Sanidad «roba» dosis a Madrid para darlas a comunidades que administran mal las vacunas

Las vacunas escasean. Bien sea porque se las ponen los consejeros y sus parejas sentimentales o porque no utilizan las jeringuillas adecuadas, lo cierto es que hay autonomías, como la Comunidad de Madrid, que se quedan día tras día sin dosis y nadie sabe muy bien por qué. Ahora, la Consejería de Sanidad ha anunciado que no quedan vacunas para los sanitarios. Se han quedado sin ellas porque se han utilizado todas las recibidas, que eran menos que las que les correspondían. El Gobierno ha enviado menos dosis a la Comunidad de Madrid de las que habían anunciado para compensar la falta de vacunas en algunas comunidades autónomas que directamente han gestionado mal la campaña. Vamos, que «roban» las dosis destinadas a la capital para entregárselas a quienes han aplicado una logística fallida, tal y como informan fuentes de la Comunidad de Madrid a MONCLOA.com.

Los datos oficiales hablan de que esta semana deberían haber llegado a la Comunidad nada menos que 48.500 dosis del producto de Pzifer, pero han llegado la mitad. Fuentes de la administración autonómica apuntan a que el Gobierno de Pedro Sánchez ha avisado ya al equipo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso de que en las próximas dos semanas tampoco recibirán el 100% de las vacunas prometidas. El motivo es exactamente el mismo: hay quienes están desperdiciando dosis por emplear jeringuillas con mayor capacidad de la recomendada por el fabricante de la vacuna y otros que directamente están desperdiciando dosis en personas a las que no les corresponde en absoluto. La sensación en la Comunidad de Madrid es que directamente les penalizan por aplicar bien su logística mientras que las autonomías que no hacen bien las cosas son «premiadas» por Sánchez.

La semana que viene, es decir, la última de enero, y la primera de febrero tendrían que llegar a la Comunidad de Madrid entre 43.000 y 45.000 dosis. De por sí son insuficientes si se pretende cumplir el calendario establecido que busca que en mayo se haya alcanzado en España la inmunidad de grupo. Pero el asunto se agrava si se piensa que el Ministerio de Sanidad ya ha dejado caer que no recibirán todas, que se vayan preparando. Si es como esta semana, no serán muchas más de 20.000, es decir, que solo se podrá vacunar a 10.000 personas en toda la semana.

Hay comunidades autónomas que no están gestionando del todo bien las dosis recibidas y éstas no pueden responder a la segunda dosis necesaria para completar la inmunidad. Para que estas personas que ya han recibido la primera dosis puedan completar el proceso de inmunidad, el Ministerio de Sanidad quita las dosis a la Comunidad de Madrid para garantizar que no se desperdicie la primera vacuna que se puso. En definitiva, si lo hacen mal, es el Ministerio de Sanidad el que lo resuelve, pero a costa de vacunar a menos madrileños. Mejor hacerlo así antes que hacer que los vacunados en una primera instancia rompan la cadena y se queden sin su segunda dosis en el tiempo correspondiente.

Hay quien dentro del PP considera que la razón por la que Sanidad ha decidido penalizar a la Comunidad de la capital y no a otra autonomía es por motivos políticos. El enfrentamiento entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a lo largo de la pandemia es motivo suficiente para sostener esta sensación que predomina en el PP de Madrid. Es cierto que el gesto de Sanidad de intentar que quienes han recibido la primera dosis no se queden sin la segunda es necesario para evitar males mayores, sin embargo, que solo robe las dosis a la Comunidad es, cuanto menos, llamativo.

No es de extrañar que tras estos datos, el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, haya asegurado que la Comunidad «se ha quedado ya sin vacunas», y por eso se ha visto obligada a «suspender las previsiones de vacunación de los hospitales» para el personal sanitario que trabaja en primera línea de covid-19. Ahora, los planes de la Comunidad tendrán que cambiar considerablemente para adaptarse a las dosis nuevas recibidas, que son menos que las prometidas, y así poder responder a las necesidades que tienen tanto los profesionales sanitarios como otros grupos de riesgo.

No es un secreto lo anteriormente descrito, pues el consejero de Sanidad ha asegurado durante su comparecencia ante el pleno de la Asamblea de Madrid que esta situación al «mal hacer» del Ministerio de Sanidad, que ha hecho que la región se haya quedado «sin vacunas para nuevos vacunados».