Apelación a la ética en la política, la religión y los medios en el III Encuentro Interreligioso

Los participantes en la segunda jornada del III Encuentro Interreligioso, celebrada este sábado en Santiago, ha apelado unánimemente a la ética como valor trascendental y de base, que debe regir la vida política y religiosa, así como los medios de comunicación.

En la mesa de debate ‘Sociedade, política e relixión. Retos de futuro para España’, han participado la ministra de Defensa, Margarita Robles; el cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla; y el profesor de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y expolítico gallego, Xosé Luis Barreiro Rivas.

En su intervención, la ministra ha incidido en la importancia de la ética en el contexto político, algo que parece haber echado en falta durante la pandemia de covid. Según ha explicado, si bien el coronavirus, que dejó a todos en una situación nueva, especialmente vulnerable, sacó lo mejor de gran parte de la sociedad –«que demostró mayor solidaridad y compromiso, y en este sentido ha hecho especial referencia al papel de las fuerzas armadas»–, no fue así en todos los casos.

«La covid se ha utilizado como herramienta arrojadiza en países de todo el mundo, también en España. La reflexión que hago es si un drama de estas características es razonable que pueda utilizarse políticamente por parte de la oposición para atacar al Gobierno, y por parte del Gobierno hacia la oposición. Que pueda haber debate y controversia sobre este tema, me preocupa mucho», ha asegurado Robles.

Al hilo de esto, la responsable de Defensa también ha se mostrado inquieto por el auge de las corrientes antivacunas, que «hacen una política con una finalidad clarísima: desestabilizar al Gobierno que sea, sabiendo que cuando uno no se vacuna, se genera un riesgo para el resto».

Todo esto, ha señalado, «entronca» con el populismo, con el que asegura ser «muy crítica». «Lo vemos en Europa del Este o en Estados Unidos con Donald Trump. A mí me da mucho miedo cuando veo aquí ese ambiente de crispación y confrontación. Sin ninguna duda, aquí hay una realidad, que es que cualquier pretexto es bueno para utilizar como elemento de confrontación y no de concordia», ha apuntado.

«LAS COSAS NO SON LO QUE SON, SON LO QUE PARECEN»

Como respuesta a esto, ha subrayado que los políticos deben tener «una fuerte voluntad de servicio y compromiso con los vulnerables y aquellos que más lo necesitan», pero ha reconocido que, en ocasiones, es complicado. «Si planteas algo que no es políticamente correcto, sabes que te van a dar por todos los lados. Muchas personas me dicen que para que se van a meter en un cargo público si los van a crucificar todos los días», ha lamentado Robles.

La ministra ha insistido en que la política debe ser «muy exigente con sus planteamientos éticos», así como deben serlo los medios de comunicación y las redes sociales. Sobre este último aspecto, Robles, aunque ha reconocido que han traído «muchas cosas positivas», ha afirmado que también han influido en el clima de polarización, de falta de respeto y convivencia.

«¿Qué ejemplo le estamos dando a los niños si en vez de trasladar ese mensaje de valores humanos, de respeto y de importancia del diálogo, nos estamos lanzando los trastos a la cabeza?», se ha preguntado Robles que, respecto a los medios, ha lamentado que cada vez se centren más «en lo que vende» y no en lo que es. «Desgraciadamente, las cosas no son lo que son, son lo que parecen. Si yo hago una gran gestión pero no se difunde, no existe», ha aseverado.

Robles ha aportado otra reflexión al debate al afirmar que «no podemos vivir en un mundo aislado», ya que «nada de lo que pasa a nuestro alrededor es ajeno». A este respecto, ha recordado la erupción del volcán de La Palma, donde se debe mostrar solidaridad y apoyo «más allá de los 10 días que los medios están allí».

La ministra ha recordado además que actualmente hay abiertas 25 guerras, con 71 millones de refugiados en el mundo «que viven en condiciones precarias». «Aquí en España lo hemos visto en Canarias. A pocos kilómetros de aquí hay verdadera pobreza, gente que prefiere arriesgarse a morir en el mar que vivir en un país en el que no tienen ninguna oportunidad», ha destacado, tras lo que ha incidido, en ese contexto, en la situación que viven las mujeres y niñas, para las que ha pedido un plus de esfuerzo y educación en valores.

«Creo profundamente en el ser humano, que es audaz, comprometido y valiente. Por eso pido que no tengamos miedo. Es muy difícil intentar transformar el mundo, pero hay que intentar hacerlo con esfuerzo y compromiso. Los políticos a nivel nacional e internacional tenemos un cometido: cambiar el mundo desde la ética», ha concluido Margarita Robles.

RETOS DE UNA SOCIEDAD MULTICULTURAL

Por su parte, el cardenal Amigo ha apelado al diálogo y a «escuchar para servir». «La convivencia y la política es el bien común, y debemos preservarla», ha defendido. Además, ha alabado y agradecido el trabajo realizado por la clase política, «que piensan en nuestros problemas y que sacrifican muchas cosas».

Amigo también ha abordado los retos que presentan en el futuro las migraciones y el horizonte multicultural que espera a la sociedad. La integración cultural, ha explicado, es muy difícil, así como la laboral. «Al que llega se le considera enemigo, se considera que nos va a robar el pan; un usurpante», ha lamentado.

Para la integración religiosa, Amigo ha abogado por el diálogo y el respeto. «No debemos imponer nunca y, lo que tenemos compartirlo», ha subrayado. El cardenal ha puesto de ejemplo el islam, «que es la religión de la misericordia y de la paz». «El problema no es el islam, es el fundamentalismo; el que lo utiliza para actuar en nombre de Dios y no para amar a sus hermanos», ha aseverado.

Amigo ha propuesto los valores de la religión, como la ética, para evitar estos fundamentalismos y promover la paz.

«LA IGLESIA SE HA QUEDADO ATRÁS»

En la misma línea se ha expresado Rivas que, tras realizar un repaso por la historia de la Iglesia y el Estado y como se han interrelacionado, ha analizado los problemas a los que se enfrenta la religión socialmente.

«Ahora las religiones son formas complementarias de entender la vida, no están consideradas en el estricto término en el funcionamiento de la colectividad como esenciales. Y la Iglesia no se está enterando; la gente se está marchando», ha explicado.

El profesor de la USC ha apuntado que hoy la Iglesia se presenta como un «paquete desfigurado hasta el extremo», donde todo lo que representa «no es moderno». Asegura que han perdido «identidad, práctica» y que el Estado, «laicamente», «ha adelantado» a las religiones en aspectos relacionados con los valores morales, también la democracia.

«La democracia tiene un peso y un valor tan importante… los que no son democráticos, quieren serlo, los dictadores, disimulan serlo… ya no se puede decir nada sin el discurso de la democracia. Me da la sensación de que los católicos no hemos integrado ese valor. La democracia laica trabaja por la paz, por dar recursos a quien no los tiene, por la solidaridad, pero a la vista de la gente, nos ha adelantado. Ahí hay más esperanza de futuro. Creo que nos hemos quedado atrás», ha señalado Barreiro Rivas.

El expolítico ha lamentado que «todavía hoy, cuando hay en un problema social, se piensa en hacer una nueva ley, y no en los valores morales y éticos». Rivas ha apostado por, «estando seguros de nuestros valores, integrarlos» mediante el diálogo; un diálogo que «no tendrá ninguna importancia si no recuperamos nuestra conexión con los valores modernos». «Debemos recuperar nuestra identidad y nuestra relevancia», ha insisitido.