Iniciativa per Catalunya ha anunciado su disolución. La formación ecosocialista, heredera del histórico PSUC y entroncada con Podemos en Cataluña, ha entrado en concurso de acreedores y el Consell Nacional ha decidido presentarlo para evitar una «situación de degradación». El nuevo partido de Íñigo Errejón, en fase de dar el salto nacional, va a competir por los votantes huérfanos de esta formación.
Esta fuerza, liderada por Marta Ribas, David Cid y Ernest Urtasun e integrada en Catalunya en Comú, tiene contraída una deuda bancaria de más de nueve millones de euros y acometerá un ERE que afectará a sus 16 trabajadores.
El origen de este agujero económico procede de 2010, cuando ICV dejó su sede en la calle de Ciutat e hizo las maletas junto a la plaza George Orwell, sito en el barrio Gòtic de Barcelona. Este movimiento de ‘nuevo rico’ les ha llevado a la bancarrota.
No es la primera vez que en la política catalana un partido salta por los aires: hace unos años ‘cerró’ Unió Democrática de Catalunya, cuyo espacio político intenta cubrir ahora la Lliga Democrática de Catalunya.
LAS TRES PRÓXIMAS CITAS ELECTORALES NO BENEFICIAN A PODEMOS
En 2020 se celebrarán elecciones autonómicas en Euskadi y Galicia. También podrían celebrarse en Cataluña, quizás porque el resultado del juicio a los líderes del procés no resulte proclive para los intereses de los partidos que apuntalan al Govern.
Podemos cotiza a la baja en Euskadi, donde el PNV buscará lograr la mayoría en pacto con el PSE. EH Bildu podría consolidar su segundo puesto y el PP deberá decidir si se refunda o si cierra un pacto con Ciudadanos.
En Galicia la situación está peor: Feijóo buscará su cuarta mayoría absoluta consecutiva y a la izquierda del PSOE surgen cuatro espacios que podrían convertirse en tres. Anova-Podemos, el BNG y En Marea, desligada de sus antiguos socios de la mano de Luís Villares.
El adelanto catalán tampoco cogería con buen pie a los ‘comunes’, que han sufrido una crisis en los últimos tiempos por la decisión de Esquerra Unida i Alternativa de posicionarse en la cercanía de ERC.
PIRUETAS, PODEMOS Y POLÉMICAS
La pirueta de Ada Colau, que se sirvió del apoyo de Manuel Valls para renovar su mandato al frente de Barcelona, ha dejado frías a las filas de los ‘comunes’. Pero aun así Pablo Iglesias confía en sus filas catalanas, que en los últimos tiempos le están dando menos disgustos que otras ‘federaciones’.
Aunque la persona cercana a la cúpula que más charcos pisa sigue siendo Juan Carlos Monedero, que en la última entrada de su blog arremete contra la política estatal: «Hay días en que la democracia en mi país, España, me parece una mierda. Es verdad que en todos sitios cuecen habas».
El politólogo asegura que «aquí pasan cosas que no leemos en Alemania, ni en Francia ni en Portugal ni en Inglaterra. Ocurren quizá en Italia y en Polonia, países también católicos y con un pasado autoritario donde la jerarquía de la iglesia siempre ha frenado los valores republicanos«.
MONEDERO NO SE CORTA
Monedero dice que le llena de «vergüenza ver que fácil ha sido que Rivera, que iba a ser Presidente, hoy está en el fango. Solamente porque los que mandan en los medios han decidido dejarle caer. Los mismos medios, para mi vergüenza, que jalearon y estimularon a Errejón para que rompiera con Podemos y dificultar así el pacto de Iglesias y Sánchez. Hoy Errejón se ofrece al pacto del PSOE con Ciudadanos. Objetivo cumplido. Esa es nuestra democracia».
El fundador de Podemos asegura que «los medios dictan quién puede estar y quién no en el gobierno de España. Apenas han bastado tres días para que Rivera bese el fango y Errejón, que era un maldito cuando estaba en Podemos, nunca tuvo la inexistente beca ni trabajó nunca en Venezuela».
Y explica que le asquea la «tolerancia con la corrupción de los votantes del PP y del PSOE, la hipocresía del post pujolismo y del PNV, el culto al franquismo o el silencio sobre la pederastia de los curas en los colegios religiosos».
SOBRE PACTOS
Añade Monedero: «Me llena de vergüenza que Borrell se presente como candidato a las elecciones europeas y antes de que pase un mes dimita por intereses de personales o de partido, demostrando que encabezó una candidatura para mentir a los votantes. Carmena, que también ha dejado desmadejado el Ayuntamiento de Madrid con su espantada, por lo menos lo avisó».
El profesor asegura que «Borrell simplemente ha mentido. Y hablando de mentirosos, me llena de vergüenza que Sánchez, que dijo en la última entrevista en El País antes de las elecciones que no tenía ningún problema en gobernar con Podemos, ahora grita que va a la investidura sin pactar nada con Podemos y esperando el voto o la abstención de la derecha».
Y explica que Sánchez «al final lo que quiere es gobernar con la derecha. Lo que temíamos. Pedro Sánchez ha mentido a sus militantes, a sus votantes, a Podemos, a Pablo Iglesias, a todo el mundo. Al final, Sánchez quiere, como Felipe González, como Susana Díaz, una gran coalición, como en Alemania, aunque a las elecciones fuera con un discurso que imitaba a Podemos».
