Málaga reivindica la figura de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA

Málaga ha recordado este lunes, 13 de julio, a Miguel Ángel Blanco, asesinado por la banda terrorista ETA en 1997, en un homenaje que ha tenido lugar en el Ayuntamiento de la capital y en el que se ha leído el manifiesto de la Fundación que lleva el nombre del joven concejal de Ermua en el 23 aniversario de su asesinato, cuando tenía 29 años.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha participado en el acto, al igual que concejales del equipo de gobierno y de la oposición, en la lectura del manifiesto, que este año es una carta abierta a los jóvenes que no conocen quién fue Miguel Ángel Blanco y a los que dan a conocer su vida, su secuestro y posterior asesinato a manos de los terroristas de ETA.

«Por edad muchos de vosotros no vivisteis aquellos días de julio de 1997 que cambiaron la percepción social del terrorismo y que constituyeron una rebelión cívica: seis millones de españoles participaron en las cientos de manifestaciones, concentraciones, actos, declaraciones institucionales, etcétera, que tuvieron lugar entre el 10 y el 14 de julio de 1997, fueron días imborrables en la memoria para muchos ciudadanos», se indica en el manifiesto.

NUNCA OLVIDAR

Así, en el texto se recuerda cómo el terrorismo y especialmente el de ETA «ha condicionado la historia reciente de nuestro país y ha ocasionado miles de víctimas: asesinados, heridos, extorsionados, amenazados, exiliados, etcétera» y cómo la democracia y el «sacrificio» de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, «ha sido capaz de derrotar la ofensiva criminal de ETA».

No obstante, apunta que «sigue pendiente que sus herederos políticos reprueben su historia criminal, sigue pendiente más de 300 casos de asesinato sin resolver, sigue pendiente la construcción de un relato compartido que no legitime a ningún tipo de terrorismo».

Hoy la «triste realidad» es que hay generaciones de jóvenes españoles «que desconocen cuáles han sido las consecuencias del terrorismo y qué significado tiene la memoria de las víctimas», de ahí el trabajo de la Fundación Miguel Ángel Blanco «para paliar este desconocimiento y para que entendáis por qué es importante conocer, respetar y apreciar a las víctimas, a todas las víctimas del terrorismo, que, como Miguel Ángel Blanco, son un símbolo de libertad y de principios éticos y políticos fundamentales para la democracia constitucional que disfrutamos todos».

En el manifiesto se hace un recorrido por lo que supuso la muerte de Blanco en aquellos días y posteriormente: «Miguel Ángel Blanco representa la libertad y la democracia constitucional que nos ampara, la tolerancia, el derecho a sentirse vasco y español, a ser como cada uno quiera ser respetando las reglas de convivencia democrática y los derechos humanos. Los valores y principios con los que ETA quiso acabar».

Así, en el texto se reclama que en momentos como este el ejemplo de Blanco puede ayudar: «Las víctimas del terrorismo nos recuerdan que las respuestas violentas o el radicalismo que las justifica no nos hacen más libres sino más esclavos de conductas que atentan contra los derechos y libertades de todos los ciudadanos que tanto nos ha costado asentar».

Por tanto, reivindica la memoria y la figura de Miguel Ángel Blanco y que las nuevas generaciones no olviden la lucha contra el terrorismo de ETA y lo que la banda provocó. «Os necesitamos para seguir recordando a las víctimas y para construir una sociedad en la que no tenga cabida ni la práctica ni la justificación de la violencia política. Para no caer en el riego del sectarismo, el fanatismo identitario, la exclusión del diferente», sostiene.

En 1997, finaliza el manifiesto, «aprendimos que hay causas por las que merece la pena comprometerse y que la defensa de la dignidad de las víctimas del terrorismo es una de ellas. Todas las víctimas necesitan ser respetadas, no humilladas, y defendidas en su derecho a la justicia y a la verdad».