La manzanilla siempre ha tenido un lugar privilegiado en la cultura popular, pero en los últimos años ha vuelto a ganar protagonismo gracias a la evidencia científica que respalda sus efectos. La manzanilla ya no es solo esa infusión reconfortante que muchas personas asocian con la sobremesa familiar o con los cuidados de una abuela, sino una planta que se está posicionando como un apoyo real para mejorar la salud diaria. Ese cambio de percepción tiene mucho que ver con especialistas como el médico William Arias, quien insiste en que debemos mirar a esta hierba con otros ojos.
La manzanilla, según explica el propio Arias, va mucho más allá de aliviar un malestar digestivo puntual. Sus propiedades, estudiadas con rigor en los últimos años, han demostrado que puede ser una verdadera aliada del descanso nocturno. El médico subraya que los efectos positivos que se le atribuyen no nacen de creencias populares ni de suposiciones, sino de estudios que explican claramente cómo actúa en el organismo, especialmente a través de su compuesto llamado apigenina.
1Un compuesto que transforma el sueño
En el corazón de los beneficios de la manzanilla está la apigenina, un flavonoide presente en sus flores y que se ha convertido en objeto de interés científico. Esta sustancia es capaz de unirse a los receptores GABA del cerebro, lo que modula la actividad neuronal y genera esa sensación de serenidad que tantas personas reconocen al tomar una taza caliente antes de dormir. Según William Arias esta reduce el cortisol y favorece un aumento natural de la melatonina, la hormona que marca el inicio del descanso.
Este efecto conjunto provoca que la manzanilla no solo ayude a conciliar el sueño, sino que también mejore su calidad. La transición hacia un sueño profundo se vuelve más rápida y más estable, algo especialmente valioso para quienes lidian con insomnio leve o temporadas de estrés. Incluso en momentos en los que la ansiedad impide desconectar, esta infusión puede ser una herramienta suave, accesible y eficaz para calmar el sistema nervioso sin recurrir a soluciones más invasivas.






