Al presidente de Extremadura le daba miedo que la vacuna le saliese rana

Al presidente de Extremadura le daba miedo que la vacuna le saliese rana. Eso es lo que uno podría entender de las declaraciones que este miércoles Guillermo Fernández Vara ofreció a cerca del ritmo de vacunación en su comunidad. «Teníamos que hacerlo con prudencia y con cautela los primeros días, hasta que tuviéramos la plena seguridad de que no había ninguna reacción. Esas fueron las razones», dijo el líder autonómico.

«Hemos entendido desde el rigor que era bueno que los primeros días esperáramos a ver los efectos de la vacuna, en forma de reacciones adversas y de efectos colaterales».«Una vez que hemos comprobado que no había ninguna reacción hemos agilizado la implementación de la vacuna», reconoce el socialista, desatando una ola de comentarios a su paso, ya que sus palabras pueden ser leídas desde varios ángulos.

Por un lado, uno puede cuestionar si acaso la validación y respaldo científico de la vacuna ha sido tan opaco o débil como para que un presidente y todo su equipo de asesores juzgue como buena idea el esperar unos días ‘por si acaso’. ¿No han bastado documentos médicos, aprobación por parte de agencias internacionales y las pruebas en humanos que las propias farmacéuticas han debido de realizar ya para estar seguros de su legitimidad? Desde luego, para los conspiratorios este tembleque de un presidente autonómico es una bomba.

Pero incluso en el hipotético caso de que sí conviniera ser precavido, que en realidad sería la actitud más lógica y normal por parte de una persona corriente, de a pie, que no es médico ni científico, y a la que todo esto le ha caído del cielo, entonces lo que parece venir a decir Vara es que se ha utilizado a los ancianos de las residencias como cobayas humanas. A ningún nieto o nieta le hará esto especial gracia.

Y si ninguna de estas opciones gusta, la restante sería la de pensar que las declaraciones de Vara ocurren porque no su Ejecutivo no tiene otra forma de explicar por qué ha inyectado solo un 53,4% de las dosis entregadas a día 13 de enero, frente al 79,4% de Asturias u 85,2% de la Comunidad Valenciana, habiendo recibido estas dos últimas comunidades más dosis que Extremadura.

«NO TENGO DUDA DE LA VACUNA»

Por tanto, Vara no sale bien parado en ninguno de los casos. Visto lo visto, el del PSOE se ha visto obligado a aclarar a través de Twitter sus palabras, en un mensaje que, no obstante, va con pulla final. «Cuando casi nadie me ha entendido es que lo he hecho muy mal. No tengo ni he tenido nunca duda alguna sobre las vacunas. Me confieso de haber pecado de prudencia. Acudo humildemente a pedir disculpas al juez supremo de las RRSS«, se disculpa el político, a quien parecen enfadarle un poco las habladurías y sensibilidades de la ciudadanía en las redes sociales.

Era lo que faltaba, porque ahora llega una usuaria como @gmaemejota para espetarle: «Y aquí amigos un ejemplo de cómo no hay que pedir disculpas después de meter la pata hasta el fondo». Habrá que ver si Vara no se convierte ahora en un nuevo adalid del negacionista en España, cosa que ya han lamentado desde Podemos o PP: «¿Es responsable, con el cargo que ostenta, sembrar dudas sobre la vacuna?», preguntan los populares.

Y es que a una persona de a pie a la que, hay que insistir, le cae todo esto del cielo y no tiene por qué estar al 100% seguro de vacunas ni de nada porque uno no tiene por qué tener esa obligación, especialmente si no eres médico (como sí lo es, de hecho, Vara), uno se pregunta si no deberían estar los políticos un poco más seguros de las cosas, que para eso estarán, podría pensarse.