Aragón está en fase de «meseta o ascenso lento» de la onda epidémica

La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha manifestado que la Comunidad autónoma se halla en una fase de meseta o «ascenso lento» de nuevos casos de la COVID-19 y dispone de «mucha capacidad y margen de maniobra» para atender a las personas contagiadas.

Según datos provisionales, Aragón ha notificación este viernes 662 nuevos casos de coronavirus –detectados este jueves–, 557 de ellos en la provincia de Zaragoza, 65 en Teruel y 40 en Huesca. En los hospitales, hay 511 personas ingresadas, de las que 472 están en planta y 39 en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Estos datos han sido aportados por la consejera y el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, en rueda de prensa, tras la reunión mantenido por el Ejecutivo autonómico, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Delegación del Gobierno de España en la Comunidad para analizar la evolución de la pandemia en la capital aragonesa.

La consejera ha explicado que han disminuido «mucho» los ingresos diarios respecto a los primeros días de esta semana, pero todavía habrá que esperar a que quienes están ingresados reciban el alta, personas a las que se van sumando los nuevos casos diarios que todavía se hospitalizan.

Repollés ha remarcado, no obstante, que existe una disponibilidad de recurso «más que suficientes para atender las necesidades» y, además, a diferencia de lo que ocurrió en marzo y abril «los hospitales tienen muchos ingresos de personas no COVID, tanto en UCI, como en planta», con una disponibilidad de campas UCI con respirador del 41 por ciento, de camas UCI sin respirador del 60 por ciento y del 40 por ciento para hospitalización convencional.

EFECTO MODERADO

El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha considerado que las medidas de contención social aplicadas en Aragón han tenido un efecto «moderado, limitado» de forma que «han permitido modificar la tendencia ascendente de la curva», «quebrando» una evolución que suponía «duplicar» casos cada tres días, pero «no nos ha permitido empezar a bajar».

Ha agregado que si bien la Comunidad autónoma se encuentra en situación de meseta respecto a los nuevos casos, ésta es «muy alta» y por eso «seguimos tomando medidas».

El Gobierno de Aragón ha informado de que desde que empezó la pandemia los centros aragoneses han llevado a cabo 228.040 pruebas diagnósticas de la COVID-19, lo que equivale a 173 pruebas por mil habitantes. Actualmente, se están investigando 14.000 contactos y más de cuatro de cada cinco casos positivos están vinculados a casos o contactos ya identificados.

En cuanto al perfil de los positivos en Aragón, más de la mitad de los contactos, el 57 por ciento, tiene menos de 45 años, y uno de cada seis afectados por la COVID-19 tiene 65 años o más. En torno al 50 por ciento son asintomáticos. La mortalidad –fallecidos por 10.000 habitantes– es del 7,40 por ciento, porcentaje algo menor a la media de España, que está en el 9,86 por ciento.