Bárcenas tirará de la manta por el encierro de su mujer ante el temor de Rajoy y los suyos

  • El extesorero del PP se ha ofrecido a colaborar con la Fiscalía Anticorrupción a cambio de beneficios penitenciarios para su mujer.
  • El PP teme que tenga pruebas escondidas que le complique la vida a Rajoy y los suyos.
  • Casado está en un buen momento y no quiere que esto le golpee más de lo esperado.
  • Parece que los fiscales, jueces y toda la administración del Estado ha cruzado una línea roja para el extesorero del PP Luis Bárcenas. La mujer del reo, Rosalía Iglesias, era la única razón por la que el popular no rompió su silencio. Mientras estuviera libre, el extesorero guardaría silencio. Sin embargo, la decisión del juez de encerrar a Iglesias en la cárcel de Alcalá ha roto el pacto de silencio que mantenía Bárcenas y ha solicitado a la Fiscalía Anticorrupción colaborar a cambio de beneficios fiscales para su mujer, según ha publicado el diario El País. Lo que se desliza de esta «colaboración» asusta, y mucho, a una buena parte del antiguo PP. Hay quien asegura que puede que se deslicen pruebas que imputen a cargos muy importantes del partido que hasta ahora no habían caído por figurar su nombre en «clave» dentro de los papeles de Barcenas.

    El PP espera que haya problemas. Una avalancha de sentencias de corrupción están al caer y que Bárcenas haya anunciado su intención de tirar de la manta tras el encarcelamiento de su mujer no pone las cosas fáciles. El miedo que hay es que Bárcenas, quien presuntamente entregaba en mano los sobres con dinero negro a según qué dirigentes del PP, tenga pruebas que apunten a la cúpula del Gobierno de Mariano Rajoy. De ser así, las cosas se le pondrían muy cuesta arriba a Pablo Casado en un contexto en el que el dirigente popular está creciendo considerablemente en intención de voto, según las encuestas. Especialmente tras el discurso que dio Casado durante la moción de censura de Vox.

    Los papeles de Bárcenas generaron gran revuelo. Que el extesorero mantuviera un control tan exhaustivo de sus cuentas y de a quién entregaba los supuestos sobres con dinero negro llevó a algunos a pensar que Bárcenas tenía más pruebas de las que se habían publicado. Fuentes cercanas al proceso indican que el extesorero llegó a un acuerdo por el cual mientras no tocaran a su mujer, todo se mantendría parado. A él no le importaba pagar por los pecados de muchos, pero no quería que los suyos arrastraran a Rosalía. Y ahora que lo ha hecho, en el PP temen una avalancha de reclamaciones.

    Según la información de El País, la Fiscalía Anticorrupción, que lleva hasta siete años con este proceso aglutinando datos para poder imputar a los implicados, entiende que una nueva confesión de Bárcenas podría aportar pruebas sobre nuevos presuntos delitos cometidos entre 1990 y 2009. Y entre los que podrían salir perjudicados está el mismo expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, entre otros. El miedo que late en el PP es que Bárcenas tuviera una caja negra en la que guardara una copia de seguridad de elementos que ataquen al partido, aunque sea de forma indirecta.

    El invierno que viene es más cálido de lo normal para el PP. El caso Kitchen no es la única sentencia que estallará contra el partido conservador, sino que parece que Bárcenas se ha unido a la fiesta a la que acudirán Lezo y Púnica. Toda una «celebración» que Casado quiere eliminar de su agenda lo antes posible en un momento en el que parece que por fin comenzaba a remontar.

    La estrategia del PP es sencilla. Negarán su responsabilidad con esa época y harán hincapié en que entonces Casado no ocupaba cargos de responsabilidad. Lo cierto es que el presidente popular ha sido fino a la hora de crear una cúpula que poco tiene que ver con esa época, pero el peso de las siglas recaerá sobre el presidente del partido le guste o no a Casado. Al menos la oposición se ha preparado para desgastar al PP todo lo que pueda, pues no olvidemos que es una formación que crece en intención de voto y que amenaza el liderazgo del PSOE.

    El otro papel que está en juego es el de la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado. La que también fue exministra de Justicia recibirá de buena gana la confesión de Bárcenas si con eso consigue dar un golpe al líder de la oposición. Ahora mismo, el PP no tiene amigos ni en la Fiscalía ni en la cárcel. Y eso complica mucho las cosas a la formación de cara al invierno, que se prevé caliente para el partido.