Génova coge la matrícula a Ana Beltrán por «no prepararse» las entrevistas

Es un alto cargo en Génova. Y como tal, no parece haber estado a la altura. La vicesecretaria nacional de Organización del Partido Popular y presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán, ha tenido una semana algo agitada dentro del partido. Fuentes de Génova deslizan que Beltrán ha recibido un toque de atención por parte de la cúpula de la formación por «no prepararse» las entrevistas. En este caso, la aparición de Beltrán este pasado miércoles en el programa La Hora de La 1 le ha costado un mal trago dentro del partido debido a que ni se preparó la entrevista ni estuvo ágil de reflejos a la hora de contestar a una pregunta del periodista que la entrevistaba. El malestar es tal que también ha salpicado al equipo de prensa de la vicesecretaria de Organización por no haber sido capaz de prever qué podría pasar en la entrevista. El ridículo hecho en televisión no es comparable al malestar que hay en Génova con quien debía dar ejemplo.

La vicesecretaria de Organización del Partido Popular defendió en plena entrevista una reforma laboral con «acuerdos entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal» porque «para los grandes éxitos en desarrollo de empleo han sido muy importantes». Una lección que se traía aprendida de casa y con la que pretendía criticar al Ejecutivo en la entrevista. Sin embargo, ni su jefe de prensa ni ella se prepararon la fácil réplica que acabó con una humillación en las redes sociales de la alta dirigente del Partido Popular. A lo que el periodista le respondió alto y claro que «la reforma laboral del PP fue sin los sindicatos, por ejemplo». Una vez dada la respuesta (o el «zasca»), Beltrán titubeó, se puso nerviosa y no supo cómo salir del embrollo por las luces de las cámaras. Y tras esto, Génova tomó nota y dejó unas horas para llamar a su dirigente para reprenderle por no prepararse las entrevistas.

Ana Beltrán es un peso pesado dentro del partido. Forma parte del núcleo duro de Pablo Casado y ha gozado siempre de cierto estatus en la formación. Sin embargo, los nervios de Casado están a flor de piel dado lo que hay en juego. El presidente del PP no solo juega con la necesidad de Vox para gobernar, sino que sabe que la única forma de permanecer como líder del partido es la de conseguir asaltar la Moncloa. O suma mayoría absoluta con Vox o no habrá presidencia del PP que valga. Y que en estos momentos el discurso del PP haga aguas por no preparar en condiciones las preguntas que le vayan a hacer ha puesto una diana en la frente de Ana Beltrán.

Nadie quiere escándalos exagerados. Ni mucho menos ideas de que el PP está roto por dentro. Ana Beltrán sigue gozando, según cuentan fuentes del PP, de la total confianza de Casado y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Pero eso no quita que le hayan leído la cartilla como consecuencia del ridículo protagonizado en Televisión Española. Beltrán no se preparó las posibles preguntas de un tema que ella misma puso encima de la mesa. Pedía consenso para derogar la reforma laboral cuando ellos no lo buscaron a la hora de aplicarla en 2012. Pero lo peor no fue eso, sino la incapacidad de la vicesecretaria para reaccionar al zasca.

LA RESPUESTA DEL PP

Por supuesto, el PP tiene una respuesta a esa pregunta. Las fuentes del partido deslizan que Beltrán se bloqueó por el momento al más puro estilo del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Pero lo cierto es que desde Génova insisten en que tienen una respuesta clara a este asunto. Las fuentes señalan que la reforma laboral de Rajoy se aplicó con cierto carácter de urgencia dadas las circunstancias. Hablan de la herencia recibida y de la necesidad de establecer un marco laboral que suscitara confianza entre los empresarios y en Europa. Básicamente insisten en que no se pusieron de acuerdo entonces con los sindicatos porque no había entonces una alternativa. El caso actual para los populares es bien diferente.

Los populares viven un nivel de tensión importante porque saben que se juegan mucho en estas elecciones. Ganar 130 diputados no valdrá si Vox no suma. Pero el problema es que esta tensión también se siente desde abajo. La idea de que hay dirigentes en el partido como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que amenazan el reinado de Casado genera una presión interna interesante. Tanto, que el PP no quiere que el núcleo duro de Casado, formado también por Beltrán, de opción a que el electorado solo vea discursos sólidos en el entorno de Ayuso. Casado siente este fallo, según las fuentes, de Beltrán como algo que debilita su imagen directamente. Aunque quien se ha llevado más reprimenda haya sido el equipo de comunicación de Beltrán por no prever que pasaría lo que pasó. «Era evidente que lo iban a sacar», detallan.