El PSC da el sí a un radical e íntimo de Puigdemont para presidir el CAC

El PSC ha tratado de disfrazarse de moderado en los últimos meses. Salvador Illa no acude a las manifestaciones contra el castellano, como sí hizo su antecesor en el cargo José Montilla en 2010. El nuevo líder de los socialistas catalanes ha mantenido un perfil muy bajo, sin entrar al trapo de las polémicas suscitadas por el pequeño de Canet de Mar, perseguido junto a su familia por hacer cumplir las sentencias judiciales.

Pero el hábito no hace al monje, al menos en el PSC. No son pocos los ejemplos en los que los socialistas catalanes quedan en evidencia. En al menos 33 de los Ayuntamientos que gobiernan se incumple la ley de banderas, mientras algunos de los suyos defienden a capa y espada el modelo de la inmersión lingüística, una anomalía única en el mundo y que sólo se produce también en Groenlandia.

puigdemont 1 Moncloa

Además, los socialistas mantienen acuerdos el independentismo más radical, como el de JxCat, al mantener los pactos en la Diputación de Barcelona, entre otros entes públicos. Este juego de contentar a todos es una vieja táctica política resumida en una sola frase: «Hacer la puta y la ramoneta«. Ir como el salvador de las causas para después asestar el golpe.

EL PSC JUEGA DE NUEVO A LAS SILLAS CON ERC Y JXCAT

Y en esas está inmerso el PSC, que se vende como moderado, centrado, interesado en el crecimiento de Barcelona y valedor de los desvalidos. Pero los hechos demuestran lo contrario con sus votos. Barcelona está irreconocible, pese a gobernar con Ada Colau. Los grandes eventos, como el Primavera Sound, huyen de la Ciudad Condal como de la peste, mientras los grandes hoteleros se decantan por Madrid y Málaga para establecerse, como ha hecho el Four Seasons. La inseguridad es la tónica, con violencia y robos en las calles a plena luz del día. Y todo, con el PSC al frente de la Guardia Urbana y del turismo, prácticamente inexistente.

También se ve este doble juego en el PSC prácticamente cada día en el Parlament. En una de las últimas votaciones ha otorgado a los de Carles Puigdemont la presidencia del Consejo Audiovisual de Cataluña, una especie de comisariado político propio de otras épocas negras de la historia. En este órgano se decide qué debe prohibirse en las emisiones de televisión en la comunidad autónoma, pero sus dictámenes son siempre favorables al independentismo, independientemente de los exabruptos, faltas de respeto e insultos se emitan. Hasta ahora no ha habido reacción contra los dos humoristas de TV3, que mantienen su programa tras «pedir una felación» a las Infantas.

Al frente del CAC, el PSC ha pactado con JxCat y ERC colocar a Xevi Xirgo. El director del Punt Avui e íntimo de Puigdemont. Juntos han escrito el libro ‘M’Explico: De La Investidura A L’Exili’.

EL SUELDAZO DEL NUEVO PRESIDENTE DEL CAC

Hasta aquí sería un nuevo caso de puertas giratorias. El sueldazo de Xirgo alcanzará los 117.452,53 euros brutos anuales. En el desglose, el salario base alcanza los 2.731 euros; con unos complementos que alcanzan los 6.093 euros mensuales; y otros 11.556,25 euros por las pagas extras.

La autoridad independiente de regulación de la comunicación audiovisual de Cataluña

Este ente, ahora pilotado por Xirgo, se define en su web como «la autoridad independiente de regulación de la comunicación audiovisual de Cataluña» y que «tiene como finalidad velar por el cumplimiento de la normativa aplicable a los prestadores de servicios de comunicación audiovisual, tanto públicos como privados».

Asimismo, actúa como defensor de la libertad de expresión y de información, con pluralismo, neutralidad y honestidad. Pero en Xirgo estas cualidades están claras cuando el ataque es contra España. Sus editoriales y artículos de opinión así lo muestran.

El PSC había asegurado que se apartaría de la radicalidad institucional. Pero una vez los hechos muestran lo contrario. El currículo de Xirgo dejaría helado a más de uno. No sólo por la millonada en subvenciones que ha recibido en las últimas décadas.

Xirgo ha mostrado su hispanofobia en decenas de artículos en su diario, uno de los que divulgó el infame editorial único publicado en 2009 por numerosos medios de comunicación editados en Cataluña.

UNA HEMEROTECA ESPELUZNANTE Y DIGA DEL ‘BUEN’ INDEPENDENTISTA

Su hemeroteca sobre la votación del referéndum del 1-O es espeluznante. A sus propios lectores les recomendó que no leyeran otras cabeceras ni escucharan tertulias. La lista negra del ahora defensor de la libertad de expresión incluía nombres y apellidos de medios, tanto impresos como audiovisuales. Todo para mantener clara la opción del referéndum.

También criticó las tertulias de medios en los que aparecían «unionistas disfrazados«. Por ello, les pedía escuchar música a cambio. Todo ello para no abrir los ojos a la realidad a los seguidores separatistas. Sus víctimas preferidas son todas las instituciones y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El Rey, Guardia Civil y especialmente a Ciudadanos son sus objetivos habituales.

HASTA EL PSC HA SIDO CENTRO DE SUS CRÍTICAS

Para Xirgo no existen los políticos presos, sino «presos políticos». Además, tilda al fugado de la justicia Puigdemont como un «exiliado» y ojo si se le lleva la contraria en este asunto. Para él, Cataluña es un modelo de cohesión social con el catalán, pero solo hay que leer cómo se ha tratado el asunto del acoso al niño de Canet, manifestación incluida, porque su familia quería el cumplimiento de la sentencia.

Para Xirgo, la independencia estaba casi conseguida, «a tocar», decía. Lo que ha obtenido es uno de los mejores salarios públicos de la Generalitat de Cataluña y todo con el beneplácito del PSC. Partido, por otro lado, al que ha criticado por exigir ante la Junta Electoral que TV3 ofreciera el mismo tiempo y espacio que a un acto separatista.