La temperatura de los lagos aumenta 0,5 grados en los últimos 40 años

Una investigación internacional, coordinada desde el Institut Català de Recerca de l’Aigua (ICRA), ha mostrado un aumento medio de 0,5 grados en la temperatura media del agua superficial de los lagos del planeta en los últimos 40 años y una reducción del periodo cubierto de hielo de 10 días.

En un comunicado del ICRA –centro adscrito a la Universitat de Girona– este lunes, el investigador de la Vrije Universiteit Brussel (VUB) y autor principal del estudio, Luke Grant, ha explicado que muchas especies ya están notando estos cambios: «A medida que los impactos sigan aumentando en el futuro, corremos el riesgo de dañar gravemente los ecosistemas, incluida la calidad del agua y las poblaciones de especies de peces autóctonos».

Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Geoscience’, han augurado que a finales del siglo XXI, en un escenario de bajas emisiones, se estima que el calentamiento medio de los lagos se estabilice a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales y la duración de la capa de hielo será 14 días más corta.

Sin embargo, en un escenario de altas emisiones, el estudio prevé que los cambios podrían conducir a un aumento de 4 grados y 46 días menos de hielo.

Para el investigador del ICRA y coordinador de la red internacional del estudio, Rafael Marcé, la relevancia de la investigación es que «por primera vez» pueden descartar que estos cambios observados estén causados por la variabilidad natural del sistema climático.

Marcé ha explicado que la comparación de las simulaciones históricas con los datos de lagos en los últimos 40 años es contundente, pues «los lagos se calientan y tienen cada vez menos hielo, y esto no se puede explicar de ninguna otra manera que incluyendo el cambio climático inducido por el hombre en las simulaciones».

Según el experto en clima de la VUC y coordinador del estudio, Wim Thiery, los resultados subrayan «la gran importancia del Acuerdo de París en la protección de la salud de los lagos», y ha añadido que si se consiguen reducir drásticamente las emisiones en las próximas décadas, aún se pueden evitar las peores consecuencias para los lagos de todo el mundo, en sus palabras.