Las contraindicaciones de la comida frita para el cerebro y el corazón

Poder evitar o disminuir la frecuencia en la ingesta de comida frita, es una de las cosas indispensables para contar con una alimentación saludable. La manera que se consideró para medir el riesgo cardiovascular por el consumo de este tipo de alimentos, estuvo basada en el cumplimiento de un estudio científico que verificara la evidencia expuesta hasta la actualidad. Lo que se encontró fue una interrelación entre la ingesta y unas mayores posibilidades de padecer enfermedades cardiacas graves y posibles accidentes cardiovasculares.

Teniendo en consideración los resultados devenidos por el metaanalisis dado a conocer por Heart, perteneciente a la publicación British Medical Journal (BMJ), los peligros incrementan con cada una de las porciones adicionales a la semana de unos 114 gramos.

Básicamente, la dieta occidental no asegura una adecuada salud cardiovascular (sin nombrar excepciones relacionadas a las dietas mediterráneas y DASH), aunque no queda claro con exactitud el grado de contribución que puede proveer la comida frita a los riesgos de padecer enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares de gravedad, esto según lo establecido por los investigadores adscritos a la Universidad de Shenzhen, en China. Cabe destacar, que sobre esto último, se procedió a rastrear una base de datos de análisis (PubMed, EMBASE y Web of Science), esto con la finalidad de encontrar estudios interesantes y que hayan sido publicados hasta el mes de abril de 2020.

Se supo que se reunió la información de 17, donde se anexaban a más de medio millón de participantes (562.445) y 36.727 «eventos» cardiovasculares relevantes, incluyendo ataques cardiacos o derrames cerebrales, donde el objetivo era verificar el peligro de enfermedades cardiovasculares.

Se combinaron los datos de seis, tomando en cuenta 754.873 participantes y 85.906 muertes a lo largo de un periodo de evaluación que promediaba los 9,5 años, cuya finalidad era probar el vínculo esperado entre la ingesta de comida frita y las muertes ocasionadas por enfermedades cardiovasculares u otras causas.

Resultados de la investigación de la comida frita

El análisis evidencio que a diferencia de la categoría más diminuta de consumo semanal de comida frita, aquella con márgenes más altos de fritos se sustentó a un 28% de mayor peligro para padecer de eventos cardiovasculares de gran peso; mientras tanto un 22% de riesgo de contar con enfermedades coronarias. Por último,  el 37% tuvo peligros de insuficiencia cardiaca.

Cada una de las asociaciones se estabilizó cuando se procedió a estratificar en virtud de las diferentes características relacionadas al estudio y a todos los participantes. También, apareció una asociación lineal entre el consumo de comida frita y los primordiales sucesos cardiovasculares, de insuficiencia cardiaca y de enfermedades coronarias.

Los riesgos incrementaron en considerables proporciones (3%, 2% y 12%); así mismo, cada porción adicional en su conjunto llego a los 114 gramos por semana.

Diversos estudios anexaron solamente un tipo de comida frita, siendo los casos más destacados los de las papas fritas, el pescado frito y otros bocadillos, esto en detrimento del consumo total de alimentos fritos. Según lo dicho por los investigadores, pudo haber existido una subestimación de las asociaciones.

De ninguna manera pudieron localizarse asociaciones para las muertes producidas por enfermedades cardiovasculares u otras causas, aunque esto puede esta interrelacionado al espectro sumamente pequeño de participantes, esto según lo afirmado por los investigadores.

En lo que respecta a las limitaciones del trabajo, los creadores del estudio advirtieron que una está basada en el diseño de los estudios que incluyen el análisis tuvo variaciones considerables; aunado a ello, cada uno se enfocaron en la memoria de los participantes, unos escenarios que deben ser tomados en cuenta a la hora de interpretar los resultados acontecidos.

Teorías sugeridas por los investigadores

Pollo con papas fritas (con patatas fritas)

El grupo de investigadores estuvo comandado por Pei Qin, quien pertenece al Departamento de Bioestadística y Epidemiología de la Universidad de Shenzhen, destaco que no ha podido determinarse cuál de los alimentos fritos pueden afectar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, aunque sugirieron dos teorías posibles

En primer lugar, la comida frita hace incrementar el consumo de energía por el simple hecho de su contenido en grasa, con lo cual existirá una mayor cantidad de ácidos grasos trans que son nocivos por los aceites vegetales hidrogenados, que por lo general son empleados para ser cocinados.

En segunda instancia, las frituras pueden acrecentar la producción de los subproductos químicos que se vinculan a la respuesta inflamatoria del cuerpo. No obstante, los alimentos como las papas fritas y el pollo frito suelen tener altos índices de sal agregada, cuya esencia estará respaldada  por bebidas azucaradas, primordialmente cuando son servidas en establecimientos de comida rápida.