Ciudadanos se juega demasiado en las elecciones catalanas. El mayor problema es que las encuestas auguran que la formación naranja no obtendrá los resultados que consiguió en los anteriores comicios, algo que habla poco del «efecto Arrimadas». Es por eso que los pesos pesados de la formación, incluidos los autonómicos, se han puesto la ropa de campaña y han decidido trasladarse a la comunidad autónoma para echar todo por el todo e intentar que la candidatura de Carlos Carrizosa saque los mejores resultados posibles. Hasta el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se trasladará a Cataluña con el objetivo de hacer campaña por su partido.
No es baladí que Aguado haya tomado la decisión de trasladarse a Cataluña. Ciudadanos es una formación que se forjó en esta comunidad autónoma y desde la formación naranja no se pueden permitir el lujo de que el PSC del exministro de Sanidad Salvador Illa les pegue un buen mordisco a su electorado. Aguado, una de las caras más visibles y conocidas del partido de Arrimadas y que, además, ocupa un cargo de gestión importante en una administración autonómica, pretende dar un empujón a la candidatura de Carrizosa echándole un cable en una campaña en la que todos los partidos se juegan mucho.
Evidentemente, las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero estarán marcadas por la pandemia, pero también serán un termómetro que mida la temperatura electoral en todo el país después de uno de los años más convulsos que ha atravesado nuestro país. Un buen resultado de Ciudadanos que dé un giro a las últimas encuestas electorales podría suponer un punto de inflexión para la formación de Arrimadas, que desde que la diputada sustituyó a Albert Rivera al frente del partido no ha conseguido levantar cabeza. Aguado, en este contexto, es consciente de que un buen resultado de Carrizosa podría impulsar a su propia formación en Madrid. Ciudadanos quiere ser la sorpresa, como ya lo fue en Cataluña en las anteriores elecciones.
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid acudirá esta semana a Cataluña y arropará a Carrizosa en los mítines electorales. Aguado es de los pocos representantes de la formación naranja con cargos públicos notorios y con un perfil público lo suficientemente conocido como para que su traslado a Cataluña tenga un golpe de efecto, o al menos es lo que esperan desde el partido. El proyecto de Carrizosa tiene aún que convencer a muchos y estas dos semanas serán clave para apuntalar al partido en la tierra en la que nació. No será fácil.
Aguado ha tratado temas de Estado y no ha dudado en mojarse con las elecciones catalanas. De hecho, fue de los primeros en criticar al ministro de Sanidad por dejar este cargo con una relevancia especialmente notoria este año para embarcarse en otro proyecto político que poco tiene que ver con la pandemia del coronavirus. «Es propio de un gobierno que confunde el interés general con el suyo propio, que tiene alteradas las prioridades y que ignora la gravedad del momento que vivimos», aseguró el vicepresidente de la Comunidad de Madrid el pasado 25 de enero.
LAS ENCUESTAS
Los sondeos electorales no son, ni mucho menos, definitivos, pero sí que pueden dar una imagen de cómo está el pulso electoral de una región. Todos los realizados en Cataluña apuntan a lo mismo: Ciudadanos puede perder la mitad de sus diputados y de los votos, algo que haría que el efecto Arrimadas se disipara en cuestión de años dejando a la formación a la altura del betún. Y el problema es que quien le robaría los votos no sería ni el Partido Popular ni Vox, que andan inmersos en otra batalla por hacerse con la mayoría del voto de la derecha constitucionalista más marcada, sino que caerían en el saco del ministro de Sanidad, al frente del PSC en la comunidad autónoma.
La encuesta electoral del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat apunta a que Ciudadanos perdería la mitad de los escaños, prácticamente. Según los datos, la formación naranja pasaría de los 36 diputados que tiene actualmente a 12 o 13. Según otra encuesta electoral de NC Report para La Razón, el partido de Arrimadas pasará de los 36 a 14. Y si se miran otras encuestas, todas auguran algo similar, que Carrizosa se pegará un batacazo electoral casi tan grande como el que se dio Albert Rivera en cuestión de meses, con el paso de las elecciones generales de abril a las de noviembre.
