La nueva etapa de TV3 podría abortarse por las elecciones catalanas

  • ERC ha demostrado su poderío en Catalunya Ràdio.
  • Laura Rosel ha relevado a Mònica Terribas en 'El Matí...'.
  • El magazine matinal busca una línea editorial menos favorecedora para Puigdemont.
  • El pacto nacionalista firmado hace casi tres años por Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) venía a repartirse los medios de comunicación públicos de Cataluña: la influyente TV3 se quedaba en la órbita de Carles Puigdemont y la politizada Catalunya Ràdio era la jugosa parte del pastel que digería Oriol Junqueras.

    Pero en la emisora de radio dirigida por Saül Gordillo había cierto malestar porque el espacio estrella de la casa, ‘El Matí de Catalunya Ràdio’, estaba dirigido por la famosa y controvertida Mònica Terribas, más cercana a Puigdemont que a ERC.

    Y en este inicio de curso, que puede traer un adelanto electoral que provocará una guerra fratricida entre JxCat y ERC, el pacto mediático entre los partidos nacionalistas ha saltado por los aires después de que Saül Gordillo haya ‘forzado’ la salida de Terribas.

    LA EXCUSA DE LOS EQUILIBRIOS EN LA EMISORA HERMANA DE TV3

    Catalunya Ràdio ha escogido a Laura Rosel como nueva presentadora del matinal informativo. La periodista asegura que quiere apostar por una pluralidad informativa de la que supuestamente carecía el espacio en la etapa de Mònica Terribas.

    Rosel es clara sobre la nueva etapa del programa: «No es cuestión de hacer equilibrios, sino que tener muy presente que vivimos en un país muy plural donde todo el mundo tiene derecho a escuchar y conectar con lo que dan la radio y la televisión públicas. Es una obligación moral, casi, que tenemos como medios públicos, de representar el máximo de sensibilidades de este país».

    En declaraciones a El Punt Avui, Rosel asegura que se deben «a la audiencia y no podemos dar sólo lo que una parte de la audiencia quiere escuchar. Se deben poder escuchar cosas que haya gente a la que le pueda molestar y saber mal, se ha de atender a todo el mundo. No podemos olvidar o desatender una parte de la audiencia por motivos ideológicos o de afinidades políticas. No nos lo podemos permitir, esto, como radio pública».

    El periódico independentista le pregunta «hasta qué punto se debe dejar de lado la neutralidad y ser combativo, cuando se vulneran los derechos fundamentales». Y Rosel contesta: «Cuando se violan o dañan los derechos fundamentales de tu vecino, piense como piense o sea como sea, en el fondo están violando tus derechos también. Aquí, y más en una radio pública, pero en las privadas también, nuestra obligación es defenderlos, denunciar cuando se ha cometido un ataque a un derecho fundamental, siempre, porque es de todos».

    A POR JORDI BASTÉ

    Jordi Basté lidera la mañana radiofónica catalana desde RAC1, perteneciente al Grupo Godó. Rosel, que trabajó con su ahora rival, se muestra feliz por el cambio: «Ahora somos competidores directos. Me hace entre ilusión y un respeto enorme, porque Basté es una bestia, ha revolucionado la forma de hacer radio en este país».

    «Ha sido mi padre radiofónico, porque yo aprendí a hacer radio con él, y ahora estar a ambos lados de la Diagonal compitiendo por la misma franja horaria da mucho respecto al tiempo ilusión, porque me los conozco mucho a todos. En el fondo hay una lectura que es muy estimulante para las nuevas generaciones de periodistas, que puedes empezar leyendo con Basté y acabar presentando ‘El Matí de Catalunya Ràdio’, ¿por qué no?», se pregunta.

    EL ADIÓS DE TERRIBAS, QUE PODRÍA ACABAR EN TV3

    Mònica Terribas se despidió en junio de ‘El Matí de Catalunya Ràdio’: «El año que viene no estaré con vosotros, habrán sido siete años intensos que he compartido con un equipo excepcional. Hemos llegado hasta aquí».

    La periodista, que podría fichar por TV3, aseguró que no lo dejaba «por razones personales, por razones familiares ni por que esté cansada porque creo que los engranajes de una máquina tan exigente como ésta no se pueden permitir ningún chirrido, y menos ahora, y los engranajes chirrían».

    La etapa, según Terribas, «no ha sido fácil porque lo que hemos vivido estos siete años deja huella, y algunas cicatrices emocionales y profesionales que me llevo, y grandes dosis de resiliencia y de paciencia».

    «Deseo de todo corazón a esta casa toda la suerte y todo el acierto que estoy seguro que me desearán a mí (…) Pido disculpas a la gente de esta radio maravillosa por no haberlo sabido hacer mejor», añadió.