Made in Spain vs Nutri-Score, el etiquetado que perjudica a los productos españoles

En tiempos en los que se podía viajar libremente por turismo, España seducía a los viajeros no solo por sus paisajes, atractivos turísticos y buen clima, sino también por su gastronomía. Más de 260.000 visitantes emprendieron viaje a España atraídos por su gastronomía en 2018, según datos de la Secretaría de Estado de Turismo. Lo que representó una facturación de más de 15 millones de euros. Los datos reafirman lo que para muchos es una obviedad. España es potencia mundial en turismo gastronómico. Su aceite de oliva, su jamón ibéricoy la calidad de sus productos, hacen de España uno de los destinos más elegidos por los turistas. Sin embargo, la decisión del ministerio de Consumo de implementar el Nutri-Score, un etiquetado frontal de alimentos, podría poner en peligro la buena reputación de los productos estrella de la dieta mediterránea.

La gastronomía española lleva años cultivando su buena reputación internacional. Los turistas la eligen porque es sinónimo de calidad y de salud. Ahora bien, ¿qué pasaría si de un día al otro, productos abanderados de la dieta española, como el aceite de oliva o el jamón ibérico, dejasen de ser percibidos como saludables? Más que una hipótesis, esto es lo que está ocurriendo tras la decisión del ministro de Consumo, Alberto Garzón, de poner en marcha el sistema Nutri-Score en España. 

El aceite de oliva al mismo nivel que un refresco azucarado y el jamón ibérico al nivel del ketchup. Nadie que conozca los beneficios y la calidad de estos productos puede creer que esto es cierto. Sin embargo, este es, a grandes rasgos, el resultado de la implementación del Nutri-Score en los productos estrella de la dieta mediterránea. 

Para quienes no hayan seguido de cerca el tema, el Nutri-Score es un sistema de etiquetado frontal de alimentos que clasifica a los productos de acuerdo a cinco colores (del verde al rojo) y cinco letras que van desde la A hasta la E. El algoritmo detrás de este “semáforo nutricional” identifica a los productos de menor y mayor calidad nutricional con el fin de impulsar tendencias de consumo saludable. Aunque la aplicación del Nutri-Score ha dejado ver ciertas fallas a la hora de concretar este objetivo. Sobre todo, al perjudicar alimentos que son considerados como la base de la dieta española.

Primero fue el aceite de oliva con una “C”. Lo que obligó a representantes del sector como la Interprofesional del Aceite de Oliva Español a exigirle a Consumo que ponga en valor la calidad de este producto básico para la dieta mediterránea. Como consecuencia, Consumo ha decidido ir por la senda fácil y directamente sacar al aceite de oliva de la lista de productos que utilicen el Nutri-Score. Sin embargo, para la la Sectorial Nacional del Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) con Denominación de Origen esto no es suficiente y buscan que el Nutri-Score otorgue al aceite de oliva virgen su máxima clasificación nutricional. 

Más allá del descontento en el seno del sector del aceite de oliva, la decisión de Consumo generó también una interna con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. El ministro declaró públicamente que solo dará apoyo al Nutri-Score si “trata justamente a los productos clave de la dieta mediterránea”. A su vez, Planas se refirió a la mala clasificación de otorga el etiquetado a alimentos como los embutidos ibéricos. Lo que dio lugar a otro debate: si se excluye al aceite de oliva, por qué no también excluir a otros productos como el jamón ibérico y el queso manchego. 

Desde la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) han denunciado que Nutri-Score “valora injustamente a los productos ibéricos”. Mientras que la Asociación Nacional de Fabricantes de Queso (Anfaque), ha solicitado que el Nutri-Score “otorgue a los quesos, la misma protección que otorga a otros alimentos típicos de la dieta mediterránea, tanto en el etiquetado español, como con vistas a un sistema armonizado en Europa”. 

Cabe recordar que, tal como lo han expresado desde Anfaque, el objetivo a largo plazo de la Comisión Europea es implementar un sistema de etiquetado armonizado a nivel europeo. Aunque esto no quiere decir que el sistema elegido sea el Nutri-Score. Por el momento, la Comisión no se ha pronunciado al respecto. Además, existen otras alternativas como el sistema NutrInform Battery, propuesto por Italia. A diferencia del Nutri-Score, el NutrInform Battery no penaliza ningún producto, sino que informa sobre las contribuciones de los alimentos con respecto a las necesidades diarias de nutrientes. El sistema italiano ya cuenta con apoyo de ciertos sectores en España. Recientemente, un portavoz de la Asociación Española de Denominaciones de Origen afirmó que, si bien el grupo no ha definido oficialmente su postura, cree que la etiqueta de batería está mucho más en en consonancia con la realidad. Dejando así en claro su apoyo al NutrInformBattery.

Mientras tanto, en España, crece el rechazo al Nutri-Score. Entre las últimas personalidades en manifestar su rechazo al Nutri-Score se encuentra el jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic (Barcelona) y promotor del mayor ensayo clínico sobre dieta mediterránea (PREDIMED), Ramón Estruch, ha denunciado que el Nutri-Score “no tiene sentido desde el punto de vista científico».

Hace un año, en el marco de una campaña de Spain Food Nation, le pidieron al reconocido chef Ferran Adrià, que seleccionara cinco alimentos que simbolicen España. Un ejercicio para explicarle a un extranjero la riqueza de la gastronomía española a través de cinco productos. Entre ellos, el chef seleccionó al aceite de oliva, al jamón ibérico y a los quesos españoles. Casualmente, todos aquellos productos que definen la dieta española, son los perjudicados por la aplicación del Nutri-Score. Un sistema que no defiende las cualidades de los productos locales y que pone en riesgo la imagen de los “Made in Spain” a nivel internacional. No se debe perder de vista, además, que este sector es un motor económico.

Desde hace tiempo, los turistas que llegan a España, siguen buscando productos locales incluso cuando vuelven a su país de origen. Ahora, debido a las restricciones de viajes, este negocio se ha intensificado ya que muchos eligen viajar a través de los sabores.Lo que significa una gran oportunidad para los productores españoles y empresas locales para expandir sus negocios y llegar a nuevos mercados internacionales. Como es el caso de la marca de jamón ibérico Cinco Jotas, que durante el confinamiento vio un crecimiento en sus ventas online en un 170%. Un negocio que podrá salir perdiendo en caso de aplicarse el Nutri-Score. ¿Qué pasará cuándo los turistas lleguen a las góndolas y vean que productos como el jamón ibérico o los quesos españoles, cuentan con un etiquetado rojo? En lugar de llegar a esa instancia, las autoridades españolas deben hacer todo lo posible por proteger los productos de la dieta española y repensar su elección del Nutri-Score.