La serie sísmica de Alborán deja más de dos mil terremotos desde abril

Una serie sísmica con epicentros en el entorno sur del mar de Alborán, que ha dejado terremotos que se han podido sentir en Melilla pero también en puntos de Granada, Málaga o Almería, ha registrado desde principios del pasado mes de abril de 2021 hasta la mañana de este lunes un total de 2.139 sismos de distinta intensidad, la de la gran mayoría de ellos baja, alcanzando un nuevo máximo este pasado sábado cuya magnitud ha sido recalculada en 5,1.

Fueron más de diez seísmos los detectados hasta última hora de la tarde de este pasado sábado, el primero y mayor de ellos con una magnitud de 4,9 grados en la escala de Richter, ahora de 5,1 tras un cambio en la medición. El día después, el mayor de los seísmos en esta serie registrados este domingo ha alcanzado una magnitud de 3,2 grados, según los datos facilitados en la web del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que registra 25 este lunes hasta el mediodía.

Fuentes consultadas en la Red Sísmica Nacional han explicado que son muchos de ellos réplicas más pequeñas del registrado el sábado, las cuales pueden prolongarse por un mes o más tiempo en esta zona de fallas cuya actividad «va a seguir un tiempo» después de un mes de agosto con aumento de la frecuencia y una ligera subida de la magnitud en algunos de estos terremotos.

Inmediatamente por debajo en magnitud al de este pasado sábado, estarían el registrado el pasado 19 de junio, de 4,7 grados, y el 30 de julio, de 4,5.

De los más de 2.000 registrados desde abril, cuando se reactiva la serie, 104 han sido de magnitud igual o mayor a 3 grados; y 16, a 4 grados. Un total de 111 fueron sentidos por la población, sobre todo en Melilla, a unos 60 kilómetros del entorno donde suelen localizarse los epicentros de estos seísmos, pero también en localidades de Málaga, Almería o Granada, sin que estén dentro de ellos los de la serie que afecta desde diciembre a la capital y el área metropolitana granadinas.

En el área sur de Alborán, se prevé que se sigan registrando terremotos de distintas magnitudes, habiendo habido uno de 6,3 grados en el año 2016, con la particularidad que tiene esta serie de tener el origen en el mar, y por tanto «lejos de la población». La distancia lleva a «atenuar las ondas sísmicas», explican desde la Red Sísmica Nacional.

Son movimientos sísmicos que conforman esta serie de terremotos detectada en los últimos meses en la zona sur del Mar de Alborán, que entre el 17 de abril y el pasado 12 de agosto contabilizaba unos 1.500 terremotos de diversa intensidad, algunos de los cuales fueron también sentidos en Melilla, Almería, Granada o Málaga. En algo más de medio més, por tanto, se han contabilizado, otros 600 aproximadamente.

El IGN es una Dirección General del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Ejerce, a través de la Red Sísmica Nacional, las funciones de planificación y gestión de sistemas de detección y comunicación a las instituciones de los movimientos sísmicos ocurridos en territorio nacional y sus posibles efectos sobre las costas, así como la realización de trabajos y estudios sobre sismicidad y la coordinación de la normativa sismorresistente.

RECOMENDACIONES BÁSICAS ANTE UN TERREMOTO

Si se percibe un terremoto, los expertos llaman a tratar de mantener la calma y seguir los consejos del 112, que ha advertido, en relación con la serie sísmica de Granada, que lo idóneo es «siempre quedarse en el lugar en el que se esté hasta que finalice el temblor y no entrar ni salir del lugar» donde uno se encuentre.

Los expertos de la Universidad de Granada (UGR) recomiendan en la web que, en una situación así dentro de un edificio, se busquen «estructuras fuertes» o situarse «bajo una mesa o cama (o junto a ellas)» o un sofá o mostrador, «entre dos filas de asientos (teatros y cines), en un rincón y sobre todo» protegiéndose la cabeza. Hay que mantenerse «alejado de paredes exteriores, ventanas, cristalerías y vitrinas, también de muebles pesados u objetos que puedan caerse». No se recomienda utilizar el ascensor y nunca huir «precipitadamente hacia la salida».