Marlaska ve deleznable la violencia pero pide a VOX que no «siembre dudas» sobre las elecciones

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado este miércoles que le parece «deleznable» cualquier tipo de violencia en respuesta a las críticas de VOX por los episodios de acoso que está viviendo en sus actos en la campaña electoral de Cataluña. Dicho esto, ha afeado al partido de Santiago Abascal que «siembre dudas» sobre los procesos electorales, pidiéndoles que reconozcan el trabajo de los Mossos d’Esquadra como «auténticos profesionales».

En la sesión de control al Gobierno, el diputado de VOX Javier Ortega Smith ha relatado los diferentes episodios de violencia que sufren en sus actos de campaña en Cataluña, pidiendo que se recuperen las competencias de seguridad para evitar lo que ha calificado de «auténtica vergüenza» consentida por el Ministerio del Interior.

«Tiene que decirle a sus socios que permitan celebrar unas elecciones sin el acoso de la gentuza de los CDR y los totalitarios», ha sostenido Ortega Smith, que ha quejado de que las elecciones no se celebran en libertad por estos actos de violencia, añadiendo que España no es ni Venezuela ni Cuba.

Grande-Marlaska ha contestado remitiéndose a otras campañas recientes y recordando que las elecciones se convocan en el marco del «autogobierno» de Cataluña. Además, ha defendido que existe cooperación con una «policía integral» como los Mossos d’Esquadra, que son los que tienen competencia en materia de seguridad en esta comunidad autónoma.

Acto seguido, ha aludido al asalto al Capitolio que se produjo antes de la salida de Donald Trump de la Casa Blanca. «Es un clásico que cada vez que hay elecciones», ha añadido, «VOX, la ultraderecha, siembra dudas sobre los procesos electorales».

Esto, ha dicho el ministro, le provoca «tristeza» y «miedo», sobre todo después de las imágenes vistas recientemente en una gran democracia. Tras un comentario desde la tribuna cuando estaba en el uso de la palabra, Grande-Marlaska ha añadido: «Los demócratas no tenemos miedo al fascismo».