«Sectario» y «autoritario»: Espinar lapida a Iglesias tras su fracaso el 12J

Ramón Espinar, exdirigente de Podemos, ha culpado a la gestión de Pablo Iglesias del «batacazo» que ha sufrido la formación morada en los comicios vascos y gallegos de este domingo. Espinar ha dedicado una ristra de descalificativos a la cúpula de Podemos, y ha acusado al vicepresidente segundo de convertir la agrupación «en un solar sin nadie que les moleste», tras ejecutar una campaña vertical «teledirigida desde Madrid».

Pablo Iglesias, que ha reconocido una «derrota sin paliativos» en País Vasco y Galicia, ha asegurado que debían pasar a la autocrítica. Siguiendo el consejo, Espinar ha criticado los aspectos del partido que han causado, según él, la derrota, como son el «sectarismo», la «endogamia» o la «agresividad» de Iglesias con los medios de comunicación.

Asimismo, ha apedreado la campaña electoral de Podemos, basada en pactos de gobierno que «no ilusionan a nadie», y que muestra fugas al no ir más allá del «reparto de poder».

«Endogamia, incapacidad para llegar a acuerdos, sectarismo, agresividad indiscriminada con los medios, expulsión sistemática de la disidencia y el talento, burocratización que impide desarrollar iniciativas locales, autoritarismo… La autocrítica es fácil de hacer», ha espetado el ex senador y ex líder del partido en Madrid a través de Twitter.

Por todo ello, Espinar considera que «esta noche el batacazo hay que apuntárselo a una dirección de partido que ha querido controlarlo todo a costa de convertir Podemos en un solar sin nadie que les moleste», ha afirmado.

Según Espinar, «no se puede echar la culpa más a la militancia» ni a los candidatos en Galicia, Antón Gómez-Reino, y en País Vasco, Miren Gorrotxategi, de la «bofetada» de Podemos en esta cita con las urnas, pues reproduce, a su juicio, «una tendencia asentadísima», que es que «cuanto más poder interno acapara la actual dirección, más desastrosos son los resultados».

ESPINAR CRITICA LA GESTIÓN VERTICAL DE PODEMOS

«El espacio del cambio, roto en varios pedazos, camina a la intrascendencia electoral después de haber contribuido a cambiar sociológicamente este país. La entrada en el Gobierno de España no puede ocultar eternamente la tendencia, los batacazos. Qué noche tan triste. Qué rabia», ha lamentado.

Por ello, Espinar avisa a la dirección de que «no se puede seguir eternamente echando la culpa de los fracasos a quien se marchó, rompió o echaron».

«El mensaje de campaña, teledirigida desde Madrid, sobre acuerdos de gobierno no ilusiona a nadie. Porque transmite que no hay proyecto más allá del reparto de poder. Y porque no se puede hablar de plurinacionalidad y dirigir una campaña en Galicia y Euskadi desde Madrid», concluye.