La polémica de la energía solar empuja al PP a meter en «formol» a Casado hasta las elecciones

La polémica de las fotovoltaicas ha sido más que suficiente para Génova. El Partido Popular, al igual que Vox, ha tomado la decisión interna de meter en «formol» a Pablo Casado hasta las elecciones. La sensación en la formación conservadora tras estar atentos a las encuestas electorales es que el liderazgo estéril del presidente popular es lo suficientemente delicado como para llevar a Casado a la derrota en 2023 por cualquier patinazo. Por esto, el PP ha dejado que sea el secretario general, Teodoro García Egea, y algunos otros dirigentes del partido los que se fajen contra las cuestiones ideológicas a las que el PP tenga que dar respuesta para evitar que Casado sufra el más mínimo desgaste. A Cayetana Álvarez de Toledo la enterrará políticamente García Egea. Y todos los problemas que vengan los afrontarán segundas espadas. Entretanto, el PP considera que cualquier patinazo podría ser mortal para Casado, por lo que mejor aislarle del mundo.

Esta estrategia no es nueva para el PP, ya lo intentaron hace unos meses y lo hicieron durante la pandemia. Los que están en esa especie de centro de análisis de datos de Génova entienden que el liderazgo de Casado no soporta los patinazos. Hablamos por supuesto de su núcleo más estrecho y quienes deben su puesto a que Casado permanezca al frente del PP. La polémica con las fotovoltaicas después de que el presidente popular afirmara que después de las 20.00 de la tarde no hay sol que aprovechar para generar energía ha hecho daño a la imagen del líder conservador y ha empujado a los asesores de imagen del partido a enterrar de nuevo a Casado. Y todo en un contexto marcado por la guerra del Partido Popular de Madrid, que se prevé para 2022.

La sensación en Génova es que el prestigio y la imagen de Casado es como un jarrón Ming. No soporta demasiados trotes y debe cuidarse y mimarse con cautela. Las críticas suscitadas (aunque también ha tenido sus defensores) tras las palabras de Casado y las humillaciones a manos de algunos expertos han hecho al PP optar por la misma estrategia que Vox: enterrar en formol a Casado hasta que se celebren las elecciones para evitar así cualquier tipo de desgaste. Todo es interpretable. Y cuando Casado afirmó que a él también le gustaba la energía solar quiso aclararlo con una frase que ha hecho que su equipo más íntimo decida no exponer demasiado a Casado en los próximos meses marcados por la guerra del PP de Madrid. «Pero es que antes de ayer, a las 8 de la tarde fue el pico de consumo eléctrico y a esa hora, no sé si estabais por aquí, no había posibilidad de que emitiera porque era de noche», dijo Casado mientras su propio equipo se llevaba las manos a la cabeza.

Tras las palabras de Casado, el partido se puso manos a la obra para urdir una respuesta conjunta aclarando que el presidente del PP se refería a que no había baterías en los grandes campos de fotovoltaicas que permitieran optimizar el uso de la energía generada por las placas solares. Sea eso lo que pensara Casado o no, el Partido Popular (o más concretamente el equipo del partido) ha tomado la decisión de que es mejor no exponer demasiado al líder popular para evitar desgaste.

La sensación en Génova es que el estéril liderazgo de Casado se traduce en que el electorado no está convencido de dar su voto al PP

La sensación en Génova es que el estéril liderazgo de Casado se traduce en que el electorado no se siente convencido de dar su voto al partido. Las encuestas son seguidas en Génova como si de una final de la Champions se tratara. Y el CIS de Tezanos publicado este 17 de noviembre ha dejado claro que cualquier pequeño viento en contra hace mella en el rumbo que lleve el navío del Partido Popular. El PP está a la baja y desde Génova lo reconocen. Por supuesto, no lo piensan en base a lo publicado por Tezanos, pues no le dan credibilidad ninguna. Pero sí que creen que otras encuestas, como la de Sigma Dos o GAD3, denotan ese descenso en intención de voto hacia el PP sin que Casado haya hecho demasiado.

Hay voces en el partido que culpan a la guerra por el PP de Madrid del desgaste que sufre Casado. Otros piensan que simplemente no convence al electorado conservador y los que menos creen que las encuestas no reflejan la arrolladora victoria que tendrá Casado en las elecciones generales. Lo que sí coinciden es que la cúpula de Génova no quiere exponer demasiado a su líder por miedo a que las polémicas como la de la energía solar le haga mella al presidente del partido.

Meter a Casado en formol no es nuevo ni le disgusta al propio líder popular. Que sus guerras las libren otros es común. Pero que se manchen las manos los demás es una orden que le ha gustado dar al propio presidente del partido, pues las fuentes señalan que Teodoro es quien hace el trabajo sucio con el beneplácito de Casado. Ni siquiera se ha mojado el presidente popular a la hora de negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial… pues para este supuesto también ha contado con la inestimable ayuda de Teodoro García Egea, su espada y hombre de confianza. Casado solo quiere salir del huevo para presentarse a las elecciones y esperar que las siglas pesen más que su capacidad de liderazgo.