Yolanda Díaz ha vuelto a aparecer en público junto a Ione Belarra. La frialdad y el cruce velado de reproches ha sido la tónica en el acto conjunto de ambas dirigentes en Navarra, pese a que el fin del encuentro es tratar de mostrar una unidad inexistente entre la dirigente de Sumar y la de Podemos. Los meses de tensiones y guerras internas se respiran aún en el ambiente, por más que la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo trate de mostrar una imagen distinta y tratar a sus votantes con términos y mensajes más propios de niños que de adultos.
Díaz no engaña ya a nadie. Su aura de tranquilidad se desvanece cuando impone la ley del silencio a la hora de hablar del veto a Irene Montero, ministra de Igualdad y fuera de las listas, por una cuestión de ego y supuesto liderazgo en la izquierda más radical. Era el segundo acto de ambas dirigentes en los últimos dos meses. Belarra no estuvo en la presentación de la formación, como tampoco Íñigo Errejón, líder de Más País.
Se trata del primer gesto entre la líder de Unidas Podemos y Sumar para tratar de amortiguar el tortazo que ofrecen los sondeos a la candidatura de Yolanda Díaz. Los morados parten de 35 escaños y las encuestas apuntan que la pérdida de más de dos millones de votos, un batacazo que se ha dado en las pasadas elecciones municipales y autonómicas.
SUMAR NO ALCANZARÁ A UNIDAS PODEMOS POR EL VETO A MONTERO
El objetivo se sitúa en mantener el umbral de los 33 escaños, pero es difícil cuando han perdido representación en tres Comunidades Autónomas, como Madrid, Valencia, Canarias, Castilla-La Mancha y Cantabria. La pérdida de fuerza se ha notado también en Barcelona, donde Ada Colau ha pasado de primera a tercera fuerza política, y las confluencias en el Área Metropolitana se han hundido, perdiendo mayorías como las de Ripollet, de los 10 a un concejal. A favor de Sumar están otras formaciones, como Más Madrid y Compromís, así como Barcelona en Comú que podrían dar la sorpresa de cara a las generales.
Es una falsa unidad, la necesidad aprieta tras la sangría que está haciendo el PSOE en Sumar
La foto de Díaz y Belarra puede atraer aún a los indecisos, pero la dirigente de Unidas Podemos no se ha mordido la lengua a la hora de poner en valor el «legado» de Irene Montero. Esta herencia y el liderazgo de la ministra de Igualdad era la principal barrera para Sumar. Díaz rompió con los líderes ‘morados’ e impuso un silencio sepulcral sobre su veto.
Este gesto podría ser crucial para limar asperezas en una guerra fratricida en la izquierda, pero las palabras en los Fueros de Pamplona no ayudan al reencuentro. «Es una falsa unidad, la necesidad aprieta tras la sangría que está haciendo el PSOE en Sumar», destacan fuentes conocedoras de la situación.
YOLANDA DÍAZ Y SUMAR, EL MIEDO A LA REALIDAD
El veto a Montero aún pesa entre los ‘morados’ y algunos dirigentes, como Gabriel Rufián, cabeza de lista de ERC por Barcelona, entre otros. Nadie entiende como una foránea, una independiente, sin carné ni afiliación, ha podido imponer su criterio en la formación de listas electorales. Nadie que no haya tenido en cuenta las anteriores elecciones municipales y autonómicas de los últimos cuatro años, con un desplome de los morados votación tras votación. De hecho, han pasado de tener 47 escaños en los Parlamentos autonómicos a tan sólo 15.
En esta falsa escenificación de unidad, Belarra ha hecho referencia alguna a Sumar para pedir el voto a su formación. Una autocensura para tratar de poner en valor a Montero. «Hemos construido el primer gobierno de coalición de la democracia, hemos subido el SMI, hemos avanzado en leyes feministas como la ley Trans, sí es sí, la ley del aborto y la primera ley de Vivienda», ha asegurado.
DÍAZ APELA A LOS INDECISOS DE SUMAR PARA EVITAR LA FUGA AL PSOE
Eso sí, no ha hablado de los 1.155 condenados por agresiones sexuales que se han beneficiado de sus leyes, ni tampoco del fiasco que ha supuesto la ley de Vivienda ni de las trifulcas entre activistas por los transexuales y feministas.
Asimismo, ha mostrado de forma velada la fuga masivas de votos al PSOE. Por ello, ha apelado a votar a Sumar antes que a los independentistas de Bildu, que se presenta en coalición con ERC. «Si Sumar no está fuerte, no tiene el respaldo mayoritario, no va a haber gobierno de coalición», ha apelado a los indecisos.
En el mismo escenario, Díaz ha evitado realizar cualquier gesto o referencia a Irene Montero, pero espera estar en el Consejo de Ministros tras el 23 de julio. Al mismo tiempo, ha instado a la gente trabajadora para formar el Gobierno de coalición, aunque ha diferenciado entre los indecisos entre Sumar y el PSOE.