La izquierda más ortodoxa se revuelve contra Pablo Iglesias

Pablo Iglesias ha perdido apoyos en la izquierda. El vicepresidente segundo del Gobierno ha sufrido los dardos de Manuel Pérez Martínez, conocido como ‘Camarada Arenas’ y líder del PCE (r) que está encarcelado en Albocasser (Castellón) por el secuestro de un empresario y la colocación de una bomba.

«Habrá que agradecerles que no formen un Gobierno abiertamente fascista. En fin, tendremos que leer despacio la letra pequeña de ese ‘preacuerdo’. De lo que sí podemos estar seguros es de que si han llegado a él ha sido gracias a la bajada de pantalones de Iglesias, Garzón y demás rajaos y lameculos. Así, claro ‘¡sí se puede!», aseguró el preso.

UNIDAS PODEMOS QUIERE HACERSE VER EN LA IZQUIERDA

La coalición liderada por Podemos quiere sacar rédito de sus conquistas sociales y afirma que han conseguido «el decreto del gobierno de coalición para prohibir los desahucios de las familias sin vivienda alternativa y también los cortes en el suministro del agua, la luz y el gas. La prohibición se mantendrá hasta el final del estado de alarma el 9 de mayo de 2021. Para Unidas Podemos es una garantía fundamental del Escudo Social contra las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia».

Anabel Segado, responsable de la política de vivienda en el PCE, se enorgullece porque «los tribunales tengan la obligación de solicitar un informe de vulnerabilidad con carácter vinculante y que la solución habitacional nunca sea en albergues o polideportivos sino en un hogar digno».

«El acuerdo inicial para proteger a los más vulnerables amenazados por los desahucios y sin alternativa habitacional se estancó por discrepancias sobre la política del PSOE de compensar a los grandes tenedores de vivienda (bancos y fondos buitre) supuestamente perjudicados por la paralización de los desahucios. Finalmente les imponen más condiciones para demostrar el perjuicio económico sin que puedan mantener la vivienda inutilizada», añaden.

Y rematan: «El decreto amplía la seguridad anterior, obliga a las comunidades autónomas a facilitar la solución habitacional en una vivienda digna y protege a las familias con menores, dependientes y víctimas de la violencia machista».

GARZÓN SE EXAMINA

Alberto Garzón prevé renovar su cargo como coordinador federal de Izquierda Unida en la XII Asamblea. El ministro de Consumo ha hecho balance y dice que «existe un Gobierno de coalición estable y consolidado» frente al «radical fracaso de la derecha en su estrategia para acabar con él».

El malagueño asegura que tenían razón «cuando apostamos por la participación en la confluencia de Unidas Podemos, en la participación en el Gobierno de coalición y en habernos mantenido firmes frente a los ataques de la derecha».

Garzón reconoce que PSOE y Unidas Podemos «no tienen una homogeneidad de pensamiento», pero asegura que tienen «articulado un trabajo en común» que lleva a que «el diálogo crezca y sea positivo. La cultura política de este país debe entender que esto es normal (. . .) Es rotundamente falso que Unidas Podemos le aportara inestabilidad».

El líder de Izquierda Unida y miembro del Consejo de Ministros explica que «tras un año marcado por la pandemia y con una oposición tremendamente violenta en términos discursivos y que ha alentado posiciones antidemocráticas».

PRESUPUESTOS

Garzón cree que los fondos europeos suponen «un hito importante que va interrelacionado con los Presupuestos Generales» y permitirán «desplegar líneas de trabajo vinculado a la mejora del ‘escudo social’, y avanzar hacia la reindustrialización y hacia un nuevo modelo productivo».

«Detrás de eso está lo que llamamos ‘alianza republicana’, que forman unos partidos que comparten un deseo de construir una cultura política de más democracia y la visión de un país plurinacional», afirma el economista.

Garzón espera que el Gobierno «sepa escaparse de una extrema derecha que condiciona permanentemente su discurso» y asegura que su futuro pasa por el «refuerzo de la confluencia de Unidas Podemos y refuerzo de la capacidad organizativa de Izquierda Unida y de la conexión que nuestra fuerza política tiene con la sociedad».