Antonio Avilés regresó a la playa junto a una tarta y una misión muy caliente. El juego erótico no dejó indiferente a sus compañeros e hizo que se llegase a caldear en exceso el ambiente, sobre todo por parte de algunos de los participantes.
Sus excompañeros le recibieron con alegría pero nada más llegar a la isla les preguntó: «¿Os gustan Las 50 sombras de Grey? Pues preparaos. ¡Que empiece el juego!». Tras esas palabras eligió a Albert Barranco para que hiciese como expositor del pastel, llenándole el cuerpo de trozos de tarta y dando como norma el no poder comerlo con las manos.
HUGO, EL PRIMER CONCURSANTE DE SUPERVIVIENTES EN PROBAR LA TARTA
Hugo Sierra fue el primer encargado de probar la tarta. Para poder coger su trozo valía todo, ya fuese besar, morder o lamer. En este caso, el uruguayo no tuvo problema para coger el pedazo del postre de la boca de su compañero.
Esta fue la primera de las imágenes que nos dejó el juego que ideo el programa para esta jornada «caliente» desde Honduras. Barranco bromeó con su compañero diciéndole «Bésame, Hugo«, a lo que este respondió con un beso de tornillo.
En esta fase aún empezaba el juego y los ánimos aún no se encontraban demasiado caldeados. Fue solo el inicio de lo que fue sucediendo a medida que participaban el resto de concursantes.
