Yolanda Díaz quiere «quitarse de encima» a Alberto Garzón

La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha aplazado hasta 2023 la presentación de su plataforma. Sin embargo, poco a poco está maquillando el equipo de Unidas Podemos en el Ejecutivo para evitar que su imagen se vea afectada de aquí a las generales. El primer problema que Yolanda Díaz se quiere quitar de encima es el ministro de Consumo, Alberto Garzón. Para Yolanda, el ministro podría aportar más al partido si estuviera fuera del Gobierno. Ya son dos las veces que la dirigente de Podemos ha intentado que Garzón acuda a Andalucía a representar la candidatura morada. Pero el ministro de Consumo lo ha rechazado porque prefiere mantenerse en el Gobierno. Ahora, lo que queda claro es que el ministro de Consumo no formará parte integral de la nueva plataforma que montará Díaz.

Si hay algo que la ministra de Trabajo tiene claro es que su candidatura se diferenciará notablemente de la que presentó Pablo Iglesias. No quiere esas caras que representan ahora la coalición y busca la forma de no contar con ellas para su plataforma. Por supuesto, ni Irene Montero ni Ione Belarra serán parte de esa plataforma. No al menos si la idea es formar coalición con el PSOE. Tampoco le darán voz ni voto a la hora de hacer la campaña. Pero lo curioso es que Díaz quiere desprenderse de Garzón y ya lo ha intentado en dos ocasiones ante el rechazo de un ministro que no quiere dejar el Gobierno bajo ningún concepto. Por el momento, Díaz enmascara su intención de echarle del Consejo de Ministros asegurándole que puede aportar más encabezando las listas en Andalucía. Pero todos en Unidas Podemos saben la verdad.

Díaz se siente con capacidad para imponerse frente a Garzón, pero no tanto frente a Irene Montero o Ione Belarra. Para la vicepresidenta, hay dirigentes que hacen más daño a su imagen de cara a las generales que Garzón, como es el caso de la ministra de Igualdad, pero el problema es que el núcleo duro de Podemos representado por Montero no acepta, por mucho que el exvicepresidente Pablo Iglesias lo dijera alto y claro, la autoridad de Díaz dado que sospechan, además, que en su plataforma no tendrán un papel relevante.

Garzón, sin embargo, es de Izquierda Unida. Y Díaz lo era. Con esto, la vicepresidenta sí que ha visto el momento de sugerirle al ministro de Consumo que era el momento de abandonar el Gobierno. Si por la vicepresidenta fuera, montaría otra purga al más puro estilo Sánchez para conseguir frenar el desgaste que sufre el ala de Podemos en la coalición. Un desgaste encabezado por Irene Montero (la ministra peor valorada del Ejecutivo, según las encuestas celebradas en los últimos meses) y continuado por perfiles como el de Garzón o el de Ione Belarra. Sin embargo, con al núcleo duro morado es más complicada la estrategia.

Que Garzón se niegue a abandonar ha complicado la situación en la coalición porque se empieza a ver que la intención de Yolanda es renovar por completo el perfil de la formación de izquierdas en cuanto presente su candidatura. No habrá esas viejas caras que los españoles asocian involuntariamente con el pasado de Podemos, con las purgas y con Iglesias. Ahora, Díaz entiende que o renueva o no conseguirá darle el mordisco electoral que pretende al Gobierno. Pero antes de eso quiere preparar el terreno imitando la purga de Sánchez, aunque con menos autoridad.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no deja de comentar de puertas hacia dentro la purga ha funcionado

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no deja de comentar de puertas hacia dentro (él y su equipo más estrecho) que la purga ha funcionado porque ha evitado el deterioro electoral que venía sufriendo el PSOE desde hacía meses. Los comentarios que se escuchan sin cesar en Ferraz es que la estrategia de Sánchez ha funcionado y ha contenido la sangría de votos. Esto ha calado en Yolanda Díaz, quien entiende que debe hacer lo mismo, y está buscando, sin la autoridad que tiene Sánchez, imitar lo que hizo el presidente del Gobierno a escala menor sin, de momento, demasiado éxito.

Son dos veces las que le ha pedido a Garzón que se marche al sur a encabezar la candidatura de un partido completamente partido gracias a Adelante Andalucía. Dos que ha rechazado Garzón de plano porque entiende que puede hacer más como ministro que como cabeza de lista de un partido con pocas aspiraciones. Con Belarra y Montero aún no se ha atrevido a meter mano.

REDONDO Y DÍAZ

Yolanda Díaz no quiere fuegos artificiales en relación con su candidatura por el momento. De hecho, solo se presentará a las elecciones generales con su marca, y no a las autonómicas o municipales. De momento, la plataforma que vaya a presentar en noviembre de 2023 Díaz está celosamente reservada. No quiere adelantarse a los acontecimientos. Sin embargo, fuentes del entorno de la vicepresidenta segunda del Gobierno aseguran que no descarta fichajes estrella, entre los que se encuentra el de Iván Redondo, exjefe de gabinete de Pedro Sánchez y ahora consultor y tertuliano en busca de empleo. El entorno de Redondo desliza que para el conocido estratega sería una «motivación extra» el dirigir la campaña de la principal rival de Sánchez. Aún así, desde el equipo de la vicepresidenta del Ejecutivo prefieren no confirmar ni desmentir nada. «No estamos en eso».

Por el momento, desde el Ministerio de Trabajo no quieren ni oír hablar de la plataforma. Al menos no cuando preguntan desde fuera. La idea que sopesan es trabajar en la sombra hasta que llegue el momento, pero lo que sí dejan claro es que el proyecto de Díaz no verá la luz hasta 2023. Pese a que es un secreto a voces que Díaz no quiere hacer suyas las siglas de Podemos, lo cierto es que esta plataforma ya coquetea con algunos dirigentes conocidos. Se habla en los pasillos de Trabajo de la integración de personajes públicos como Íñigo Errejón, los concejales díscolos de Más Madrid o incluso el propio Redondo. El consultor no ha dejado de «tirarle los tejos» a la ministra vía oficial a través de los medios de comunicación. Pero lo cierto es que el entorno del exjefe de gabinete más conocido de España asegura que Redondo tendría una «motivación extra» a la hora de vengarse de Pedro Sánchez, quien no le dio ese ministerio que tanto ansiaba y que había dado por sentado.