Expertos abogan por eliminar la mascarilla en los patios

El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública e investigador del Fisabio, Salvador Peiró, considera que «no tiene ningún sentido» mantener la mascarilla en espacios abiertos como los patios de los colegios, pero hay que estar «muy vigilantes» con los espacios cerrados multitudinarios por «el peligro» de que en ellos se produzcan brotes masivos.

Peiró, en declaraciones, ha descartado que el repunte de casos covid que se está registrando –un 75% este lunes en la Comunitat Valenciana en comparación a la semana anterior– sea la antesala de una sexta ola como las anteriores gracias al alto índice de vacunación, sino que corresponde a «una estabilización del descenso». No obstante, ha advertido que hay que estar preparados para «dar pasos hacia atrás».

En ese sentido, ha explicado que «no tiene ningún sentido» mantener las mascarillas en los patios porque en estos momentos la trasmisión es «muy reducida», a no ser que los niños estén muy juntos durante mucho rato, los aerosoles no perduran, y los pequeños «no suelen hacer covid grave y muchas veces ni se enteran que lo tienen».

Por contra, defiende la obligatoriedad de las mascarillas en interiores, junto a la ventilación, porque los aerosoles «perduran mucho tiempo, incluso cuando la persona contagiada ya ha ido». En concreto, apunta a que la vigilancia debe centrarse en eventos masivos en espacios cerrados ya que pueden generan brotes importantes que puede «marear» la situación epidemiológica incluso de una provincia.

Peiró ha aclarado que «el peligro de brote» en espacios cerrados no se refiere solo al ocio nocturno sino cualquier lugar interior con mucho aforo ya sean «lugares de culto o casales falleros en los que se reúne más de cien personas en una planta baja».

Respecto a los grandes eventos en el exterior, como los festivales, mantiene que dada la incidencia actual y la alta vacunación se deben permitir, pero que pedir el pasaporte covid o PCR negativas en estas circunstancias es «poco útil». No obstante, advierte de que «música, alcohol y baile se relacionan mal con las restricciones sociales» y si se registran «brotes tocará dar marcha atrás».

En ese sentido, comenta que precisamente por esta alta cobertura del 90% de la población diana entramos en un escenario nuevo en el que hay que «seguir aprendiendo de los datos y no guiarse por hipótesis preconcebidas» y estar preparados para dar «pasos adelante y atrás» y estar atentos a si decae la inmunidad y a la aparición de nuevas variantes.

Por ello, aunque no se puede determinar la evolución de la trasmisión, no augura consecuencias de saturación hospitalaria como en las anteriores ya que los sueros protegen de una evolución grave y de la muerte por covid, pero no de poder contagiar y contagiarse.

DOSIS DE REFUERZO

Por otro lado, apunta que aún no hay datos técnicos que avalen la vacunación de los menores de 12 años y dado que no evolucionan a una covid grave hay «hilar muy fino» en el coste-beneficio de inocularlos. Del mismo modo, descarta «en el momento actual» una dosis de refuerzo en la población general. En ese sentido, ha recalcado que la variante Delta es «tal malvada» que no deja entrar a otras, por lo que mientras los sueros aprobados mantengan la efectividad se mantendrá la inmunidad vacunal.

En cualquier caso, ha urgido al 10% de población diana que no se ha vacunado a hacerlo por «ellos mismos» porque ‘la estrategia del polizón’ –yo no me vacuno y los demás me protegerán– no sirve con la covid como sí ocurre con el sarampión.

Asimismo, ha recalcado aunque en el hemisferio sur y en Australia no ha habido una incidencia de gripe, que ha vinculado con las restricciones que aún se mantienen, en Europa hay que estar preparados con la vacunación a los mayores de 65 años y personal esencial para evitar «una saturación hospitalaria». «No nos puede pillar con el paso cambiado porque pensemos que no habrá gripe», ha señalado.