Una caravana de vehículos protesta por el cierre de la hostelería en Melilla

Más de 500 vehículos según fuentes policiales y 900 según los organizadores han participado en Melilla en una caravana de protesta en apoyo a la hostelería, para exigir el levantamiento del cierre total de cafeterías, bares, restaurantes y locales de copas en la ciudad autónoma, al asegurar que este sector «no es responsable del rebrote de la pandemia».

La iniciativa, que ha sido organizada por un grupo de hosteleros melillenses y apoyada por la Asociación de Hostelería de Melilla, han destacado que con esta protesta «Melilla dice hoy basta ya a decisiones improvisadas y el gremio de hostelería y todos los sectores afectados piden medidas proporcionadas».

El cierre total de la hostelería, que comenzó el pasado domingo 18 de octubre, está previsto hasta el próximo 1 de noviembre, pero podría ser prorrogado cada 15 días si las cifras de contagiados en la ciudad no se reducen, algo que no se está produciendo de momento.

Un portavoz de los hosteleros ha manifestado que «se puede combatir al virus sin hundir nuestra pequeña economía». «Consejero de Economía y Políticas Sociales, delegada del Gobierno, señores políticos, ustedes nos han traído a esta situación y el gremio de hostelería no está dispuesto a soportar la culpabilidad de todo el descontrol del Covid-19 en Melilla», ha señalado.

Asimismo, ha indicado que además de protestar con esta caravana, quieren que el toque de queda abarque desde las 23,00 hasta las 07,00 horas; el cierre del sector de la hostelería desde las 22,30 horas hasta las 07,00 horas, excepto el servicio de comida para llevar y reparto a domicilio que permanecerá abierto hasta las 00,00 horas.

Asimismo, han propuesto la limitación de aforo del 55% en interior y 75% en exterior, con un límite aplicado a mesas y con un máximo de seis comensales por mesa; distancias de seguridad entre mesas y obligatoriedad de colocación de dispensadores de gel antiséptico en entradas y salidas de los establecimientos y «uso obligatorio de mascarillas excepto cuando se esté consumiendo en mesa».

Por último, para evitar el cierre total de la hostelería melillense por más tiempo, destacan que «se debe clausurar los establecimientos que incumplan gravemente las restricciones» y «prohibición inmediata del botellón y organización de eventos privados, por la dificultad de poder controlar el consumo privado de alcohol sin mascarilla y sin respetar las distancias de un elevado número de personas».