Debido a la poca confianza que, en demasiadas ocasiones, transmiten los órganos del estado, algunos padres están verdaderamente intranquilos respecto a la seguridad de sus hijos en la vuelta al cole. En este contexto, puede preverse que determinadas familias quieran optar por no llevar a su hijo o hija a la escuela incluso aunque esta comience ya de forma presencial.
En Holanda esto ya ocurre: estimaciones del gobierno de los Países Bajos apuntan a que un 2% de los estudiantes, 50.000 niños, no se han incorporado junto al resto de sus compañeros debido a dudas y temores de sus familiares. Evidentemente, esto supone un problema cuando las escuelas no ofrecen o permiten un sistema alternativo de tele enseñanza para estos alumnos, corriendo así el riesgo de quedarse atrás.
No ayudan las declaraciones de este 2 de septiembre de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando entrevistada por esRadio ha dicho: «A lo largo del curso es probable que prácticamente todos los niños, de una manera u otra”. Ahora bien, la presidenta matizó que se contagiarían en sus casas u otros lugares, mientras que las escuelas serían «sitios muy seguros».
Paralelamente, dan la vuelta al país las imágenes de kilométricas colas de personal docente madrileño esperando para realizarse una PCR. La realización de la prueba es voluntaria, y a cargo de una empresa privada: Ribera Salud.
DE 3 A 6 MESES DE CÁRCEL
En España, con objetivo de evitar ese escenario, los gobiernos regionales buscan la solución. Andalucía tiene clara la suya: multas a aquellos padres que no lleven a sus hijos al colegio. El gobierno autonómico ya ha avisado que, si no se contempla justificación, se activarán los protocolos de absentismo, que pueden acarrear a los padres desde multas hasta penas de prisión de 3 a 6 meses, como estipula el Código Penal. Se considera abstención faltar a un 20% de las clases del mes.
No obstante, debe mencionarse que según una encuesta realizada el pasado 29 de agosto por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), un 70% de los 603 padres andaluces entrevistados prefiere una vuelta al cole presencial.
Pero las normas de absentismo se aplican para todo el territorio español, por lo que, dada la vuelta al cole presencial decretada por el Gobierno, los niños han de ir al colegio sí o sí. Por otro lado, hay padres que no se resignan.
DERPA
En Facebook, el grupo DERPA (Derecho a enseñanza sin riesgo en Pandemia), creado el pasado julio, cuenta ya con 36.100 miembros. Este colectivo exige a las instituciones ofrecer una opción de enseñanza a distancia para aquellas familias que prefieran no llevar a sus hijos al centro. «Es un peligro poner en riesgo tanto a l@s niñ@s como a personas de alto riesgo del núcleo familiar con ratios desproporcionados en presencial que podrían aligerarse con una opción online para quien así la eligiera», explican.
Este grupo ha redactado el manifiesto titulado «Propuesta de Flexibilidad Educativa», el cual ya han firmado 6.284 personas, y que aboga por la facilitación de opciones diferentes a la presencial. La carta critica que esta vuelta al cole «a contrarreloj» coloque la presencialidad «por encima de la propia seguridad» de los menores. «Pensamos que debemos aplicar el principio de solidaridad, y que las familias que puedan y quieran seguir con la educación a distancia tengan el derecho de hacerlo, con la consecuente disminución de la ratio en las aulas de forma natural», defienden.
Es preciso entender que la educación a distancia no es una solución eterna, ya que a ciertas edades es inviable, a parte de la pérdida de socialización vital para los más pequeños que solo puede tener lugar en espacios comunes.
