El coronavirus infecta la venta de viviendas en España

  • El sector ya estaba en descenso desde 2018 y ahora se verá acusado.
  • El coste del metro cuadrado había llegado a precios previos a la crisis.
  • Caixabank, sin embargo, cree que la crisis será más corta de lo esperado.
  • Las consecuencias del coronavirus afectarán también al precio de la vivienda. Desde que estallara la crisis de 2008, el coste del metro cuadrado se desplomó. Una línea de descenso que se mantuvo hasta el año 2013, cuando empezó a recuperarse de nuevo. Sin embargo, el parón económico que ha traído el coronavirus romperá una tendencia al alza y llevará a las inmobiliarias a otra crisis. Este sector ya ha realizado una estimación y considera que las ventas de casas descenderán entre un 10% y un 20%. Algo que acercará el precio del metro cuadrado al de la anterior crisis financiera.

    El precio de la vivienda en la Comunidad de Madrid ya se había recuperado tanto que incluso había superado las cifras de 2008. Según los datos de Fotocasa, el precio medio del metro cuadrado en España en marzo de ese año era de 1.712 euros. Y en marzo de 2020 es de 1.752 euros (un 2,3% más). Parecía que se habían recuperado niveles óptimos, y aunque según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la venta de casas comenzó un ligero descenso desde 2018, el sector inmobiliario se prepara para asumir pérdidas similares a la de la anterior crisis.

    Muchos expertos ya saben a qué atenerse. Y si se tienen en cuenta las palabras y estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el coronavirus generará una crisis más dura que la del 2008. El Producto Interior Bruto (PIB) de España se verá muy tocado y la tasa de paro volverá a aumentar. La única incógnita es cómo reaccionará el sector financiero, clave para la venta de vivienda, que ya ha avisado que su forma de proceder será diferente a la de la anterior crisis económica.

    [td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»72402″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

    En 2019 se vendieron 501.085 casas en toda España. Pero este año no se espera que se vendan muchas menos. Las estimaciones estarán por ver, pero no esperan que haya grandes diferencias con los resultados de otras crisis.

    El sector inmobiliario es el primero que se resiente con las crisis y el que más tarda en recuperarse. Cuando el paro, la incertidumbre y los bajos salarios se apoderan de la sociedad y los bancos acompañan esa desconfianza endureciendo la concesión de hipotecas, la gente deja de comprar casas. Y cuando al economía vuelve a rodar poco a poco, este sector es el último en sentir esa bonanza, ya que hasta que la gente no dispone de una estabilidad económica solvente de cara al futuro, no compra una casa.

    Es posible que la crisis aseste un golpe tan duro que incluso los planes de Madrid y Barcelona. La tensión demográfica había llevado a estas ciudades a tener precios de los alquileres desorbitados. Barcelona por los alquileres relacionados con el turismo y Madrid por la cantidad de gente que trabaja en la capital. Todo esto llevó a que los planes pasaran por reducir la tensión demográfica con más construcciones.

    La capital estaba dispuesta a recalificar un territorio en el sur equivalente a otra M-30. Una gran cantidad de casas que, esperaban, redujera la tensión demográfica de la capital y ayudara a bajar el precio de los alquileres. Sin embargo, ahora, con la crisis del coronavirus, todos estos planes se han quedado parados.

    Pero no todo es negro. Hay algunos economistas que consideran que esta crisis que generará el coronavirus será tan aguda como corta; es decir, que tan pronto como vino se irá y que su repercusión en la sociedad no será tan dura como auguran desde el FMI. Caixabank se ha mostrado seguro de que esta crisis será «corta y severa» y que la seguirá un repunte económico, por lo que la vivienda puede que se mantenga en niveles menos dramáticos siempre que los bancos no se cierren en banda a la hora de conceder hipotecas, como sí hicieron durante la crisis de 2008.