El Congreso empieza esta semana a discutir las conclusiones de la Comisión de Reconstrucción tras el Covid-19

El Congreso empieza esta semana a discutir las conclusiones que debe aprobar la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del país tras la crisis sanitaria del coronavirus, un órgano creado el pasado 7 de mayo y que, en apenas un mes, ha acogido 112 comparecencias, entre ellas las de ocho miembros del Gobierno.

Conforme a la propuesta impulsada por el PSOE y Unidas Podemos, la comisión nació con el compromiso de aprobar sus conclusiones en dos meses y, para aprovechar el tiempo, acordó dividirse en cuatro grupos de trabajo sobre el refuerzo de la sanidad pública; la reactivación de la economía y la modernización del modelo productivo; el fortalecimiento de los sistemas de protección social, de los cuidados y la mejora del sistema fiscal; y la posición de España ante la Unión Europea.

El más de un centenar de comparecientes que ha desfilado por el Congreso ha expuesto sus propuestas repartidos entre el plenario de la comisión (donde ha comparecido una treintena) y los distintos grupos de trabajo.

MÁS DE CIEN COMPARECENCIAS

En el de la UE lo han hecho 25 personas, 24 en el de Políticas Sociales; 17 en el de Sanidad y 16 en el de Reactivación económica. En total, 112 personas: 89 hombres frente a 29 mujeres, es decir el 75% de quienes que han ilustrado a sus señorías sobre como ‘reconstruir España’ eran varones y sólo un 25% mujeres.

Pero además, el Congreso abrió un ‘buzón’ para que todos los colectivos y particulares que lo desearan hicieran llegar sus propuestas a la comisión. La propuesta ha tenido una gran acogida puesto que unas 200 personas han registrado documentos a título personal y las aportaciones de asociaciones y plataformas de distinta índole rondan el medio centenar.

Entre los colectivos que han querido poner su grano de arena en la reconstrucción aparecen varias organizaciones de medicina y sobre todo enfermería, plataformas en defensa de la sanidad y la educación públicas, sindicatos, asociaciones de consumidores, feministas y de empresarios de distintos ámbitos que van desde los videojuegos hasta la distribución de cerámica.

200 PROPUESTAS DE UN SOLO CIUDADANO

En materia sanitaria se plantea blindar en la Constitución que la financiación para Sanidad sea como mínimo del 5% del PIB, mejorar las condiciones laborales del personal y trabajar para implantar de forma permanente actuaciones sobrevenidas por el Covid-19 como la ‘telemedicina’ o la prescripción de fármacos sin tener que ir al centro de salud.

Entre las ideas para mejorar el sistema educativo, además de garantizar el acceso a Internet en zonas rurales para poder aplicar la educación ‘online’, se aboga disminuir las ratios por aula en todos los ámbitos educativos, aumentar el número de docentes y que la enseñanza universitaria sea gratis.

También hay varias propuestas para aplicar la perspectiva de género en la reconstrucción, regularizar a todos los inmigrantes, reformar múltiples impuestos para aumentar la recaudación, o prohibir organizaciones y partidos xenófobos. Un ciudadano en concreto ha enviado 200 propuestas para «el cambio político».

Otros sugieren prohibir embalses, promover semanas laborales de cuatro días para que en los tres libres se fomente el turismo nacional, crear una Agencia contra la Desinformación y hay hasta quien aprovecha para pedir un referéndum sobre la monarquía.

EL PSOE ESPERA UNIDAD EN LAS CONCLUSIONES

Tras analizar toda esta documentación y escuchar a los comparecientes, los partidos ya están ultimando sus conclusiones. La portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, ha dejado claro que afronta esta última etapa con la esperanza de que las conclusiones finales lleven el sello de todos los grupos porque eso es, a su juicio, lo que demanda la ciudadanía. Por eso se dirigió en especial a los ‘populares’ para pedirles que sean «patriotas», tengan «altura de miras», practiquen la «lealtad» y «arrimen el hombro».

Cada partido debe presentar su propuesta de conclusiones ante cada uno de los grupos de trabajo antes del mediodía del miércoles. Al día siguiente, cada uno de esos cuatro grupos de trabajo se reunirá por separado para empezar a discutir esos textos, con el objetivo de elegir uno que sirva de base para la redacción de las conclusiones definitivas.

Las distintas formaciones podrán presentar enmiendas a esos cuatro documentos base hasta el domingo 28 de junio y los grupos de trabajo volverán a reunirse el día 30 para debatirlas e incorporarlas o no a sus respectivas conclusiones. La idea es que las conclusiones se aprueben el mismo día 30 pero, si no es posible, a los grupos de trabajo volverían a reunirse el 1 de julio para finalizar esa tarea.

DEBATE EN COMISIÓN EL 2 DE JULIO

En todo caso, el 2 de julio, se convocará la Comisión de Reconstrucción para discutir los textos que se aprueben en los distintos grupos de trabajo, una sesión que podría continuar al día siguiente si no da tiempo a aprobarlos en la primera jornada de debates.

Con independencia de los textos que se puedan acordar en ese órgano, cada grupo parlamentario tendrá derecho a presentar votos particulares en los que incluyan las propuestas que no hayan contado con el respaldo de los demás.

Las conclusiones de la comisión y estos votos particulares, si los hubiere, tendrán que elevarse después al Pleno del Congreso para su aprobación definitiva, lo que sucederá previsiblemente en la primera sesión plenaria que se celebre en el mes de julio.