Las asociaciones cambian de opinión, ahora atacan a Garzón y antes defendían lo mismo que él

Las macrogranjas han estado en el ojo del huracán los últimos días debido a las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, acerca de la ganadería intensiva. Unas afirmaciones que desde la oposición no han tardado en reprender y desaprobar, y han pedido al ministro que se retractara e, incluso, han pedido su dimisión. A estos grupos políticos también se han unido múltiples asociaciones ganaderas, aunque hace no tanto defendían lo mismo que Garzón, como es el caso de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

Esta organización emitió el pasado 4 de enero un comunicado a través de su página web, que difundieron a través de redes sociales, en el que pedían la «rectificación o dimisión» del ministro por sus palabras sobre la carne durante una entrevista con un medio extranjero y pedían a Garzón que abandonara «su campaña contra la ganadería española». Desde UPA critican que el político haya vinculado «de forma estrecha» el consumo de la carne con el cambio climático y la desertificación.

El texto denuncia que las afirmaciones de Garzón están basadas en «falsedades, torpes, miopes y que pueden tener nefastos efectos en las exportaciones españolas de productos cárnicos». Así, UPA solicita al ministro de Consumo que rectifique sus palabras acerca del consumo de carne o, en caso de no hacerlo, dimita de su cargo. Además, la organización ha invitado al político a visitar distintas tipologías de granjas para que «compruebe cómo trabaja» el colectivo en España.

El comunicado destaca que los profesionales están muy molestos con sus palabras ya que, según opinan, el ministro debería tener “tareas mucho más urgentes e importantes que atacar a los productores: empezando por la descarriada inflación, los desequilibrios en la cadena agroalimentaria y la necesidad de un etiquetado transparente que reconozca el origen de los alimentos, por citar solo tres”.

Sin embargo, parece sorprendente la postura de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos cuando hace no mucho defendían la misma idea que el ministro de Consumo acerca de las macrogranjas. En el año 2018, UPA tenía una opinión acerca de estas prácticas muy distinta a la actual, es más defendían exactamente lo mismo que hoy le critican a Garzón.

En un comunicado difundido con fecha del 21 de noviembre de 2018, UPA solicitaba a Bruselas la prohibición de las macrogranjas. Además, afirmaban que la ganadería intensiva genera «productos y empleo de peor calidad, y son menos sostenibles social y medioambientalmente«. Asimismo, aseguraban que «son perjudiciales para todos excepto para el bolsillo de los cuatro magnates que están detrás«.

La UPA defendía que las explotaciones familiares tienen «una mayor gama de alimentos de la máxima calidad». Además, explicaban que las explotaciones agrícolas familiares, y particularmente las ganaderas, son las que «mejor aseguran el empleo y asientan población en las zonas rurales «.

Por otra parte, criticaban el impacto de las mega explotaciones ganaderas, ya que, según indicaban, «no están integradas en el entorno natural, como sí lo están las pequeñas y medianas explotaciones familiares, por no hablar del peor nivel que tienen en cuanto a bienestar animal”.

El paso de los años ha provocado que hoy UPA defienda lo que un día, hace no tanto, rechazó: las macrogranjas. Todo ello para sumarse a los políticos que critican al ministro por sus declaraciones acerca del consumo de carne.

LA OPOSICIÓN CRITICA A GARZÓN

Las palabras de Garzón no han pasado desapercibidas en el panorama político y, al igual que esta asociación, muchos partidos se han sumado a la petición de rectificación y dimisión de Alberto Garzón. Toda una oleada de críticas entre los distintos partidos. Uno de los primero en formular esta cuestión fue el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien el pasado 3 de enero, a través de su cuenta de Twitter, pidió al ministro que rectificara sus palabras o dejara su puesto.

El líder del PP, Pablo Casado, no dudó en defender la misma postura y aseguró que era «inaceptable» que el Gobierno diga a la prensa extranjera que «España exporta carne de mala calidad de animales maltratados”. Además, añadió que se trataba de «otro ataque a ganaderos y agricultores y a la imagen de nuestro país», por ello exigía «responsabilidades y una rectificación inmediata».

A esta petición no tardaron en su sumarse el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien tildó las afirmaciones de Garzón de «desgraciadas e insensatas» y las consideró una «agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible».

En el partido de Santiago Abascal, VOX, tampoco han dejado pasar la oportunidad y han asegurado que «es indignante que un ministro se dedique a señalar y desprestigiar a nuestros ganaderos cuando concede entrevistas a medios extranjeros».