Este es el mejor pan de molde que puedes comprar en el ‘súper’

Seleccionar el mejor pan de molde del supermercado puede ser una completa odisea, son diferentes los factores que pueden influir en su eventual escogencia, una situación que puede volverse embarazoso en algunas ocasiones y más cuando está a punto de llegar la Navidad.

MONCLOA en compañía Elena Pérez Montero, quien es nutricionista del Hospital Universitario Quironsalud Madrid, te explicaremos cuales son las claves esenciales que debe llevar todo pan de molde. Desde hoy no tendrás plena seguridad de producto que estas llevando a casa.

Son tres los aspectos que debes tomar en cuenta al momento de escoger el mejor pan de molde. En primer lugar, es determinado el grado de grasas: «Para que el pan de molde tenga esa consistencia se le añaden grasas de diferente origen. Si en el etiquetado vienen especificadas nos ayudará mejor a decantarnos por un pan u otro: cuantas menos grasas saturadas y menos grasas trans mucho mejor«, señala Elena Pérez Montero.

Uno de los detales que deben cerciorarse en el etiquetado es la sal: «Al igual que el azúcar, tomamos demasiada sal en nuestro día a día. Una parte está contenida en los alimentos y otra se incluye en «alimentos» procesados que se utilizan como conservantes. El consumo máximo es de 2000 mg al día, y por lo general lo estamos superando», comenta nutricionista.

Una de las razones esenciales para que muchas personas seleccionen al pan de molde frente a otra clase de panes, es porque el mismo suele conservarse de mejor manera y tiene una duración formidable en la casa, ayudando a que no sea necesario ir de compras por el pan reiteradamente. La nutricionista Pérez Montero comenta: «la fecha de caducidad también puede ser una clave para saber qué pan de molde elegir en el súper: a más vida útil, aunque nos pueda parecer mejor, más conservantes incluye«.

El pan de molde original se caracteriza porque lleva leche, huevos, azúcar, entre otros ingredientes, cada uno de ellos brindaran esponjosidad al alimento. Existe una enorme proporción de azucares que están inmiscuidos en los hidratos de carbono que contendrá el producto, principalmente en la misma harina. Por lo general, las harinas más refinadas han visto mermada la fibra y han reducido su beneficio, haciendo que los azucares se reduzcan de manera continua en el organismo. Una de las consecuencias de esta situación, es que sentirás la sensación de saciedad y puedes sufrir de algunos picos de azúcar. De hecho, «las harinas menos procesadas, mejor», donde los caso más connotados son las integrales molidas y agregadas a su propia cascara, deja entrever la nutricionista.

Es conveniente no dejarse llevar por los panes de semilla: «Muchas veces esas semillas añadidas son oleaginosas, es decir, es aceite. Sí, es una grasa vegetal, que es mejor, pero cuidado: un pan suele tener entre un 1 y un 2 % de grasas, mientras que un pan de molde se encuentra entre el 5,2 y el 8%». La masa madre es otro de los factores que hay que considerar: «La cantidad puede ser insignificante o incluso se pierde en el proceso industrial».