Ximo Puig coge el gusto a la mano dura y apuesta por más restricciones para reforzar al PSOE

La lectura del presidente de la Comunidad Valenciana no es solo sanitaria. También es política. Desde el PSOE de Valencia tienen claro que dar una imagen contundente y dura ya es una seña de identidad de Ximo Puig. Por eso, el presidente autonómico ha dado un paso adelante, a pesar de las críticas, y ha vuelto a saltarse derechos fundamentales con tal de «controlar» el ascenso de contagios. Ya hay toque de queda y otras restricciones que afectan al comercio. El problema no es que Puig tome estas decisiones por el bien sanitario de los valencianos, sino que fuentes del PSOE reconocen que es rentable dar una imagen contundente contra la pandemia para «contraponer» la gestión de Puig a la de la líder popular de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

El presidente de la Comunidad Valencia no se ha resistido al ascenso de contagios y ha tomado medidas, tal y como han hecho otras comunidades autónomas. Puig ha vuelto a decretar el toque de queda por municipios, además de otras restricciones que prevé que convivan con la actividad turística. Este miércoles, la incidencia acumulada del Covid-19 en la Comunidad Valenciana se ha situado por encima de los 368 contagiados por cada 100.000 habitantes y el PSOE ha considerado oportuno plantarse y volver a contraponer su gestión a la de Ayuso.

Puig, a sabiendas de que decretar estas restricciones no contenta a los comercios especialmente, ha pedido diez días para ver el impacto de las restricciones adoptadas y ha confiado en llegar a agosto en «la mayor normalidad posible». Puig ha insistido en que la pandemia está en un «momento delicado» y ha pedido a los suyos a esperar esos diez días para comprobar el impacto que tienen las restricciones. El jefe del Consell asegura que no se llegará al mes de agosto en una situación de «plena normalidad», pero sí en la «mayor posible». Sin embargo, desde el PSOE reconocen que parte de esta actitud está relacionada con la lectura política. 

Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha plantado y asegura que no piensa imponer más restricciones a la espera de que la campaña de vacunación surta efecto, Ximo ha entendido que lo mejor para él es hacer justo lo contrario. En cualquier caso, la Comunidad Valenciana presenta una situación por covid bastante peor que la de la capital.

Valencia ha sido la primera capital española en recuperar las restricciones. Y no es casualidad. Tan pronto como se vio un aumento del número de contagios, Ximo recuperó ese espíritu de mano dura e impuso en pleno verano (julio) el toque de queda y la limitación las reuniones sociales, públicas y privadas a un máximo de diez personas en toda la comunidad. Como siempre, justo lo contrario a lo que hace la Comunidad de Madrid. E insistimos, no es casualidad.

Las razones que llevan a Puig a tomar estas decisiones no son solo de criterio sanitario. Se han dado puntos en la pandemia donde los contagios de la Comunidad de Madrid eran menos que en la Comunidad Valenciana. La incidencia no siempre ha sido mayor en Madrid a pesar de que hay mucha más población repartida por kilómetro cuadrado y Ximo siempre ha seguido tomando medidas restrictivas (las más duras del país). Ahora, los comerciantes se quejan pero Ximo está tranquilo porque el grueso de su electorado valora que tome decisiones de este estilo.

El tribunal ha avalado por completo las medidas restrictivas de Ximo Puig mientras que en las Islas Canarias ha pasado exactamente lo contrario

El presidente autonómico valenciano también cuenta con el aval del Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Es curioso que en este caso este tribunal haya avalado por completo las medidas restrictivas de Ximo Puig porque en las Islas Canarias ha pasado exactamente lo contrario. La Justicia tampoco se aclara porque hay quien considera que tomar estas decisiones es una violación de los derechos fundamentales y quien opina que están justificadas por la situación que vive el país.

El PSOE sabe que su rival no es Pablo Casado, sino la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Saben que no se puede competir con el PP y con el efecto Ayuso (ese que ha impulsado a Casado en las encuestas) e insisten en hacer justo lo contrario a lo que haga la presidenta. Saben incluso que es mejor tirar de toque de queda por municipios concretos (así como de limitar el derecho de reunión) en plena temporada turística que imitar ese eslogan de «libertad» que tantos votos le ha dado al Partido Popular.

«Estamos en condiciones de parar esta ola, y hay que hacerlo desde la corresponsabilidad, atendiendo a las dificultades que hay en la expansión de la variante Delta», ha asegurado Puig. Después, el presidente de la Comunidad Valenciana ha asegurado que está a tiempo de para esta ola y que es compatible con el ocio.