Sánchez se reúne con Rutte para un acuerdo «ambicioso y solidario» europeo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado este lunes a La Haya para un almuerzo con el primer ministro Mark Rutte, en su objetivo de lograr un «acuerdo ambicioso y solidario» para un fondo europeo de ayuda contra el impacto económico del coronavirus.

«Ya en La Haya para conversar con el primer ministro Mark Rutte, sobre los detalles de un gran acuerdo financiero para la recuperación de la UE», ha escrito Sánchez en un mensaje difundido en Twitter junto a unas imágenes de Rutte recibiéndole en su residencia oficial de Casthuis.

Sánchez ha apostado por alcanzar este mismo mes «un acuerdo ambicioso y solidario» que ayude a «superar unidos la crisis derivada de la pandemia». Tras la reunión no ha habido comparecencia ante la prensa y Sánchez ha insistido, de nuevo a través de Twitter, en que «es vital lograr un acuerdo en el próximo Consejo Europeo» porque «perder más tiempo solo retrasará la recuperación».

«Necesitamos una respuesta acorde a la magnitud de la pandemia, que nos haga salir de esta crisis con una Europa más verde, digital e inclusiva», ha reiterado.

Tanto el fondo de ayuda como el presupuesto comunitario deben aprobarse por unanimidad de los Veintisiete y Rutte, según relata la prensa local, ha hecho saber que él no tiene prisa, al contrario que Francia, Alemania y los países del sur y la propia Comisión Europea, que apremian a lograr un acuerdo cuanto antes, si es posible los próximos días 17 y 18.

En La Haya comienza una gira que llevará a Sánchez a otros dos países -Alemania el martes y Suecia el miércoles- antes del Consejo Europeo de los días 17 y 18. Mañana verá en Berlín a la canciller Angela Merkel, con quien Sánchez tiene sintonía y cuya capacidad de influencia y de tender puentes con los más reacios valora el Gobierno español. El miércoles le recibirá su colega sueco, Stefan Löfven, en su residencia de verano.

Los autodenominados ‘frugales’ son cuatro (Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia) pero los mayores esfuerzos se concentran en convencer a Rutte, que hasta el momento no se ha movido en sus exigencias. Los ‘frugales’ querrían que el fondo europeo brinde solo préstamos, mientras que la Comisión Europea ha propuesto 250.000 millones en préstamos y 500.000 en ayudas.

A La Haya viajó el viernes el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, después de ver a Sánchez en Madrid, y después del español pasará por allí el portugués António Costa, que también se había visto con su colega español en Lisboa. «Rutte parecer ser el compañero de mesa más solicitado estos días», ha escrito el ‘NRC Handelsblad’, constatando, además, que su posición sigue inamovible.

Según los diarios del país, Rutte tiene dos prioridades clave, empezando por mantener el ‘cheque’ o descuento que rebaja las aportaciones de Países Bajos al Presupuesto de la UE, como premisa para empezar a negociar.

La semana pasada, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, presentó una propuesta de compromiso que incluía cambios tanto en el fondo de ayuda post-covid como en el presupuesto ordinario de la UE 2021-2027 (lo que se conoce como marco financiero plurianual o MFF) y mantenía esos ‘cheques’, dando un paso por tanto en la dirección que reclama La Haya.

CONDICIONALIDAD DE LAS AYUDAS

Michel también reformó la propuesta de la Comisión para que las ayudas europeas y los planes de reforma nacionales sean sometidas a un mayor control por parte de los Gobiernos nacionales (el Consejo de la UE), no solo del Ejecutivo comunitario, pero Países Bajos insiste en que ese control sea por unanimidad, es decir, que todos los Gobiernos de la UE puedan vetar los proyectos y las ayudas de sus socios.

Fuentes del Gobierno español, sin embargo, han subrayado que España no aceptará ‘troikas’ ni exigencias de unanimidad con la que otros gobiernos puedan tratar de imponer condiciones distintas a los objetivos del fondo de ayuda.

Para tratar de atraer a los ‘frugales’, Michel también ha propuesto algunos cambios en la clave de reparto y otras medidas, como un fondo especial de 5.000 millones para ayudar a los países más afectados por el impacto del Brexit.