El presidente del Gobierno español y secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, ha lanzado hoy un rotundo mensaje en defensa de la socialdemocracia durante su intervención en el Consejo de la Internacional Socialista en Malta. En un discurso que superó las expectativas del plenario, Sánchez no solo reivindicó la vigencia y eficacia de su ideología, sino que también dedicó duras críticas a la deriva ideológica de la derecha tradicional europea.

Con un tono marcadamente internacionalista, Sánchez insistió en que la socialdemocracia no es una fuerza marginal, sino la auténtica “brújula” que debe guiar a las sociedades hacia un futuro de dignidad, igualdad y justicia. El líder socialista defendió con convicción que allí donde los progresistas asumen las riendas del poder, los resultados son tangibles y beneficiosos para las clases medias y trabajadoras.

MODELO DE ÉXITO

El presidente de la Internacional Socialista sostuvo que la socialdemocracia tiene “respuestas que funcionan en la vida real para la gente real”. Citando ejemplos concretos, describió este modelo como el motor que “sube salarios, refuerza los servicios públicos, amplía las libertades, protege a los vulnerables y moderniza las economías sin dejar a nadie atrás”. Este enfoque, a su juicio, está demostrando su validez en España, donde el Gobierno que preside “está mejorando la vida de millones de personas”. Para Sánchez, los socialdemócratas son la “vanguardia de un nuevo comienzo” que llevará la esperanza a diferentes rincones del mundo.

Frente a este modelo de progreso, Sánchez dedicó una parte significativa de su alocución a denunciar el declive de los partidos conservadores, a los que acusó de sucumbir ante la presión de la ultraderecha.

LA DERECHA EN EL «BLACK FRIDAY» DE LOS DERECHOS

El secretario general socialista censuró con dureza a la derecha tradicional por lo que calificó como una peligrosa “liquidación de principios”. Según el análisis de Sánchez, la derecha ha abandonado valores fundamentales que hasta hace poco se consideraban compartidos en el debate democrático, como “el respeto por la democracia, por las libertades, por los derechos humanos, por la ciencia y la verdad”.

El líder socialista utilizó una potente metáfora comercial para describir esta crisis ideológica, asegurando que los conservadores viven en un “Black Friday constante” en el que “liquidan principios y reinventan convicciones”. La consecuencia más grave de esta estrategia, según Sánchez, es que “están poniendo la democracia en rebajas para aferrarse al poder”. Esta dinámica ha llevado a la derecha a “copiar no solo sus ideas sino también sus tácticas” de la extrema derecha, un error que, en su opinión, les hará perder “ambas cosas: valores y votos”. Sánchez alertó de que en la “estantería de descuento” conservadora se encuentran recortes a los servicios públicos, “la liquidación total de los derechos de las mujeres y la drástica rebaja al progreso social”.

En el mismo Consejo, Sánchez abordó el auge de la extrema derecha, describiendo su discurso como un “cargado de contradicciones”. A su juicio, estas formaciones utilizan la frustración ciudadana para ganar impulso, pero sus políticas son una falacia. El presidente criticó que se llamen “patriotas, pero se venden a grandes corporaciones”, o que se consideren “liberales, pero desmontan las reglas del comercio internacional”. Sánchez sentenció que la ultraderecha es una “contradicción andante” y que su recetario político es una “receta para el fracaso”. Por el contrario, reiteró que la respuesta de los progresistas, al defender la dignidad, la igualdad y la justicia, siempre encuentra una respuesta y una lucha de la gente.

HOJA DE RUTA DE LA INTERNACIONAL SOCIALISTA

Para finalizar, el presidente del Gobierno delineó los cuatro pilares que deben vertebrar la acción futura de la Internacional Socialista, un llamamiento a la acción global ante los desafíos actuales.

El primer punto se centró en la lucha contra el cambio climático, subrayando la urgencia de actuar con rapidez, ya que “el reloj avanza”. En segundo lugar, situó el combate contra la desigualdad creciente, al considerarlo no solo un debate técnico, sino un “deber moral” esencial para la justicia social y la supervivencia democrática. El tercer eje de la hoja de ruta es la defensa del avance en igualdad, con un compromiso firme: “como Internacional Socialista, somos una organización feminista y no permitiremos ese retroceso ni ahora, ni nunca”.

Finalmente, el cuarto y último pilar fue la defensa de la paz y el entendimiento internacional. Sánchez reafirmó el compromiso con la cooperación multilateral y se refirió a los conflictos geopolíticos más urgentes. Instó a alcanzar una solución “justa y viable” en Palestina, insistiendo en la fórmula de “Dos Estados, una paz”. Respecto a Ucrania, sostuvo que una “paz justa y duradera” solo puede lograrse con garantías de seguridad e integridad territorial para el pueblo ucraniano, con la presencia de Kiev y Europa en la mesa de negociación. Sánchez concluyó su discurso con un llamamiento a la unidad: “Juntos ganamos no solo elecciones, sino el futuro que queremos para nuestros hijos y nietos”.