Karlos Arguiñano es conocido por ser un maestro de la cocina, especialmente en lo que se refeiere a platos tradicionales, aunque su destreza culinaria va más allá. El cocinero vasco no tiene miedo de enfrentarse a ningún tipo de receta, ya sean masas o platos de diferentes culturas. Una muestra de su versatilidad es la última delicia que hemos tenido la oportunidad de probar: una focaccia de sardinas en aceite que es simplemente irresistible.
QUÉ ES LA FOCACCIA
La focaccia es un tipo de pan plano italiano que se caracteriza por su textura esponjosa y su sabor a aceite de oliva. Es originaria de Italia aunque su popularidad ha conseguido traspasar fronteras. Es un plato que se parece mucho a la pizza aunque la masa es más gruesa y con textura de bizcocho y la elaboración es un poco diferente. Los ingredientes básicos de la focaccia son harina de trigo, agua, sal, levadura y aceite de oliva. La masa se estira o presiona en una bandeja de horno y se le hacen unos agujeros en la superficie antes de hornearla, para que el aceite de oliva se acumule en pequeñas piscinas en la superficie, lo que le da a la focaccia su característico sabor y textura.
La focaccia se puede consumir sola como pan o se puede condimentar con una variedad de ingredientes, como hierbas frescas, ajo, tomates cherry, aceitunas, queso, cebolla y otros condimentos. Es un bocado delicioso muy versátil porque se puede servir como aperitivo, acompañamiento de comidas o como base para sándwiches.