Génova presiona a Moreno Bonilla para que adelante las elecciones por miedo al empuje de Vox

El miedo ha llegado a las puertas de Juan Manuel Moreno Bonilla. Lo ocurrido en Castilla y León sienta un precedente peligroso para los intereses del Partido Popular. Si Juan García-Gallardo ha sido capaz de condicionar las pretensiones de Alfonso Fernández Mañueco en uno de los históricos feudos del PP, la pregunta que se hacen en la formación conservadora andaluza es qué no hará Macarena Olona. Hay voces en el Partido Popular que piden no alargar la agonía y convocar las elecciones ya. Y otras piden esperar lo máximo posible para que el PP tenga tiempo de recomponerse. Lo que es cierto es que el equipo de Moreno Bonilla respira asustado por el empuje de Olona. Si un candidato desconocido como García-Gallardo ha conseguido condicionar al PP en Castilla y León, qué no hará un peso pesado como la diputada Macarena Olona.

Los que piden elecciones ya consideran que el hundimiento de Ciudadanos y la tendencia a la baja del PSOE y de Unidas Podemos hacen que se un buen momento para convocar elecciones. El problema es Vox. Hay quien considera en Génova que el partido de extrema derecha seguirá al alza a medida que avance el año y hay quien no lo tiene tan claro. Pero lo que sí han asumido desde el entorno de Pablo Casado es que Macarena Olona hará lo que García-Gallardo pero con mejores resultados. Otra victoria amarga como la de Castilla y León no es una buena noticia para el PP. Pero encadenar pequeñas grandes victorias desde el arranque de 2022 es una explosiva buena noticia para un Vox que aspira a condicionar lo máximo posible al Partido Popular.

Las voces que piden elecciones en Andalucía lo antes posible se escudan en que es mejor una victoria amarga que una derrota clara. Evidentemente, Juan Manuel Moreno Bonilla es un gran candidato, pero Macarena Olona puede arrancarle un buen puñado de votos al PP; o al menos es lo que consideran desde Génova. La idea que sopesan en el Partido Popular se inspira en el «más vale pájaro en mano». La maquinaria electoral popular entiende que el PSOE está en horas bajas y que Unidas Podemos se ha convertido en la sombra de lo que era. Esto por no hablar de que Ciudadanos aboca su desaparición. Que el bloque centro-izquierda se derrumbe convierte 2022 en un buen escenario para convocar elecciones. En cambio, si Sánchez se recupera (con un aluvión de medidas sociales que están por aprobarse en los próximos meses que restan de legislatura), el PP tendría una doble amenaza: un PSOE reforzado y un Vox que le roba votos por la derecha.

Génova teme que lo que son tímidas y amargas victorias se conviertan en grandes y estrepitosas derrotas

Todo esto hace que las voces que piden un adelanto electoral en Andalucía se escuchen cada vez más. El PP tiene más que perder que ganar si espera dado que en Génova entienden que arrebatar a Vox el votante de derechas es más complicado que fagocitar Ciudadanos. Moreno Bonilla teme que Olona le vaya a condicionar más de la cuenta y que le vaya a exigir una vicepresidencia y alguna que otra consejería, pero es preferible eso a que el PSOE resurja de sus cenizas. No hay que olvidar que Andalucía ha sido su feudo durante más de 30 años.

Vox no aspira a más que a condicionar al PP. Pese a que en algunos municipios castellanoleoneses ha dado la sorpresa y ha obtenido más votos que el PP, lo cierto es que nadie se plantea que Olona aspire a ser presidenta de la Junta de Andalucía. Vox sabe a lo que juega y lo hace bien, algo que genera cierta inquietud en Génova porque Pablo Casado no acaba de convertirse en el reclamo que debería para el votante de centro-derecha. El presidente del PP ha dado el resto en Castilla y León y el resultado ha sido amargo, pues no han conseguido cumplir las expectativas planteadas. Un mismo resultado en Andalucía podría marcar una tendencia a la baja en el PP que culmine en las generales: la obsesión de Pablo Casado.

EL EMPUJE DE OLONA

Moreno Bonilla tiene miedo al empuje de Olona. Vox sigue al alza mientras que el PP obtiene tímidas mejoras en sus feudos tradicionales. Si el PP gana dos diputados respecto a las elecciones anteriores, Vox se dispara con 13. Y esta regla de tres parece ser común en todos los territorios donde se han convocado elecciones. Esta dinámica sumado a que Vox ha desterrado a Macarena Olona a Andalucía hace que el presidente autonómico tenga miedo por romper su tendencia al alza (algo que podría repercutir incluso en sus pretensiones de convertirse en el próximo presidente del Partido Popular y candidato a las elecciones generales).

Moreno Bonilla es quien tiene la llave de las elecciones en Andalucía. La idea inicial era celebrarlas a finales de año, pero, tal y como cuentan fuentes del PP, parece que es el objetivo de todas las presiones. Génova teme que lo que son tímidas y amargas victorias se conviertan en grandes y estrepitosas derrotas protagonizadas por la irrupción de Vox. Desde luego, el empuje de Olona será clave. No hay mejor candidata para hacer sombra a un Moreno Bonilla que ha brillado hasta ahora. Pero lo cierto es que tras las elecciones de Castilla y León han repercutido en un aluvión de presiones que recaen sobre Juan Manuel Moreno Bonilla.