El plan de la moción de Vox: torpedear al PP y retratar al independentismo

“Estamos a tiempo de evitar que España caiga en la ruina, la muerte y la opresión”. Con estos argumentos Santiago Abascal anunció este miércoles que Vox presentará una moción de censura contra Pedro Sánchez el próximo mes de septiembre. Un plan que no tiene como objetivo derrocar al actual Gobierno, pues carece de apoyos para lograrlo. El objetivo tiene otro trasfondo: obligar a los independentistas a posicionarse con Sánchez tras el ‘palo’ a los condenados al procés y erigirse como la oposición, adelantándose a cualquier movimiento del PP.

Precisamente Abascal ha tendido la mano al PP, a sabiendas de que ni con su apoyo ni el de otros partidos será suficiente para sumar mayoría. El ofrecimiento de Vox no ha tardado en ser rechazado por el segundo partido más votado en España. Ha sido Teodoro García Egea quien, a los pocos minutos, a través de su cuenta de Twitter, ha comentado lo siguiente: “Moción de censura post vacacional para salvar al soldado Sánchez”. Como el propio presidente del Gobierno, han cuestionado que si tanta prisa hay por voltear la situación, qué sentido tiene postergar la censura hasta el mes de septiembre.

El PP se excusa en que se trata tan solo de una “maniobra de distracción” que no hará otra cosa que reforzar al PSOE. “El PP estará siempre en lo importante: salvar vidas y empleos”, ha comentado. Lo cierto es que es la escenificación de una nueva batalla entre la derecha. Y es que Vox, tras conocer la postura de sus socios en diversos ayuntamientos, ha escrito lo siguiente en redes sociales: “¿Eso es lo que te pidió Zapatero cuando te reuniste con él a escondidas?, ¿qué estéis calladitos y no molestéis? ¿O quizá os lo imponen vuestros aliados del partido comunista chino con los que tenéis un acuerdo vigente de amistad?”.

Resulta evidente que el plan de la moción de censura de Vox no inquieta en absoluto a Sánchez, que ha invitado a la formación de Abascal a llevar a utilizar ya mismo ese instrumento de la Constitución. Vox ha querido adelantarse, torpedear al PP, y colocarle al lado del PSOE en la próxima votación para escenificarse como el único partido alternativo al actual gobierno formado por PSOE y Unidas Podemos. Una estrategia que utilizó con las movilizaciones en la calle (en coche).

La diferencia con el anterior periodo electoral es que el PP no parece caer en la trampa. Si en el pasado Casado decidió llevar más al extremo su discurso, ahora el PP no quiere equipararse con Vox aunque eso suponga un riesgo. La estrategia de la segunda formación más votada es ser una alternativa más moderada que pueda captar ese voto de centro. Y en ningún caso votarán junto a Vox en una moción de censura condenada al fracaso, que solo refuerza el liderazgo de Sánchez.

UNA MOCIÓN EN EL PEOR MOMENTO PARA LOS INDEPENDENTISTAS

Gabriel Rufián, en su intervención en el Congreso, ha refrendado esta idea de los populares: “La derecha extrema ofrece una moción de censura, que va contra Casado”. Lógicamente ERC, como el resto de formaciones independentistas, no estarán en la posición de Vox, pero será realmente complicado para ellos apoyar a Sánchez en estos momentos. El pasado martes la Fiscalía solicitó al Supremo que suspendiera las salidas de prisión para trabajar o hacer voluntariado de todos los presos del procés.

Como era de esperar, Rufián (también Pablo Iglesias) se mostró en contra de esta solicitud. “Nuestros compañeros y compañeras duermen otra vez en la cárcel. La Fiscalía se ha cargado su tercer grado. Hoy España huele a toga rancia y a izquierda cobarde. Dejen de callar y planten cara, porque los siguientes pueden ser ustedes”. Un tono realmente criticado en redes sociales, como ya es costumbre. Sin haber iniciado aún el solicitado diálogo con Cataluña y tras este varapalo para el independentismo, la moción de censura de Vox es otra muestra de hasta qué punto el independentismo se rebajará al gobierno de Sánchez.