Holanda quiere meter mano en la política española si la UE da ayudas

  • Rutte da por hecho que no se darán ayudas a fondo perdido, solo créditos.
  • Sánchez ha dicho que está dispuesto a reducir la cantidad de dinero en préstamos a cambio de que no se entrometan.
  • Los países frugales amenazan con tirar al traste la cumbre de estos días.
  • La cumbre para diseñar la estructura del Fondo de Reconstrucción de la UE para afrontar las consecuencias de la pandemia del coronavirus ha dado el pistoletazo de salida. Todos los países de la Unión se han reunido con el objetivo de buscar una solución en la que hay cuatro países que se han convertido en un escollo: Holanda, Suecia, Dinamarca y Austria. Quien lidera estos países frugales, el primer ministro holandés, Mark Rutte, ya ha dejado claras sus intenciones. O se mete mano en la política española o no habrá ayudas. Y de hacerse, se hará en forma de crédito y no de subvenciones a fondo perdido, como quiere el Gobierno de España del PSOE.

    «Si el Sur necesita ayudas de nuestro país para afrontar la crisis (lo entiendo porque tienen un margen financiero limitado para responder ellos mismos), es razonable que nosotros pidamos un compromiso claro con las reformas. Y si los préstamos van a convertirse en parte en subsidios, las reformas son todavía más cruciales y necesitamos una garantía absoluta de que se lleven a cabo», ha asegurado Rutte, quien también ha reclamado tener derecho a veto en las reformas que aborden tanto Italia como España basadas en el dinero que provenga de Europa

    Rutte ya se había reunido con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, esta semana. El líder socialista trató de convencerle de que cediera ante las demandas de España, Italia y otros países europeos pero el primer ministro europeo lo dejó claro. «Tenéis que buscar una solución vosotros», dejando entrever que la UE no debería pagar dinero a los países más golpeados por la pandemia.

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    Ahora Holanda, que no se muestra en absoluto convencida de que se vaya a llegar a un acuerdo por su propia reticencia, quiere meter mano en la política española. Exigirá reformas fiscales, laborales y también en el sistema de pensiones. Básicamente impondrá un recorte brutal en los gastos que ahora asume el Estado y exigirá modificar el sistema de pensiones para instalar uno más parecido al suyo, con la mochila austríaca de por medio.

    El presidente Sánchez, por su parte, quiere evitar precisamente eso. La intromisión de Rutte en la política española supondría que todo el paquete de medidas sociales que pretende abordar el Gobierno se vaya al traste. Holanda es liberal y no quiere que el Estado asuma gastos, y menos si prestan dinero a un país con una deuda que supera el 120% de su Producto Interior Bruto.

    El presidente se ha mostrado incluso favorable a reducir la cantidad de dinero que se había previsto (unos 140.000 millones, la mitad a fondo perdido y la otra mitad en forma de créditos) con tal de que los países del norte y en especial Rutte metan mano en la política española.

    España necesita dinero urgentemente. Y más cuando el Gobierno quiere demostrar su vocación social en un momento de crisis económica que parece exigir más recortes debido a la deuda. Sin embargo, algunos países de la UE consideran que no tienen que pagar ellos el pato de quienes gestionaron peor la pandemia. Y por eso, los países frugales quieren utilizar esta situación para meter mano en la soberanía de los países del sur.

    Lo que parece estar fuera de toda negociación es la idea de que se dé dinero desde la UE a fondo perdido. Suecia se ha mostrado favorable a conceder créditos desde la Unión, pero no «subsidios», una opinión que comparten Dinamarca, Suecia y Austria. Todos creen que no tienen por qué pagar el pato de aquellos que han gestionado mal la crisis. Y es ahí donde está el problema que no parece que se vaya a resolver este fin de semana.