El ‘despilfarro’ del Govern: 35.000 euros públicos para visitar a los presos

En plena fase final del juicio del procés, Nacho Martín Blanco ha acusado al Govern de haber derrochado 35.000 euros públicos en viajes a Madrid para visitar a los independentistas juzgados en el Tribunal Supremo. El diputado de Ciudadanos ha tildado de «indignante» que gasten el dinero de las instituciones públicas en visitarles a las prisiones.

«Es indignante e indecente que dediquen dinero de todos los catalanes a pagar sus fiestas en Madrid en viajes al TS y en visitar a los presos», ha lamentado en rueda de prensa en el Parlament, y ya ha avanzado que preguntarán el gasto que han hecho al respecto hasta el mes de junio.

Según Martín Blanco, visitar a los presos no es una prioridad para todos los catalanes, por lo que ha criticado que la Generalitat destine dinero a organizar «viajes personalísimos para apoyar a los suyos sin tener en cuenta el interés» del conjunto de ciudadanos.

«Sacan recursos de todos los catalanes para hacer política partidista y sectaria. ¿Cómo es posible que un Govern que destina cero euros a guarderías se gaste 35.000 euros para ir a ver a sus amigos en el juicio?», ha preguntado.

También ha culpado al Govern y al presidente del Parlament, Roger Torrent, de posponer un día el inicio del pleno de esta semana para acudir al alegato final de los presos en el juicio, «como si las instituciones, que son de todos los catalanes, fueran exclusivamente suyas».

«Hacen un uso exclusivo y partidista de las instituciones, y esto demuestra su concepción excluyente y sectaria de la democracia. Es indigno y degradan las instituciones democráticas de Catalunya de forma sistemática. No es la primera vez que pasa algo parecido», ha reprochado.

A su juicio, no hay precedentes de otros gobiernos autonómicos que «decidan alterar de forma tan flagrante el calendario por una cuestión de parte», y considera que lo ocurrido debería indignar a cualquier catalán.

Para el diputado de Cs, la comparecencia del martes de la portavoz del Govern, Meritxell Budó, tras el Consell Executiu fue «esperpéntica» después de que rechazara responder una pregunta en castellano porque antes no se había formulado en catalán.

LIBERTAD DE PRENSA

En su opinión, el argumento de Budó es «ridículo», y ha constatado que uno de los pilares de la democracia es la libertad de prensa y poder preguntar a los políticos lo que los periodistas consideren oportuno.

«Como la pregunta le incomodaba, Budó prefirió dar una respuesta que denota su nacionalismo excluyente y sectario», ha criticado Martín Blanco, que ha salido en defensa del bilingüismo en la sociedad catalana.