Génova ‘obliga’ a Almeida y Ayuso a vender su «buena relación» para contener la caída de Casado

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ya no está a verlas venir. Ahora toma la iniciativa. Y más cuando se trata de contener su caída en las encuestas. Desde que el presidente popular quiso cortar las alas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, poniendo obstáculos a su ascenso político, en Génova ven con preocupación cómo Casado cae en las encuestas. Que ahora el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el elegido por Génova para frenar las aspiraciones de la presidenta, y la propia Ayuso estén concediendo entrevistas (incluso conjuntas) para dejar claro que la relación entre ambos es magnífica no es una decisión tomada en el seno de Sol ni en Cibeles. Se trata de una «sugerencia impuesta» por la directiva de Génova para contener la caída libre de Casado. Pero por mucha relación que haya entre ambos, lo cierto es que Casado sigue apostando por Almeida (desde una posición aparentemente neutral).

Las órdenes internas de Génova suelen venir en forma de sugerencias. Desde Sol y Cibeles aseguran no haber recibido la imposición de tener que conceder estas entrevistas conjuntas, pero lo cierto es que ambas administraciones populares han recibido, tal y como aseguran fuentes a este medio, la «sugerencia impuesta» de que había que ofrecer una imagen de unidad. Todo esto responde a las encuestas electorales y a la información sobre la guerra fría que se vivía en el PP. Casado es un «obseso de la prensa». Tanto él como su equipo. Y no soportaba la idea de que se vendiera el relato de una guerra entre él y la presidenta autonómica. Así pues, la maquinaria interna de Génova se puso a funcionar e hizo llegar la necesidad de vender una «imagen de unidad» que no se cree nadie puertas hacia dentro.

Ayuso quiere acelerar con la celebración del congreso del PP de Madrid

Mientras que Ayuso quiere acelerar con la celebración del congreso del PP de Madrid, Casado quiere frenar. Esta estrategia que busca vender una imagen de unidad que poco le importa a la Comunidad de Madrid viene urdida desde el «taller» del secretario general del PP, Teodoro García Egea. Sin embargo, no consiste solo en eso el plan de Teodoro. Casado, al mismo tiempo, está enfriando la celebración del congreso para ver quién preside el PP de Madrid y espaciándolo en el tiempo para que la estela de la presidenta de la Comunidad de Madrid y el efecto Ayuso pierdan fuerza. Ayuso quiere que se celebre cuanto antes. Casado quiere, al igual que con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que pase el tiempo a ver si su liderazgo se consolida gracias a las encuestas.

 «Nada nos gustaría más que celebrar la llegada de Casado a la Moncloa», aseguraron en una entrevista conjunta el alcalde y la presidenta autonómica. Un mensaje que parece más propio del entorno de Casado que el de dos activos políticos que, pese a lo que digan en público, sí que están inmersos en una guerra fría por ver quién controla el PP de Madrid, tal y como aseguran las fuentes a MONCLOA.com. La diferencia es que Almeida no está en esta pugna porque quiere, sino porque se ha convertido en la herramienta favorita de Casado para todo. Primero fue el nombrarle portavoz cuando era un verso libre en Génova. Y ahora el sugerirle que se presente contra Ayuso para presidir el PP de Madrid.

La pugna real, cuentan las fuentes, es la que Casado tiene con Ayuso. Y decimos Casado porque la presidenta de la Comunidad de Madrid no tiene más aspiración que seguir creciendo a nivel político. Es el presidente del PP quien teme que el ascenso de Ayuso le afecte y amenace su reinado en Génova. Especialmente si no es capaz de urdir una mayoría suficiente como para gobernar después de las elecciones generales. Entretanto, la idea es enfriar el «efecto Ayuso» lo máximo posible, dado que el único activo del PP capa de dar un golpe sobre la mesa en las encuestas es el de la presidenta de l aComunidad de Madrid, tal y como se puede ver en los mismos sondeos.

En esas entrevistas conjuntas, tanto Ayuso como Almeida han hecho suyas las consideraciones de Casado y han repetido hasta la saciedad que «no tocaba» hablar del asunto de la celebración del congreso del PP de Madrid. En Sol, sin embargo, consideran que es absolutamente necesario celebrar el congreso cuanto antes dado que está completamente descabezada la organización desde que Ana Camíns se hizo con la secretaría general del PP de Madrid. Ayuso quiere hacer cambios y comenzar a estructurar un PP liberal nacido de las cenizas del de Esperanza Aguirre y Casado se niega a acelerar este proceso porque considera que le puede afectar de mala manera.

CAMÍNS, FUERA DE JUEGO

La senadora Ana Camíns es una víctima de las constantes promesas. Pablo Casado y ella tienen una buena relación que nunca ha fructificado en algo relevante. Camíns ha recibido todo tipo de promesas por parte de Génova sin que ninguna se acabara por cumplir. Primero se habló de una consejería que nunca llegó, luego de la presidencia de un PP de Madrid que se quedó en los laureles y ahora se habla de nuevas promesas una vez Casado sea capaz de llegar a la Moncloa. Lo que queda claro es que el futuro político de Madrid no se quedará en el PP de Madrid, dado que Ayuso pisa fuerte y ella no motiva a ningún militante del Partido Popular.

Hay que tener en cuenta que Camíns estaba en la pugna por presidir el PP de Madrid y que incluso era la apuesta de Casado cuando Almeida y Ayuso también se proponían a nivel interno para presidir el PP de Madrid. El problema y lo que hundió las expectativas de Camíns fue que Ayuso arrasó en las elecciones y se convirtió en un rival político al que no se le podía decir que no a nada. Ahora, Camíns no es ni tercera vía. El PP de Madrid no es para ella y la senadora ya ha puesto el ojo en que Casado llegue a la Moncloa. Desde luego, Casado le debe una.