Juan Carlos Vera, el hombre del traje gris de todas las fotos del PP

Este lunes Íñigo Henríquez de Luna dejó de salir en la foto del PP. Según él mismo ha contado, la razón es que no está en consonancia con la imagen “del nuevo PP”. Sin embargo, cada vez más voces críticas en la formación conservadora caen en la cuenta de que el hombre que siempre sale en las fotos y nunca se renueva es otro, un funcionario del PP con traje gris, Juan Carlos Vera.

Da igual la foto que se mire, si vira ya a sepia o si es digital cargada de megapíxeles. Con Álvarez del Manzano, Gallardón, Aguirre, Cifuentes, Pío Cabanillas, Garrido, Rajoy, Cospedal o Casado. Juan Carlos Vera, un veterano abogado que está en el PP desde los primeros años 90 (es diputado desde 1993 ininterrumpidamente hasta hoy, 26 años en el Congreso), siempre sale a flote. Aunque salga en los informes de la UDEF.

“Es la imagen de la no renovación. Aquí se está renovando a mucha gente, se está prescindiendo de ellos por su mera presencia en aparatos del pasado, pero Vera es el funcionario que nunca se mueve”, asegura una fuente del PP en cargos directivos de Madrid. En el PP se estima que ha movido los hilos en más de 50 campañas electorales. Siempre en la sombra, en la zona gris.

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Juan Carlos Vera ha sobrevivido incluso al maremoto de Gürtel. Documentos policiales, más concretamente la UDEF, lo vinculaban en cercanía a Francisco Correa y su grupo, cuestión de la que salió incólume.Y eso a pesar de que la UDEF aseguraba que había viajado gratis con su familia a Miami y recibido regalos de la organización de Correa tales como una pluma Montblanc, un móvil o una televisión de plasma, regalos valorados en unos 6.000 euros. Lo que fuentes populares sí dejan claro es que entre Vera y Correa había sintonía personal, lo que no es un delito.

Sin embargo, Gürtel, es algo más que un episodio del pasado en la trayectoria del actual secretario general del PP de Madrid, que hoy se dirige en forma de gestora tras el batacazo público de Cristina Cifuentes.

La actual pareja de Juan Carlos Vera es Yolanda Estrada, otra veterana militante superviviente de mil batallas. Seguramente la más comprometida sea la que la vinculaba a la trama Gürtel como consecuencia de su trabajo de concejala del municipio madrileño de Pozuelo. Estrada fue imputada, pero posteriormente sacada de la imputación.

LA BATALLA DE POZUELO

Precisamente ha sido la carrera reciente de Estrada la que más ha puesto en la picota o expuesto a Juan Carlos Vera. Estrada entró en la carrera para ser candidata a la alcaldía de Pozuelo, una batalla que ha sido sangrienta en las filas del PP. Pozuelo es el municipio más acomodado de Madrid, un verdadero bálsamo para el PP, que gobierna en la localidad desde casi siempre, incluso remontando episodios como el de su alcalde condenado en Gürtel, Jesús Sepúlveda. En las circunstancias actuales y con las perspectivas electorales que se ven, ser alcalde de Pozuelo es uno de los buenos puestos a los que puede aspirar hoy un político del PP.

“A Yolanda le ha perjudicado precisamente ser la pareja de Juan Carlos Vera”, asegura otra fuente que lleva largos años en la “pomada” del PP de Madrid. La candidata finalmente será Susana Pérez Quislant, la actual alcaldesa de la localidad. Pero en la lucha ha habido más sangre de la razonable para una candidatura a la alcaldía. Y se han dejado heridas graves entre señalados políticos del PP, que se sienten agraviados e incluso ultrajados. No pocos han visto la larga mano en la estructura del partido de Juan Carlos Vera en una campaña subida de tono que ha indignado a algún peso pesado del partido.

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Porque en el PP, lejos de haber calma, hay un enorme malestar interno por los últimos acontecimientos, sobre todo con las listas electorales. En tiempos en que se prescinde de personas que han entregado décadas al partido “porque no dan la imagen” y tras las razzias basadas en un discutible criterio ético de la era Cifuentes, los renovados a la fuerza piden trato igualitario. Y en las listas hay cada vez menos lugares con posición de salida asegurado.

Lo cierto es que tras los devaneos de Cifuentes, en el PP de Madrid siguen mandando dos clásicos: Pío García Escudero y Juan Carlos Vera. Ambos con más de 60 años y muchas décadas llevando la manija de la formación conservadora en Madrid. “Esto de renovación no tiene nada”, aseguran en círculos del PP. A que tengan el mando ayuda la salida consecutiva de las dos damas de hierro, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes.

CANDIDATOS SIN MANO EN GÉNOVA

Perdido el Ayuntamiento de la capital, el despacho de Sol, la presidencia de Madrid, perdió todo peso político con la llegada de Ángel Garrido, que no ha conseguido ni siquiera ser elegido para encabezar la lista de la Comunidad de Madrid. En su lugar está Isabel Díaz Ayuso, una joven de la cantera que prometía, pero que se está diluyendo en la campaña. El cabeza de lista para el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, es un político de mayor empaque, pero carece aún de peso específico en las bambalinas funcionariales del partido.

Ése es el territorio favorito de Juan Carlos Vera. Una de las razones que más indignan en su propio partido cuando se ve cómo retiene, encabece quien encabece la sede local de Génova, mando en plaza, es el hecho de que la cercanía a Gürtel y los años locos de aquellas campañas electorales de gastos desmedidos, nunca le pase factura. Uno de los engranajes en los que siempre ha estado metido Vera es el de las campañas electorales, aunque oficialmente solo dirigió unas europeas, hace más de 10 años.

Las campañas electorales fueron uno de los puntos calientes de la red Gürtel que tramó Francisco Correa con políticos del PP. Los años de gastos desaforados y sin control, campañas tan brillantes que, según se sabe hoy, se financiaban irregularmente. Ni siquiera eso le ha pasado factura al funcionario del traje gris, Juan Carlos Vera.

Este 26 de mayo, haya victoria o derrota, en la foto del balcón de la calle Génova seguirá habiendo un fijo, con esos ojos expresivos y eterna sonrisa: el hombre que nunca fue renovado. Un clásico.