Feministas cargan contra guía del CGPJ porque «niega» la violencia de género

Varias organizaciones feministas han firmado un manifiesto jurídico contra la ‘Guía de criterios de actuación judicial en materia de custodia compartida’ confeccionada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Según han denunciado, el contenido de dicho manual es «negacionista de la violencia machista» y en él se «generaliza» la custodia compartida de los hijos e hijas en procesos de separación, divorcio o ruptura de la pareja.

El manifiesto cuenta con el apoyo de una treintena de asociaciones –entre ellas, la de Mujeres Juristas Themis, o la Federación Nacional de Mujeres Separadas y Divorciadas, y Federación de Mujeres Progresistas–, así como de feministas a título individual. Ha sido difundido a raíz de la presentación de esta guía del CGPJ cuyo objetivo es ayudar a los miembros de la Carrera Judicial a adoptar decisiones sobre la custodia de los menores.

«La guía propone generalizar la custodia compartida cuando no haya acuerdo y flexibilizar la prohibición que existe actualmente de imponerla cuando hay violencia de género en la pareja», han asegurado las feministas.

Asimismo, han advertido de que el manual sugiere revisar el artículo 96 del Código Civil para que «el uso del domicilio familiar deje de atribuirse al progenitor que se queda al cuidado de los hijos e hijas» y propone «la introducción de la coordinación de parentalidad. Esto último es, según han destacado las feministas, «meter el SAP en los procesos de familia» en los que hay menores.

En este contexto, sostienen que la principal justificación de esa guía en la que el CGPJ proporciona criterios a los jueces de Familia para los procesos de custodia compartida es «presionar a quien corresponda» para introducir en la legislación la Coordinación de Parentalidad.

«Es decir, para normalizar la aplicación del Síndrome de Alienación Parental (SAP) en nuestros tribunales, siempre que se discuta la custodia de hijos e hijas en los procesos de Derecho de Familia», han apuntado.

CONTRA LA COORDINACIÓN DE PARENTALIDAD

A su juicio, la Coordinación de Parentalidad «es un método alternativo obligatorio de resolución de conflictos» que, para conseguir que «los niños y las niñas cumplan los regímenes de visitas con el progenitor no custodio cuando no desean hacerlo, aplica la terapia de la amenaza y del castigo, del SAP, aún sin mencionar este nombre».

Al respecto, han incidido en que los coordinadores de parentalidad están «instruidos para aplicar dicha terapia», y no cuentan con «habilitación oficial ni se conocen loa requisitos de formación o de titulación».

Las feministas han agregado que en la redacción de la Guía han intervenido personas «vinculadas a organizaciones y plataformas que se han caracterizado, a lo largo de los años, por su defensa de la custodia compartida impuesta y la Coordinación de Parentalidad».

Asimismo, han lamentado que no se haya considerado «siquiera invitar a participar en el diagnóstico y las propuestas a otras personas con visiones discrepantes». De hecho, la Asociación de Mujeres Juristas Themis ha informado de que, a pesar de que pidió formar parte del grupo de personas expertas que han asesorado para la elaboración de la guía, no fueron invitadas. «Ahora sabemos por qué. Nosotras aplicamos la perspectiva de género en nuestro trabajo y el Poder Judicial lleva el camino inverso», han denunciado las juristas.

«NIEGA LA VIOLENCIA DE GÉNERO»

Las feministas que apoyan el manifiesto han argumentado que el contenido de la guía es «negacionista de la violencia machista». «No menciona cómo afecta la violencia de género en el divorcio. Solo se hace referencia al conflicto entre los padres y de cómo afecta éste a los hijos e hijas. Pero no se hace ninguna referencia a las relaciones desiguales, cuando no directamente violentas en la pareja como causa de muchísimas rupturas, haya sido denunciada o no la violencia machista», han agregado.

En este sentido, han afirmado que el manual «contiene menciones a reparto de roles completan ente sexistas», como «madre autoritaria», «padre permisivo» o progenitor varón «con estilo democrático».

«Es, por tanto, un análisis carente de perspectiva de género, que trata por igual el dominante que a la dominada, al maltratador que, a la maltratada, que ignora en definitiva los propios datos estadísticos del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del CGPJ e ignora cómo influye la violencia de género en los y las menores», sostienen. Tal y como han dicho, entre otras cuestiones, se infravalora la influencia negativa que la violencia machista tiene en los menores.

Asimismo, han señalado que la guía es «despreciativa» con otros poderes, como el Legislativo, «del que se dice que ni está ni se le espera» para justificar las modificaciones legislativas, por ejemplo, sobre la normalización de la custodia compartida. «Que acudan al Parlamento y convenzan a nuestros legisladores, pero que no usurpen el lugar de éstos, invadiendo otro Poder del Estado», han apostillado.

Por último, las feministas han reivindicado «el fortalecimiento de los gabinetes psicosociales de los Juzgados de Familia, como instrumentos ad hoc especializados, como servicios públicos e independientes de las partes, así como experimentados para intervenir en los procesos de Familia cuando existen desacuerdos en relación con hijos e hijas menores de edad», A estos gabinetes, tal y como han precisado, hay que exigirles «cualificación y formación homogénea apartada de teorías seudocientíficas como el SAP y sus análogos».