La oposición afronta dividida los Presupuestos catalanes a la espera de la negociación Govern-CUP

Los grupos parlamentarios que descartaron apoyar la investidura del presidente del Govern, Pere Aragonès, afrontan la tramitación de los Presupuestos de 2022 desde posturas divergentes y a la expectativa de los avances de las negociaciones entre el Govern y la CUP, que sí apoyó al presidente republicano y con la que su Ejecutivo centra la negociación presupuestaria.

Pese a que el Govern sitúa a la CUP como el único socio para pactar las cuentas y quiere que entren en vigor cuando empiece 2022, los ‘cupaires’ mantienen sus reticencias a dar ahora su aval a las cuentas y han condicionado su apoyo a que los Presupuestos respondan al enfoque de la legislatura acordado en el pacto de investidura con ERC.

Fuentes socialistas consultadas han insistido en que su prioridad es que se aprueben unos Presupuestos para 2022 y evitar una prórroga de los actuales –elaborados antes de la pandemia de Covid-19–, por lo que le han vuelto a tender la mano al Govern de Aragonès si no logra un acuerdo con la CUP: «Condiciones, ninguna: que haya Presupuestos».

Han subrayado que no quieren «hacer como la CUP, que está todo el día poniendo líneas rojas», por lo que descartan afrontar el asunto con condiciones; si el Govern no lograra pactar con los ‘cupaires’ y recurriera a los socialistas, los de Salvador Illa plantearían sus prioridades y demandas, que por ahora no están prefijadas.

«GIRO DE 180 GRADOS»

Vox pide para las cuentas «reducir el gasto político separatista innecesario» y que los recursos se destinen a la creación de empleo, a dependencia, educación, sanidad y a un refuerzo de la seguridad en los barrios, y ha exigido la rebaja de la presión fiscal en Catalunya, han detallado desde el partido.

Para los comuns, el Govern debería dar «un giro de 180 grados en políticas ambientales» en los Presupuestos, que quieren que incluyan el tren-tram de Tarragona, el de la Costa Brava, la extensión del Metro del entorno metropolitano de Barcelona y la conexión de las dos redes de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), según fuentes consultadas.

Los morados, que ya avisaron de que harían una oposición constructiva y consideran que le corresponde a la mayoría de la investidura de Aragonès negociar las cuentas –es decir, a la CUP–, también marcan como prioridades que el Govern aparque «proyectos de un modelo caducado», como la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y los Juegos Olímpicos de Invierno.

Fuentes de Cs destacan la importancia de que el Govern presente las cuentas, en las que cree que se deben destinar «los recursos que utilizan para el proceso independentista a los problemas de los ciudadanos»: piden mejorar la fiscalidad; establecer un plan de ayudas para los autónomos; reforzar la sanidad y los servicios sociales, y ampliar el parque de vivienda social, entre otras prioridades.

Y desde el PP catalán han abogado por que los Presupuestos incluyan un refuerzo en el ámbito sanitario y más recursos para seguridad, y por que apuesten por la jubilación anticipada de los Mossos d’Esquadra, así como una rebaja fiscal y «el cierre de las delegaciones de la Generalitat en el exterior», han concretado los populares.

NEGOCIACIÓN CON LA CUP

Los ‘cupaires’ siguen negociando las cuentas con el Govern de Aragonès, aunque por el momento han manifestado que están lejos de poder aprobarlas, porque consideran que el Govern está haciendo unas políticas «continuistas» y que no se está cumpliendo el pacto de investidura que firmaron con ERC.

La voluntad del Govern es aprobar el proyecto de Presupuestos en el Consell Executiu a principios de noviembre y después llevarlos al Parlament para iniciar su tramitación, ya que tanto Aragonès como el conseller de Economía, Jaume Giró, han recalcado en varias ocasiones que quieren que las nuevas cuentas entren en vigor cuando empiece 2022.

Aragonès y Giró también han insistido en que la CUP es el único socio con el que quieren negociar y tirar adelante los Presupuestos para reeditar la mayoría de la investidura, y el presidente ha defendido que la aprobación de las cuentas es necesaria para poder materializar los compromisos que adquirió en el pacto entre ERC y ‘cupaires’ al inicio de la legislatura.