El techo de cristal que aún existe para las diplomáticas en Exteriores

Si algún partido quiere apuntarse un tanto en favor de la igualdad entre hombres y mujeres tiene una buena oportunidad en el departamento que ahora dirige Josep Borrell ya que ninguna diplomática española ha sido ministra o secretaria de Estado en Exteriores hasta el día de hoy.

Ana Palacio fue la primera mujer en dirigir Exteriores y lo hizo durante el segundo mandato de José María Aznar. Trinidad Jiménez hizo lo propio en el último mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, pero ninguna de las dos provenía de la carrera diplomática. Mientras, en el escalafón de las Secretarías de Estado han pasado varias mujeres por Exteriores -la última, la socialista Soraya Rodríguez- sin que los gobiernos de turno confiasen dichos puestos a diplomáticas.

Este dato sobre el particular techo de cristal que existe en Exteriores lo facilitó la actual embajadora en Malta, Consuelo Femenía, al advertir a la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) que, al mismo tiempo que se quejaba por el nombramiento de embajadores ‘políticos’ a cargo del Gobierno de Pedro Sánchez, también elevase su «disconformidad» por la falta de diplomáticas en los puestos más relevantes del ministerio.

«Nunca en la historia del MAEC una diplomática ha alcanzado el rango de secretaria de Estado ni de ministra. ¿Cómo puede haber una lista de hasta 20 diplomáticos que han sido secretarios de Estado y 0 diplomáticas?», se preguntó la embajadora, quien curiosamente es mujer del actual ministro de Ciencia, Pedro Duque.

A esta preocupante situación se añade el hecho de que el número de mujeres que forman parte de la carrera diplomática se ha estancado en los últimos años en el umbral del 25%, un fenómeno que ha preocupado a los últimos ministros de Exteriores.

BAJO PORCENTAJE EN LAS OPOSICIONES

A comienzos de 2017 había un total de 959 diplomáticos españoles, de los que 731 eran hombres y 228 mujeres. Unos datos que apenas varían a día de hoy. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, abordó este asunto en su primera comparecencia en el Congreso sugiriendo que un problema de este estancamiento se debe a que el 25% es también el porcentaje de mujeres que se presentan a las oposiciones.

«La mujer aprueba el ingreso en la misma proporción que la aprueban los hombres. Si no hay más, es porque no se presentan y (…) porque la incorporación de la mujer a la carrera diplomática ha sido más tardía, como lo ha sido también a las ingenierías», argumentó.

A ello se une que para ser embajador se necesitan veinte años de trayectoria diplomática, de ahí que la proporción de mujeres en ese estrato sea menor. En lo que sí que están en la mano de Borrell es en aumentar el número de mujeres que son altos cargos. En la actualidad hay seis mujeres con el cargo de directoras generales dentro del Ministerio y es intención del ministro que haya una más, con el fin de que la proporción resultante sea de un 40% mujeres y un 60% hombres.