Pablo Iglesias y otros profesores de la ‘Complu’ pusieron en marcha a finales de 2010 ‘La tuerka’, tertulia de ideología marxista que se veía por canales locales madrileños. Aquel programa, impulsado por varios politólogos cercanos a Izquierda Unida, trataba de importar a España la desenvuelta latinoamericana que surgió en torno al Foro de São Paulo.
‘La tuerka’ fue la chispa que prendió la pradera, que diría Lenin, y al calor del 15M nació un partido que ha pasado del margen al Gobierno, Podemos. Es evidente que España no cambió por la influencia de aquella tertulia marginal.
Pero sí que es cierto que en torno al formato se formó un equipo que supo situarse en la agenda mediática, hecho que les facilitó la creación de un partido que canalizase el descontento social de inicios del presente siglo.
‘ESTADO DE ALARMA’
Javier García Negre era hasta hace unos años un voluntarioso redactor de sucesos y corazón de El Mundo que tenía cierta fama de amarillo. El plumilla andaluz fue ganándose poco a poco un hueco en algunos espacios matinales como ‘Espejo público’.
Pero el negro del suceso lo cambió por la política y en los últimos meses ha estado organizando una especie de cuadrilla mediática que alcanzó su forma definitiva tras las cinco derrotas electorales del ‘trío de Colón’ en 2019.
Negre fue de los que subieron el tono cuando el PSOE pactó con Unidas Podemos y, quizás por ello, Vox presionó sin suerte en Canal Sur para que el periodista de El Mundo fuese incluido en tertulias junto a Cristina Seguí.
La periodista valenciana fue una de las fundadoras de Vox, partido del que se marchó tras haber acusado a Vidal-Quadras de cometer irregularidades económicas. La tercera pata de ‘Estado de alarma’, junto a Negre y Seguí, es Carlos Cuesta, que leyó el manifiesto en Colón como cuota del partido de Abascal (María Claver ‘representaba’ al PP y Albert Castillón a Cs).
TORTAZOS DESDE TODOS LOS LADOS
‘Estado de alarma’ ha entrevistado a personajes que tienen dos cosas en común: su odio al Gobierno y a Atresmedia, a partes iguales. Santiago Abascal, Chani Pérez Henares, Rosa Díez, Enrique San Francisco o Javier Cárdenas (que curiosamente sigue trabajando en Atresmedia a pesar de sus dardos diarios a La Sexta), han pasado por el programa.
No contaba Negre con que el ‘Merlos Place’ iba a acabar con la reputación del programa. Y es que este culebrón ha provocado que el presentador del espacio reciba dardos hasta en su ‘propio periódico’, El Mundo.
Así lo describe la mordaz Diana Aller: «Ávido periodista, sagaz estudioso políticos, imán mediático y sexual. Comprometido con su tiempo y su patria, fiel a sus ideas, que son las correctas. Un poquito canalla cuando hay que serlo y se viste por los pies ¡Hasta los jerséis se los pone por los pies! Pero está harto de que no se lo reconozcan. Lo que es en realidad: Amigo de sus amigos, igual no».
SEGUÍ TAMBIÉN RECIBE METRALLA
Cristina Seguí quiso terciar en la polémica del colaborador de ‘Estado de alarma’ Alfonso Merlos con dos palos a María Patiño y Mila Ximénez: «»No las conozco. Lo único que sé es que no voy a entrar en su mierda de mundo en el que ellas mismas se destrozan la vida y se desfiguran la cara patéticamente con operaciones por un día más de tele. Me dan mucha pena, y no es mi ramo», decía.
Patiño le replicaba: «Yo admiro profundamente a todos mis compañeros que luchan por la libertad, la verdad y la democracia. Estoy absolutamente orgullosa del género al que represento y que por lo menos logramos entretener a la gente en esta situación».
Y no se quedaba ahí: «Desprecio la gente que utiliza el estado de alarma y al Gobierno cuando se trata de cuernos, solo cuernos». Mila Ximénez, muy dura con Merlos, seguía: «Pues yo solamente tengo una respuesta a la señora Seguí: que se vaya a la mierda».
NEGRE, MERLOS Y ‘ESTADO DE ALARMA’
Merlos y Negre. Negre y Merlos. Ambos faros de la derecha mediática han decidido chapotear en el barrizal que ha surgido en torno a sus vidas privadas. Alfonso y Javier podrían haberse abstenido de participar en el circo que ha organizado Telecinco.
Pero ambos han decidido mostrar una actitud casi infantil: el primero parece estar feliz por la fama momentánea, a pesar de que dice que los mayores de su familia lo están pasando mal, y el segundo aprovecha el rancho para promocionar su show en Youtube.
Ambos periodistas parecen conocer el camino agradable y cortoplacista que se les abre, realities y cheques con más ceros. Eso sí, Merlos y Negre caminan felices hacia el precipicio: el primero puede perder su puestazo como dircom del Colegio de Abogados y el segundo puede quedarse sin silla en ‘El programa de Ana Rosa’ si mantiene con su decisión de querellarse contra ‘Sálvame’.
