Iturgaiz (PP) dice que es «una villanía para España» que quienes no condenan a ETA sostengan al Gobierno de Sánchez

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, ha considerado «una ignominia y una villanía para España» que sea quienes no condenan a ETA los que sostengan al Gobierno de Pedro Sánchez, en referencia a EH Bildu. Asimismo, ha denunciado que en Euskadi «todavía hay grandes carencias y grandes problemas de convivencia».

Iturgaiz ha tomado parte en Ermua en la clausura la Escuela de Verano Miguel Ángel Blanco, organizada por Nuevas Generaciones y el Grupo Parlamentario del PPE, cita que ha contado con la presencia del presidente del PP, Pablo Casado, así como de la presidenta de Nuevas Generaciones, Beatriz Fanjul, y de la máxima responsable de la formación en Bizkaia, Raquel González.

Previamente, todos ellos han realizado una ofrenda floral en el monumento que recuerda al exedil del PP de este municipio asesinado hace 24 años por ETA, tras tres días de secuestro. Junto a ellos se ha podido ver también al alcalde de Madrid y portavoz nacional del Partido Popular, José Luis Martínez-Almeida, así como al nuevo director de Área de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid, Toni Cantó, entre otros.

También se han acercado hasta el lugar el exconcejal de Vitoria Iñaki García Calvo -quien fue recientemente agredido en la capital alavesa-, así como Mikel Iturgaiz, hijo del presidente del PP vasco que fue días atrás insultado mientras disputaba un encuentro de fútbol. Ambos han sido saludados por el líder del PP, Pablo Casado.

En su intervención, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, ha recordado que muchos de los integrantes de Nuevas Generaciones no habían nacido cuando asesinaron a Miguel Ángel Blanco hace 24 años.

«Todos recordamos aquellos días, ese secuestro y asesinato en cámara lenta… ETA nos vino a avisar que el primero era Miguel Ángel Blanco, con el que socializaba el dolor y que iban a por los constitucionalistas, a por los que defendemos el País Vasco y España porque querían que desapareciéramos física y políticamente de esta tierra, aniquilarnos», ha censurado.

Iturgaiz, que ha recordado «el dolor de toda España» durante aquellos días, ha valorado la aportación histórica de Nuevas Generaciones, «los más valientes, los que daban el paso para estar en las listas del PP vasco».

Asimismo, ha recordado que Blanco, como concejal de Ermua, no tenía sueldo y cobraba por las comisiones en el Ayuntamiento de Ermua «350 pesetas, dos euros y medio por defender a España, al PP, a Ermua». «El ejemplo personal, político e institucional que dio siendo concejal ETA no se lo perdonó, ni a él ni a otros compañeros y fueron a por todos nosotros para que desapareciéramos», ha reiterado.

Por ello, Iturgaiz ha reclamado a los jóvenes que sigan luchando y apoyen a las Nuevas Generaciones de Euskadi, «ya que en esta tierra todavía hay grandes carencias y grandes problemas de convivencia». «La convivencia en Euskadi todavía es frágil no por culpa de nosotros sino por culpa de los de siempre», ha denunciado.

En este contexto, ha apostado por «romper las cadenas del silencio» en el País Vasco, donde «radicales de extrema izquierda, de la izquierda abertzale quieren seguir imponiéndonos las pautas». «Los jóvenes de Nuevas Generaciones sois la tolerancia, el respeto la pluralidad, la libertad, los derechos humanos y ellos son todo lo contrario», ha incidido.

En su alocución, Iturgaiz se ha referido así la paliza sufrida por un estudiante de la UPV/EHU en el campus de Vitoria solo por «defender España y la Constitución», así como la agresión al exconcejal de Vitoria Iñaki García Calvo y los recientes insultos sufridos por su propio hijo cuando disputaba un partido de fútbol en Gernika. «Eso es lo que sobra de esta tierra», ha reprobado.

Por último, Iturgaiz ha alertado de que quienes «aplaudieron y justificaron» el asesinato de Miguel Ángel Blanco «hoy están sentados en el Congreso y en las instituciones». «Además, todos ellos, los de Bildu, que son los que justifican el terrorismo, no condenan a ETA, esas extorsiones y acosos a jóvenes del PP son los que sostienen al gobierno de Pedro Sánchez», ha advertido, para añadir que eso supone «una ignominia y una villanía para España».

Por su parte, la presidenta de Nuevas Generaciones, Beatriz Fanjul, ha recordado la figura de Miguel Ángel Blanco, «un chaval con inquietudes al que por pensar diferente lo asesinaron».

Asimismo, ha defendido que el de hoy es un día para recordar a los que dieron la cara «cuando solo podían rompérsela». «A los que optaron por ser concejales en permanente estado de excepción. A quienes iban escoltados a cambio de nada y con una candidatura a las páginas de esquelas de los periódicos. Son los grandes héroes de la democracia. El PP vasco es un ejemplo para los españoles», ha remarcado.

Tras valorar que los terroristas de ETA han dejado de matar, ha denunciado, sin embargo, que «sus herederos están presentes en las instituciones sin condenar el asesinato como arma política y son socios preferentes del gobierno de España».

«En la calle nos siguen señalando y agrediendo. ¿Os imagináis que señaláramos nosotros a los hijos de los asesinos, que persiguiéramos a Otegi recordándole su pasado como pistolero de ETA o como torturador de sus rehenes? No, porque tenemos dignidad, memoria y justicia», ha finalizado.

ASESINATOS SIN RESOLVER

Por último, la presidenta del PP de Bizkaia, Raquel González, ha recordado que aún quedan pendientes de resolver más de 300 asesinatos por parte de ETA y se ha preguntado «qué justicia es esa».

En este contexto, ha advertido que a quienes se niegan a condenar los asesinatos de ETA «los abraza» el Gobierno central y se ha preguntado qué se puede esperar de un Ejecutivo «amnésico selectivo al que se le olvida la memoria más reciente».

«El PSOE ha perdido la dignidad y batalla contra la historia del terrorismo y el PNV se aprovecha de esa debilidad manifiesta del gobierno», ha lamentado.

Por último, ha apostado por defender el legado de Miguel Ángel Blanco y ha confiado en que las víctimas del terrorismo volverán a ser «respetadas y honradas», algo que «no pasará hasta que Pablo Casado esté en Moncloa».