Feijóo propondrá a Sánchez una ley orgánica y no estados de alarma

El presidente de la Xunta , Alberto Núñez Feijóo, ha ratificado su rechazo a la vía de los estados de alarma individualizados que propuso en la pasada jornada su homólogo estatal, el socialista Pedro Sánchez.

Al tiempo, ha anunciado que la Xunta, como autonomía «leal», ultima una propuesta alternativa que remitirá al Ejecutivo central: una nueva ley orgánica de salud para facilitar la gestión de la pandemia.

Tras reunirse con el comité clínico que asesora a su Ejecutivo, el presidente ha revelado que la Xunta ultima una nueva ley orgánica de salud que remitirá al Gobierno central y también al Parlamento gallego, como paso previo a que este texto, con la formulación de proposición de ley, pueda ser remitido al Congreso para su debate.

Antes, a modo de aportación «leal» de una Comunidad «ocupada y preocupada» por la pandemia, Feijóo ha avanzado que, una vez que el borrador esté listo (calcula que pueda ser en la primera semana de septiembre), se lo remitirá al ejecutivo de Sánchez a modo de alternativa a una solución -la del estado de alarma individualizada- que no comparte.

No en vano, ha admitido su «decepción» por el planteamiento de Sánchez y al comprobar que «no hay ninguna propuesta alternativa más que seguir prorrogando el estado de alarma de forma indefinida».

«QUE NO HAYA 17 RESPUESTAS DIFERENTES»

Enfrente, Feijóo ha incidido en la necesidad de un texto legal que permita decidir «con rapidez» las medidas que son necesarias «en cada caso, cada lugar y cada territorio».

«Tenemos ya un borrador avanzado», ha explicado, antes de precisar que este concreta cuestiones como las decisiones que puede tomar un presidente autonómico sin necesidad de ratificación judicial y las que sí la necesitarían, toda vez que se atañen, ha reconocido, a «derechos fundamentales».

Todo ello en una intervención en la que ha rechazado que se den «17 respuestas diferentes». «Lo lógico es que si somos una nación especialmente castigada, que no haya 17 respuestas diferentes», ha indicado.

EL ESTADO DE ALARMA NO ES «ÚTIL»

En su intervención, Feijóo ha recordado que el estado de alarma es una medida «excepcional» y que no es «útil» para la gestión de una pandemia que requerirá la toma de decisiones durante «meses, semestres o años».

Por ello, ha insistido en que la «mayor parte» de comunidades, con independencia de su signo político, demandan «desde hace meses» el impulso de instrumentos «jurídicos» adecuados que faciliten la toma de decisiones por parte de las autonomías sin recurrir a un juez que las valide.

Ahora, además, ha remarcado que hay decisiones judiciales que han contravenido pasos decretados por gobiernos autonómicos. Es el caso del fallo judicial que anuló la orden de la Comunidad de Madrid que prohibía fumar y adelantaba el cierre de bares.

EL BROTE DE A CORUÑA «ESTABILIZADO»

En su intervención, Feijóo ha repasado los datos de la pandemia en Galicia y ha subrayado que, aunque el brote de A Coruña sigue siendo el que más «preocupa» a su Ejecutivo, en los últimos tres días la incidencia ha bajado a 37 casos por 100.000 habitantes frente a la «altísima» tasa que había hace 14 días, lo que «abre una ventana de esperanza».

«La situación sigue siendo complicada, pero parece que se estabiliza en los últimos días», ha dicho, antes de incidir en que la incidencia de la pandemia en A Coruña y su área metropolitana preocupa, en todo caso, más que otros brotes «localizados» en Melido o Monforte, así como el registrado en la residencia de O Incio (Lugo).

En términos generales, ha destacado que la situación epidemiológica gallega es «menos mala» que en el conjunto de España, aunque ha recordado las 633 víctimas mortales antes de apelar a no «relajarse» ni darse por «satisfechos».

CONTEXTUALIZAR LOS CONTAGIOS

Finalmente, ha subrayado que el número de contagios es «muy preocupante» en el conjunto de España, pero también ha pedido contextualizar este dato con el de hospitalizaciones y ocupación de camas UCI.

A modo de ejemplo, ha indicado que en Galicia se realizan aproximadamente un 122% más de PCR diarias que en el pico de la pandemia -lo que favorece que haya más casos diagnosticados-, pero el número de hospitalizados en planta o en UCI es muy inferior.