El sueño roto de Nadia Calviño: adiós a la candidatura del FMI

Lo tenía casi todo para hacerse con el premio. Le sobraba actitud, personalidad y hambre. Desafiaba a Estados Unidos sin miedo y con convicción. Avanzaba firme en su propósito. Pero el sueño se ha frustrado: Nadia Calviño no será la presidenta del Fondo Monetario Internacional, el máximo organismo económico del mundo.

Así lo anunció ayer la propia ministra de Economía en funciones en la protocolaria rueda de prensa de los viernes en el Palacio de la Moncloa. Calviño se retira de la pugna por la candidatura para facilitar la elección temprana de un candidato firme. Así todo, sobre el ring quedan ya dos púgiles: Jeroen Dijsselbloem, exministro holandés y exjefe del Eurogrupo, y Kristalina Georgieva, actual consejera delegada del Banco de Finlandia.

LA RETIRADA: ¿FALTA DE CONSTANCIA?

Calviño era, a buen seguro, una de las aspirantes más preparadas para ocupar el cargo. Un currículum casi impecable, implacable y dispuesto a ser coronado con la posible elección de presidenta. En el camino sólo Estados Unidos podría hacerle sombra; al menos, así lo quiso ella al plantarle cara a Donald Trump con la Tasa Google.

El motivo por el que se retira la actual ministra de Economía en funciones es frágil. Decantarse por la retirada a las mínimas de cambio bien podría entenderse como un signo de debilidad por parte de la candidata. O por parte de Pedro Sánchez, uno de los brazos ejecutores de esta decisión: «Hemos visto la situación y el presidente ha decidido que no participaré en la siguiente ronda con el objetivo de que cuanto antes tengamos un candidato único en la UE», confirmó la ahora excandidata.

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Si algo bueno tiene la renuncia de Calviño a la plaza del Fondo Monetario Internacional es que ahora podrá centrarse 100% en el devenir económico del país.

Su primer paso ya lo dio ayer. Advirtió de que el ‘bloqueo‘ a la investidura de Pedro Sánchez puede repercutir negativamente en la economía del país: «Nuestras perspectivas económicas serían más positivas si tuviéramos una situación de seguridad política y jurídica».

Con todo, la cartera del Ministerio de Economía tendría con Calviño a una mujer sobradamente cualificada. Su experiencia a nivel gubernamental se reduce a la victoria en la moción de censura dirigida contra Rajoy el pasado verano, por lo que se podría calificar de accidental.

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Lo que no es accidental es su experiencia al frente de diversos organismos monetarios europeos, donde goza de una reputación elevada. Allí ocupó, desde 2014 y hasta 2018, tres importantes cargos como directora adjunta: uno en la Dirección General de Competencia, el segundo en la Dirección General de Mercado de Interior y el tercero en el departamento de Servicios financieros.

Con todo, a Calviño no le quedará otra que seguir labrándose su futuro para el día de mañana hacerse con un puesto de renombre. Se le cerró la puerta del Banco Nacional de España illo tempore y ayer, entre muchas incógnitas, se le privó de su más que factible presidencia al frente del FMI.