Sánchez dice que nunca ha habido puentes con el PP y exige a Aznar que pida perdón por la guerra «injusta» de Irak

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado hoy que nunca ha habido «puentes» con el Partido Popular, al que acusa de hacer la oposición más «furibunda» de Europa. Además, ha respondido al expresidente del Gobierno, José María Aznar, que la semana pasada cargó contra los indultos, que él debería pedir perdón por haber metido a España en la guerra «injusta» de Irak. En su opinión, el expresidente es el pasado que ha vuelto al PP.

Sánchez ha realizado estas afirmaciones durante una entrevista en la Cadena Ser, en la que le han preguntado si después de la concesión de los indultos se han roto todos los puentes con el PP.

«Nunca los ha habido con un PP que solo considera que se puede cumplir la Constitución cuando ellos están en el poder», ha espetado Sánchez para acto seguido acusar a los populares de hacer una «lectura ventajista de cuál es la Constitución española».

En su opinión, el PP de Pablo Casado está haciendo la «oposición más furibunda de Europa», después de no haber reconocido la legitimidad del Gobierno y haber puesto en cuestión la calidad democrática de España en Europa respecto a la concesión de los fondos Europeos. Además, ha puesto como ejemplo de romper «los consensos básicos» el hecho de que ayer los populares mandaran una representación mínima en el homenaje a las víctimas del terrorismo que se celebró en el Congreso de los Diputados. Un homenaje en el que la AVT tampoco quiso estar por la asistencia de Bildu.

El jefe del Ejecutivo ha advertido de que aunque sea fuerte el empeño de Vox y del PP en «romper esos consensos» es más grande su determinación de mantenerlos.

CREE QUE A AZNAR LE HA DESBORDADO SU PROPIO PERSONAJE

Pedro Sánchez también ha cargado contra José María Aznar, tras sus críticas a la concesión de los indultos y le ha exigido que pida perdón por la «guerra injusta» de Irak en la que metió a España.

En su opinión, el expresidente del Gobierno se hace «poca justicia» a sí mismo y cree que «en muchas ocasiones hay personalidades políticas que son desbordadas por sus propios personajes». En este sentido, ha recordado que Aznar ganó las elecciones en 1996 «invocando a Manuel Azaña», el presidente de la República, y haciendo pactos con el nacionalismo tanto vasco como catalán. Pero, ha dicho, «posteriormente se transfiguró, mutó hacia algo completamente distinto».

Por ello, cree que el expresidente reivindica una figura que «no es tal en cuanto a su aportación histórica y la derecha digamos española en su entendimiento con el nacionalismo periférico». «Eso se ha perdido, eso se ha roto y vemos una figura distorsionada de lo que representó José María Aznar en esa primera legislatura», ha apostillado.

Y abundando en sus críticas a Aznar, ha señalado que lo primero que tendría que hacer es «pedir perdón por meter a España en una guerra injusta como fue la de Irak».

Además, ha apuntado que el expresidente tendría que ser más justo con la democracia española y le ha afeado que diga que el PSOE de Zapatero ganó las elecciones por el atentado del 11 de marzo o que haya dicho que Sánchez logró el Gobierno con una moción de censura con grupos políticos de los que él considera que no tienen ninguna legitimidad. «La legitimidad la deciden los españoles con sus votos en cada uno de los procesos electorales», ha argumentado.

«AZNAR ES EL PASADO QUE HA VUELTO AL PP»

Por ello cree que Aznar «representa al pasado» pero un pasado que «lamentablemente» ha vuelto a la dirección del PP porque, según Sánchez, marca claramente cuál es la línea.

De hecho, se ha mostrado convencido de que esa línea es la que siguen el propio Pablo Casado o la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Y por ello ha insistido en que el PP hace la «oposición más furibunda» de Europa frente a la que hace Illa en Cataluña o Espadas en Andalucía de ofrecer acuerdos.

Según él, esta sí es una oposición «de Estado» y «útil» que favorece las expectativas electorales y no la de Casado que, según Sánchez, es la de «levantarse todos los miércoles en la sesión de control con el ceño fruncido y soltar cuatro improperios al Gobierno de España».

Además, ha acusado a Casado de utilizar la pandemia como elemento de desgaste con el Gobierno y de no «arrimar el hombro» bloqueando las instituciones más importantes como el Tribunal de Cuentas, el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional a pesar, ha dicho, «de erigirse en valedores de la Constitución».

LA MOCIÓN DE CENSURA DEMUESTRA LA FRUSTRACIÓN DE LA DERECHA

No obstante, Sánchez cree que los ciudadanos tomarán nota y cuando llegue el momento sabrán evaluar bien y ha rechazado que le inquiete la moción de censura que ha anunciado Vox para septiembre.

De hecho, ha ironizado asegurando que «es que toca» porque ya hicieron otra en septiembre pasado. No obstante, cree que esto demuestra la «enorme frustración» de la derecha por la falta de una alternativa y de proyecto de país.

Ha aprovechado esta reflexión para volver a reiterar que el PP no tiene proyecto para Cataluña y que si no lo tiene para esta CCAA no lo tiene para España.

Sánchez dice haber echado en falta un proyecto nacional del PP que incorpore Cataluña porque, según él, los populares siempre han utilizado a esta región como «pim, pam, pum» para legitimarse en otros territorios. Pero cree que los ciudadanos no han seguido al PP ni en Colón, ni en las mesas petitorias contra los indultos que han puesto por toda España.

PIDE A ARRIMADAS QUE REVALÚE EL ESPACIO DE SU PARTIDO

En cuanto a la posición de Arrimadas, que este fin de semana pasado afirmaba que apoyaría una moción de censura si la presentaba el PP, Pedro Sánchez ha pedido a la dirigente naranja que revalúe cuál es su espacio dentro del sistema político español.

En su opinión, tiene poco sentido que Ciudadanos solo pacte con la derecha y la ultraderecha siendo un partido que se dice liberal. «Yo no conozco ningún partido liberal en centro Europa que solo pacte con la ultraderecha y la derecha», ha remachado.